Criterios del DSM-5 sobre retraso global en el desarrollo
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¿Qué es el retraso global del desarrollo?
El retraso global del desarrollo (TGD) es un término utilizado para describir retrasos significativos en dos o más dominios del desarrollo en niños menores de 5 años. Estos dominios incluyen las habilidades motoras, el habla y el lenguaje, la cognición, las habilidades sociales y las actividades de la vida diaria (American Psychiatric Association, 2013a).
El TGD no es un diagnóstico definitivo, sino más bien un término descriptivo que indica el estado de desarrollo actual de un niño. A menudo sirve como diagnóstico provisional cuando las pruebas estandarizadas suponen un reto debido a la edad del niño. Identificación oportuna
Criterios del DSM-5 sobre retraso global en el desarrollo
Criterios del DSM-5 sobre retraso global en el desarrollo | Ejemplo
¿Cómo se diagnostica el retraso global del desarrollo?
El diagnóstico del TGD implica una evaluación exhaustiva, ya que ninguna prueba por sí sola puede identificar definitivamente la afección y descartar otras discapacidades del desarrollo. Por lo tanto, el proceso suele comenzar con una prueba exhaustiva del desarrollo durante las revisiones pediátricas rutinarias. Si surgen preocupaciones, se lleva a cabo una evaluación más profunda.
El diagnóstico se basa en el juicio clínico e incluye lo siguiente
- Historial médico detallado, incluyendo información prenatal, del nacimiento y de la familia
- Exámenes físicos y neurológicos
- Evaluaciones del desarrollo utilizando herramientas estandarizadas
- Observación del comportamiento y las interacciones del niño
La evaluación de la genética médica o las pruebas genéticas, incluidos el análisis de microarrays cromosómicos y las pruebas de ADN del cromosoma X frágil, también se recomiendan para los niños con TGD. También puede considerarse la realización de pruebas metabólicas, especialmente si las características clínicas apuntan a errores innatos del metabolismo. Estas pruebas pueden identificar los factores genéticos subyacentes o el metabolismo causante de la discapacidad intelectual.
Retraso global del desarrollo Criterios DSM-5
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición (DSM-5) indica lo siguiente para el diagnóstico del TGD:
Este diagnóstico se reserva para individuos menores de 5 años cuando el nivel de gravedad clínica no puede evaluarse de forma fiable durante la primera infancia. Esta categoría se diagnostica cuando un individuo no alcanza los hitos de desarrollo esperados en varias áreas del funcionamiento intelectual, y se aplica a individuos que no pueden someterse a evaluaciones sistemáticas del funcionamiento intelectual, incluidos los niños demasiado pequeños para participar en pruebas estandarizadas. Esta categoría requiere una nueva evaluación al cabo de un tiempo.
Aunque el DSM-5 no proporciona criterios específicos, el TGD se considera dentro de los trastornos del neurodesarrollo. Es importante señalar que el TGD suele utilizarse como diagnóstico temporal para los niños menores de 5 años, a la espera de una evaluación diagnóstica posterior a medida que el niño se desarrolla.
Para los niños menores de 5 años, en los que las pruebas de inteligencia estandarizadas pueden no ser fiables, los clínicos utilizan el término Retraso Global del Desarrollo cuando un niño no alcanza los hitos de desarrollo esperados en múltiples áreas. Este diagnóstico requiere una evaluación clínica exhaustiva y puede servir como diagnóstico provisional hasta que pueda realizarse una determinación más específica.
Nuestros Criterios DSM-5 para el retraso global del desarrollo están diseñados como una herramienta de referencia que puede utilizar como folleto cuando eduque a clientes o pacientes.
Diferencias entre los criterios DSM-4 y DSM-5
La transición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Cuarta Edición (DSM-IV) a la Quinta Edición trajo consigo cambios significativos en la conceptualización y el diagnóstico de los trastornos del desarrollo. Estos cambios son especialmente relevantes para comprender el TGD y las afecciones relacionadas (American Psychiatric Association, 2013b):
- Terminología: El DSM-5 sustituyó el término "retraso mental" utilizado en el DSM-IV por "discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual)". Este cambio refleja un enfoque más respetuoso y menos estigmatizador del diagnóstico.
- Criterios diagnósticos: Mientras que el DSM-IV se centraba principalmente en las puntuaciones del cociente intelectual para el diagnóstico, el DSM-5 hace hincapié tanto en el funcionamiento intelectual como en el adaptativo. Este cambio permite una evaluación más exhaustiva de las capacidades y los retos de un individuo.
