Oximetría de pulso
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¿Qué es una pulsioximetría?
La pulsioximetría, una prueba médica fundamental, permite medir de forma no invasiva e indolora los niveles de oxígeno en sangre y la frecuencia cardiaca. Utilizando un pequeño pero sofisticado dispositivo conocido como pulsioxímetro, esta prueba se ha convertido en una herramienta indispensable en los entornos sanitarios.
El pulsioxímetro suele engancharse al dedo del paciente, al lóbulo de la oreja o al dedo del pie, lo que permite realizar un examen cómodo y sin complicaciones. Este dispositivo emite dos haces de luz a través de la piel y posteriormente mide la absorción de cada longitud de onda por la sangre. Este proceso calcula la saturación de oxígeno, representada como SpO2, o el porcentaje de hemoglobina en la sangre que transporta oxígeno.
Un rango estándar de SpO2 se sitúa entre el 95% y el 100%. Las desviaciones de este rango pueden señalar posibles problemas de funcionalidad pulmonar o cardiaca o indicar afecciones subyacentes como anemia, asma o neumonía. La versatilidad de la pulsioximetría se extiende a diversos entornos sanitarios, como hospitales, clínicas e incluso entornos domésticos. Su aplicación abarca desde la monitorización de los niveles de oxígeno tras una intervención quirúrgica hasta la evaluación de las respuestas a tratamientos o actividades que afectan a la oxigenación.
Además, la pulsioximetría es crucial para diagnosticar y tratar afecciones respiratorias y cardiovasculares. Durante los exámenes físicos, los estudios del sueño o los casos de angustia como la falta de aire, el dolor torácico o los mareos, esta prueba ayuda a realizar evaluaciones rápidas y precisas. Además, resulta inestimable para determinar la necesidad de una terapia de oxígeno suplementario o ajustar los niveles de oxígeno.
Oximetría de pulso
Oximetría de pulso | Ejemplo
¿Cómo se realiza una pulsioximetría?
Paso 1: Encendido y verificación de las pilas
Comience por encender el pulsioxímetro, asegurándose de que está adecuadamente alimentado con pilas funcionales para garantizar lecturas precisas¹.
Paso 2: Prepare el lugar de medición
Antes de proceder, elimine cualquier obstáculo que impida una lectura precisa. Quítese las joyas y el esmalte de uñas del dedo elegido, ya que la presencia de uñas artificiales o unas manos frías pueden afectar a la precisión de los resultados.
Paso 3: Fije el pulsioxímetro
Enganche el pulsioxímetro en el extremo del dedo elegido, el lóbulo de la oreja o el dedo del pie. Asegúrese de que la uña quede hacia arriba y de que el dispositivo quede ajustado pero cómodo en el lugar elegido.
Paso 4: Mantenga la quietud y la posición correcta
Siéntese tranquilamente con la mano colocada por debajo del nivel del corazón, manteniéndola inmóvil. Esta colocación mejora la estabilidad del dispositivo, facilitando una lectura fiable y precisa.
Paso 5: Espere a obtener una lectura estable
Espere al menos un minuto a que el pulsioxímetro proporcione lecturas estables. Una vez que los números de la pantalla dejen de fluctuar, tome nota del nivel de saturación de oxígeno mostrado (SpO2 %) y de la frecuencia cardiaca (PR lpm).
Paso 6: Registrar los resultados
Registre cuidadosamente los valores obtenidos y retire el pulsioxímetro del lugar de medición. Tanto si utiliza un cuaderno físico como una aplicación designada, llevar un registro permite realizar un seguimiento eficaz de las lecturas a lo largo del tiempo.
Paso 7: Repetir si es necesario
Repita los pasos según las instrucciones si se lo pide su profesional sanitario o como parte de su rutina de seguimiento. Una monitorización regular puede ayudar a realizar un seguimiento de los cambios en la saturación de oxígeno y la frecuencia cardiaca.
¿Cómo se interpretan los resultados de la pulsioximetría?
Los datos proporcionados por un pulsioxímetro, que presentan el nivel de saturación de oxígeno (SpO2 %) y la frecuencia cardiaca (PR lpm), ofrecen indicadores cruciales del bienestar respiratorio y cardiovascular de una persona. Estas métricas desempeñan un papel fundamental en la comprensión de la eficacia del transporte de oxígeno y la función cardiaca.
Nivel de saturación de oxígeno (SpO2)
El nivel de saturación de oxígeno, representado como porcentaje de hemoglobina que transporta oxígeno en la sangre, se sitúa idealmente entre el 95% y el 100%. Las desviaciones de esta norma pueden señalar problemas potenciales con el rendimiento pulmonar o cardíaco.
Una SpO2 más baja puede indicar una funcionalidad pulmonar o cardíaca comprometida o afecciones como anemia, asma o neumonía. La pulsioximetría no sólo ayuda a diagnosticar estas afecciones, sino que también resulta decisiva para controlar las respuestas a tratamientos o actividades que afectan a la oxigenación.
