Criterios del DSM-5 del trastorno facticio
Lea nuestra guía para saber más sobre los criterios del DSM-5 para diagnosticar el trastorno facticio, sus síntomas, tipos y opciones de tratamiento.
¿Qué es el trastorno facticio?
El trastorno facticio, también conocido como síndrome de Munchausen, es un trastorno mental caracterizado por la falsificación intencionada de síntomas médicos o psicológicos en uno mismo o en otros sin recompensa externa evidente. Es un tipo de trastorno de síntomas somáticos del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Los síntomas pueden ir desde la exageración de los síntomas hasta la inducción de un daño real. La ironía reside en que los pacientes que sufren este tipo de trastornos de la personalidad buscan tratamiento y, sin embargo, intentan ocultar activamente su trastorno.
Existen dos tipos principales: El trastorno facticio impuesto a uno mismo y el trastorno facticio impuesto a otro (anteriormente conocido como trastorno facticio por poderes). En el primer tipo, los individuos se presentan como enfermos o lesionados. En el segundo tipo, los individuos presentan falsamente a otra persona, a menudo un niño, como enfermo o lesionado.
Este trastorno se asocia a una angustia psicológica grave y a un deterioro funcional significativo, que afecta no sólo al individuo sino también a su familia, amigos y profesionales de la salud.
Criterios del DSM-5 del trastorno facticio
Criterios del DSM-5 del trastorno facticio | Ejemplo
¿Cómo se diagnostica el trastorno facticio?
El diagnóstico del trastorno facticio implica un proceso meticuloso debido a su naturaleza engañosa. Los profesionales de la salud siguen estos pasos:
- Evaluación clínica: Realizar una historia clínica y un examen físico exhaustivos del paciente para identificar incoherencias entre los síntomas declarados y los observados.
- Revisión de los historiales médicos: Examinar los historiales médicos anteriores en busca de pruebas de hospitalizaciones frecuentes, múltiples procedimientos médicos o tratamientos en diversos centros sin diagnósticos concluyentes.
- Observaciones del comportamiento: Vigile el comportamiento del paciente en busca de signos de engaño, como exageración de los síntomas, manipulación del equipo médico o lesiones autoinfligidas.
- Evaluación psicológica: Realice entrevistas y pruebas psicológicas estandarizadas para evaluar el estado mental del paciente y descartar otros trastornos mentales.
- Pruebas de laboratorio y diagnóstico por imagen: Utilice marcadores diagnósticos como análisis de sangre y estudios de imagen para confirmar o refutar la presencia de las afecciones médicas notificadas.
- Diagnóstico diferencial: Diferencie el trastorno facticio de otras afecciones, incluyendo:
- Malingering: Implica la fabricación de síntomas para obtener recompensas externas (por ejemplo, beneficios económicos).
- Síntoma somático y trastornos relacionados: Concentración excesiva en los síntomas sin engaño intencionado.
- Trastorno de síntomas neurológicos funcionales (trastorno de conversión): Síntomas inconsistentes con las condiciones médicas pero sin engaño.
- Trastorno límite de la personalidad: Puede implicar autolesiones sin engaño.
Criterios diagnósticos del DSM-5 para el trastorno facticio
Estos son los criterios diagnósticos para los dos tipos:
Trastorno facticio autoimpuesto
- Criterio A: Falsificación de signos o síntomas físicos o psicológicos, o inducción de lesiones o enfermedades, asociada a un engaño identificado.
- Criterio B: El individuo se presenta ante los demás como enfermo, deteriorado o lesionado.
- Criterio C: El comportamiento engañoso es evidente incluso en ausencia de recompensas externas obvias.
- Criterio D: El comportamiento no se explica mejor por otro trastorno mental, como un trastorno delirante u otro trastorno psicótico.
Especifique:
- Episodio único
- Episodios recurrentes (dos o más eventos de falsificación de enfermedad y/o inducción de lesión)
Trastorno facticio impuesto a otro (anteriormente trastorno facticio por poderes)
- Criterio A: Falsificación de signos o síntomas físicos o psicológicos, o inducción de lesión o enfermedad, en otro, asociado a un engaño identificado.
- Criterio B: El individuo presenta a otro individuo (víctima) ante los demás como enfermo, deteriorado o lesionado.