Trastornos asociados al retraso global del desarrollo
El retraso global del desarrollo también suele asociarse a diversas afecciones subyacentes y trastornos del desarrollo. Comprender estas asociaciones es crucial para una atención y una gestión integrales. Algunos de los trastornos comúnmente asociados son
- Trastorno del desarrollo intelectual: El TGD en la primera infancia puede progresar a discapacidad intelectual a medida que el niño envejece. El DSM-5 define la discapacidad intelectual como un déficit tanto en el funcionamiento intelectual como en el adaptativo.
- Trastorno del espectro autista: Los niños con TGD también pueden mostrar rasgos del trastorno del espectro autista, como dificultades en la comunicación social y comportamientos repetitivos restringidos.
- Trastornos metabólicos: Los errores innatos del metabolismo pueden provocar el TGD. Algunos ejemplos son la fenilcetonuria y el hipotiroidismo.
- Deficiencias sensoriales: Los problemas de visión y audición pueden contribuir a retrasos en el desarrollo y pueden coexistir con el TGD.
- Trastornos de la comunicación: Los retrasos del habla y del lenguaje suelen formar parte del TGD, pero también pueden ser diagnósticos independientes.
¿Cómo se trata y gestiona el retraso global del desarrollo?
El tratamiento y la gestión del retraso global del desarrollo (TGD) requieren un enfoque global y multidisciplinar adaptado a las necesidades específicas de cada niño. La intervención temprana es crucial para optimizar los resultados y apoyar el desarrollo del niño.
- Servicios de intervención temprana: Estos programas proporcionan apoyo especializado a los niños menores de 3 años. Los servicios pueden incluir logopedia, terapia ocupacional, fisioterapia y educación especial. Se ha demostrado que mejoran significativamente los resultados del desarrollo.
- Programas de educación individualizada (IEP): Para los niños mayores de 3 años, los PEI ofrecen un apoyo educativo adaptado dentro del sistema escolar. Estos programas abordan las necesidades específicas de aprendizaje y proporcionan las adaptaciones necesarias.
- Terapia del habla y del lenguaje: Esta terapia se centra en mejorar las habilidades comunicativas, incluidas las capacidades lingüísticas receptivas y expresivas.
- Terapia ocupacional: Los terapeutas ocupacionales trabajan la motricidad fina, el procesamiento sensorial y las actividades de la vida diaria para mejorar la independencia.
- Fisioterapia: Esta terapia aborda las habilidades motoras gruesas, la movilidad y el desarrollo físico general.
Referencias
Asociación Americana de Psiquiatría. (2013a). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5ª ed.). Pearson.
Asociación Psiquiátrica Americana. (2013b). Aspectos destacados de los cambios del DSM-IV-TR al DSM-5. Asociación Americana de Psiquiatría. https://www. psychiatry.org/File%20Library/Psychiatrists/Practice/DSM/APA_DSM_Changes_from_DSM-IV-TR_-to_DSM-5.pdf
Preguntas Frecuentes
Profesionales de la salud llevan a cabo una evaluación exhaustiva para diagnosticar el retraso global del desarrollo, que incluye una historia clínica detallada, un examen físico y una evaluación del desarrollo. Las herramientas estandarizadas de prueba del desarrollo miden las habilidades del niño en múltiples dominios, como la cognición, el lenguaje, la motricidad, el funcionamiento socioemocional y adaptativo. Si se identifican retrasos, pueden solicitarse pruebas adicionales, como análisis genéticos, neuroimagen y pruebas metabólicas, para determinar la causa subyacente.
El retraso global del desarrollo no es una forma de autismo, pero ambas afecciones pueden coexistir. Mientras que el autismo es un trastorno específico del neurodesarrollo caracterizado por retos en la comunicación social y la presencia de conductas repetitivas restringidas, el TGD se refiere a un retraso general en la adquisición de los hitos del desarrollo en múltiples ámbitos.
En algunos casos, los niños con retraso global del desarrollo pueden "superar" sus retrasos a medida que reciben servicios de intervención temprana y su desarrollo progresa, aunque el grado de recuperación puede variar. Sin embargo, muchos niños con TGD seguirán experimentando retos intelectuales y de funcionamiento adaptativo de por vida, que requerirán un apoyo continuo y una programación educativa especializada.