Frecuencia cardiaca
Al mismo tiempo, la frecuencia cardiaca, que cuantifica las pulsaciones por minuto, es un parámetro polifacético en el que influyen la edad, los niveles de actividad, las emociones, los medicamentos y el estado general de salud. Una frecuencia cardiaca estándar suele oscilar entre 60 y 100 latidos por minuto.
Las anomalías en la frecuencia cardiaca podrían significar problemas cardiacos subyacentes, infecciones o respuestas al estrés. El pulsioxímetro es una herramienta valiosa para que los profesionales de la salud evalúen la salud del corazón y adapten los medicamentos o terapias en consecuencia.
En esencia, los resultados de un pulsioxímetro trascienden los valores numéricos y sirven como pistas vitales para que los profesionales de la salud descifren la intrincada dinámica de la salud respiratoria y cardiovascular. El control regular de estos parámetros mediante la pulsioximetría facilita la detección precoz, la intervención y la gestión adaptada de posibles problemas de salud.
¿Cuándo es el mejor momento para realizar una pulsioximetría?
El mejor momento para realizar una prueba de pulsioximetría carece de una respuesta única, ya que depende de la finalidad específica y de factores contextuales. No obstante, he aquí varias guías generales que ayudan a determinar cuándo resulta más beneficiosa esta herramienta diagnóstica.
La pulsioximetría se perfila como una ayuda diagnóstica versátil en entornos hospitalarios y ambulatorios. Sin embargo, aunque las pruebas de pulsioximetría suelen realizarse durante los reconocimientos médicos, la monitorización a largo plazo en el domicilio puede ser imprescindible en caso de fluctuaciones significativas de los niveles de oxígeno en sangre.
Además, los profesionales médicos emplean la pulsioximetría cuando existe la sospecha de niveles bajos de oxígeno en sangre, utilizándola para diagnosticar síntomas como la falta de aliento y para controlar los niveles de oxígeno durante una intervención quirúrgica o el uso de oxígeno suplementario. Las afecciones que afectan a la función pulmonar, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el cáncer de pulmón, la insuficiencia cardiaca o la COVID-19, pueden hacer necesaria la pulsioximetría.
No se puede exagerar la urgencia de controlar los niveles de oxígeno en sangre, especialmente durante situaciones críticas como una intervención quirúrgica o enfermedades respiratorias como la COVID-19 o la neumonía.
Es crucial reconocer que, aunque la pulsioximetría es una valiosa herramienta de prueba, nunca debe sustituir al patrón oro de la medición del oxígeno en sangre: el análisis de gases en sangre arterial. Además, debe emplearse con un asesoramiento médico sólido por parte de los profesionales de la salud.
Así pues, el momento ideal para realizar una pulsioximetría depende de que se considere detenidamente el contexto y el propósito médicos específicos.
¿Cuáles son las ventajas de la pulsioximetría?
Por su sencillez y su naturaleza no invasiva, la prueba de pulsioximetría se perfila como un poderoso instrumento para calibrar los niveles de oxígeno en la sangre y la frecuencia cardiaca, ofreciendo una serie de beneficios que contribuyen a una vigilancia integral de la salud.
Evaluar la salud respiratoria y cardiovascular
Esta herramienta de diagnóstico desempeña un papel fundamental a la hora de evaluar la salud respiratoria y cardiovascular y valorar la eficacia de diversas intervenciones.
Detección precoz de niveles de oxígeno peligrosamente bajos
Una de las ventajas notables reside en la detección precoz de niveles de oxígeno peligrosamente bajos, algo especialmente crítico para los recién nacidos y las personas que padecen enfermedades pulmonares o cardiacas crónicas. La identificación a tiempo mediante pulsioximetría es primordial, ya que los niveles bajos de oxígeno pueden provocar complicaciones graves y daños en los órganos.
Ayuda a determinar la necesidad de ajustar los niveles de oxígeno
Además, la pulsioximetría ayuda a determinar la necesidad de una terapia de oxígeno suplementario o de ajustar los niveles de oxígeno, mejorando así la calidad de vida y mitigando las complicaciones derivadas de una oxigenación insuficiente. Su utilidad se extiende a los cuidados postoperatorios, donde facilita la monitorización continua durante la cirugía, la anestesia o la sedación, previniendo o detectando casos de hipoxia o hiperoxia.
Evalúa la eficacia de la medicación, los respiradores, etc.
La versatilidad de la pulsioximetría brilla por su capacidad para evaluar la eficacia de la medicación, los ventiladores o los dispositivos respiratorios, proporcionando información sobre los cambios en los niveles de oxígeno antes y después de la intervención y permitiendo realizar los ajustes necesarios.
Ayuda a determinar la idoneidad y seguridad de las actividades físicas para las personas con afecciones
Además, para las personas con afecciones respiratorias o cardiovasculares, la pulsioximetría sirve de valiosa guía para determinar la seguridad e idoneidad de las actividades físicas, ayudando a prevenir el sobreesfuerzo o el infraesfuerzo.
Preguntas Frecuentes
Tardará al menos un minuto o más en obtener resultados estables.
El paciente no debe llevar esmalte ni uñas postizas. Además, deben calentarse las manos para aumentar la precisión de los resultados.
Entre las múltiples afecciones que pueden gi