- Criterio C: El comportamiento engañoso es evidente incluso en ausencia de recompensas externas obvias.
- Criterio D: El comportamiento no se explica mejor por otro trastorno mental, como un trastorno delirante u otro trastorno psicótico.
Nota: El autor, no la víctima, recibe este diagnóstico.
Especifique:
- Episodio único
- Episodios recurrentes (dos o más eventos de falsificación de enfermedad y/o inducción de lesiones)
Diferencias entre los criterios del DSM-4 y del DSM-5
Los criterios para el trastorno facticio sufrieron cambios significativos del DSM-IV al DSM-5. En el DSM-IV, el trastorno facticio se categorizaba de forma distinta, con subtipos basados en si los síntomas eran predominantemente físicos o psicológicos. También distinguía el trastorno facticio del fingimiento, haciendo hincapié en que el trastorno facticio implicaba una falsificación intencionada sin recompensas externas, mientras que el fingimiento implicaba una falsificación para obtener ganancias externas.
En el DSM-5, el trastorno facticio se clasifica dentro de la categoría más amplia "síntoma somático y trastornos relacionados". Se ha eliminado la distinción entre subtipos físicos y psicológicos, centrándose en la falsificación general de los síntomas más que en el tipo. El DSM-5 reconoce que los individuos con trastorno facticio pueden recibir algún tipo de recompensa, aunque no sea la motivación principal.
Además, el DSM-5 distingue entre el trastorno facticio impuesto a uno mismo y el trastorno facticio impuesto a otro (anteriormente denominado trastorno facticio por poderes). El diagnóstico también puede especificarse como episodio único o episodios recurrentes.
¿Cómo se trata el trastorno facticio?
Tratar y controlar el trastorno facticio es todo un reto debido a la naturaleza engañosa de la afección. Aunque no existe cura, varias estrategias pueden ayudar a gestionar el trastorno de forma eficaz:
- Psicoterapia: La terapia cognitivo-conductual (TCC) se utiliza habitualmente para abordar los problemas psicológicos subyacentes, mejorar los mecanismos de afrontamiento y reducir los comportamientos engañosos. La terapia se centra en construir una alianza terapéutica, que es crucial para la adherencia al tratamiento.
- Medicación: Aunque no existen medicamentos específicos para tratar directamente el trastorno facticio, los medicamentos pueden controlar los síntomas asociados como la depresión o la ansiedad. Pueden recetarse antidepresivos o ansiolíticos en función de las necesidades individuales.
- Supervisión médica: Los seguimientos médicos regulares y no punitivos pueden ayudar a controlar la salud del paciente y evitar intervenciones médicas innecesarias. Establecer un único proveedor de atención primaria para coordinar la atención puede reducir el riesgo de procedimientos médicos excesivos.
- Terapia y educación familiar: Educar a los miembros de la familia sobre el trastorno e implicarlos en el proceso de tratamiento puede proporcionar apoyo y mejorar el entorno social del paciente. La terapia familiar puede ayudar a abordar cualquier dinámica familiar que contribuya al trastorno.
- Enfoque multidisciplinar: La colaboración entre profesionales de la salud, incluidos psicólogos, psiquiatras, médicos de atención primaria y trabajadores sociales garantiza un plan de tratamiento integral adaptado a las necesidades del paciente.
Una gestión eficaz requiere paciencia, constancia y un enfoque sin prejuicios por parte de los profesionales de la salud. La intervención temprana y el apoyo continuo pueden mejorar significativamente los resultados de las personas con trastorno facticio.
Preguntas Frecuentes
El malingering implica la producción intencionada de síntomas psicológicos o físicos falsos para obtener recompensas externas, como beneficios económicos o evitar el trabajo, mientras que el trastorno facticio implica la falsificación de síntomas sin incentivos externos obvios.
La evaluación implica una valoración clínica exhaustiva, la revisión de la historia médica, observaciones conductuales, evaluaciones psicológicas y la diferenciación de otras afecciones como el fingimiento o los trastornos por síntomas somáticos.
Anteriormente, el DSM-IV identificaba tres subtipos basados en síntomas físicos o psicológicos. Sin embargo, el DSM-5 reconoce dos tipos: trastorno facticio impuesto a uno mismo y trastorno facticio impuesto a otro.