Prueba de torsión cervical
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¿Qué es el vértigo cervicogénico?
El mareo cervicogénico es una afección caracterizada por mareos o vértigos originados por problemas del cuello, en particular los que afectan a la columna cervical. Este tipo de mareo suele ir asociado a dolor de cuello y puede desencadenarse o empeorar con los movimientos del cuello. El mecanismo exacto no se conoce del todo, pero implica entradas sensoriales disfuncionales de la columna cervical al sistema nervioso central, lo que altera los sistemas normales de equilibrio y orientación del organismo.
Causas y síntomas
Las causas de los mareos cervicogénicos suelen estar relacionadas con trastornos del cuello, que pueden surgir por un latigazo cervical, la degeneración de la columna cervical u otras lesiones del cuello que afectan a las articulaciones, los músculos o los nervios de la columna cervical. Los síntomas suelen incluir una sensación de giro o desequilibrio que se agrava al mover el cuello. Este mareo suele acompañar a otros síntomas relacionados con el cuello, como limitación de la amplitud de movimiento, dolor de cuello y, a veces, dolores de cabeza.
Comparación de la prueba de torsión cervical y el diagnóstico del VPPB
La prueba de torsión cervical es esencial para diagnosticar los mareos cervicogénicos, ya que aísla el movimiento de la columna cervical para ver si induce síntomas. Esto contrasta con el diagnóstico del vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB), que implica la maniobra de Dix-Hallpike. El VPPB se caracteriza por breves episodios de mareo provocados por cambios de posición de la cabeza, relacionados con cristales desplazados dentro del oído interno. Mientras que la prueba de torsión cervical evalúa el papel del cuello en los mareos observando los síntomas al mover el cuello, la prueba del VPPB busca específicamente los mareos desencadenados por movimientos concretos de la cabeza, lo que ayuda a distinguir entre ambas afecciones en función del origen y el desencadenante de los síntomas.
Cómo diagnosticar el mareo cervicogénico
El diagnóstico del mareo cervicogénico implica una evaluación detallada para descartar otras causas de mareo y vértigo. El proceso de diagnóstico incluye una historia médica exhaustiva, un examen físico y, posiblemente, estudios de imagen como resonancias magnéticas o radiografías si se sospecha una patología de la columna cervical. Una prueba específica utilizada en el diagnóstico es la prueba de torsión cervical, que evalúa la contribución de la columna cervical al mareo que experimenta el paciente.
Prueba de torsión cervical
Prueba de torsión cervical | Ejemplo
¿Qué es la prueba de torsión cervical?
La prueba clínica de torsión cervical es una herramienta de diagnóstico clínico utilizada para identificar los mareos cervicogénicos, que tienen su origen en problemas del cuello.
Durante la prueba, el examinador pide al paciente que se siente en una silla giratoria con las caderas y las rodillas flexionadas a 90 grados. A continuación, se indica al paciente que cierre los ojos para reducir la actividad del sistema visual. A continuación, el examinador estabiliza la cabeza del paciente en una posición neutra y le pide que rote activamente el tronco hacia un lado, buscando un mínimo de 45 grados y un máximo de 90 grados. Tras mantener la posición rotada durante 30 segundos, el paciente devuelve el tronco al centro antes de repetir el mismo proceso en el lado opuesto.
La prueba se considera positiva si los síntomas de mareo del paciente se reproducen o exacerban con la rotación de la cabeza. Este resultado sugiere que la columna cervical puede ser la fuente del mareo, lo que ayuda a diferenciar los mareos cervicogénicos de otros tipos, como los vestibulares o los relacionados con el oído interno.
Cómo utilizar nuestra plantilla de la prueba de torsión cervical
La prueba de torsión cervical es una valiosa herramienta diagnóstica para evaluar la movilidad de la columna cervical y la respuesta al dolor. No debe confundirse con la prueba de diferenciación cabeza-cuello. Para garantizar unos resultados coherentes y fiables, siga estos pasos simplificados junto con la plantilla proporcionada:
Paso 1: Prepare la plantilla y recopile la información del paciente
Descargue e imprima la plantilla de la prueba de torsión cervical. A continuación, rellene los datos de la paciente, incluidos el nombre, la fecha de nacimiento, la fecha de la prueba y el nombre del clínico.
Paso 2: Explicar el procedimiento a la paciente
Antes de comenzar la prueba, explique claramente el procedimiento al paciente. Esto ayuda a minimizar la ansiedad y garantiza que el paciente permanezca relajado, lo que es crucial para obtener resultados precisos.
Paso 3: Realice la prueba
Coloque al paciente cómodamente con la cabeza en posición neutra. Siga las instrucciones de la Plantilla para realizar la prueba.
Paso 4: Registre los resultados
Documente el resultado eligiendo entre positivo y negativo en la sección Interpretación. Si la prueba es positiva, seleccione los síntomas de los que informó el paciente. Utilice la sección Notas adicionales para explicar mejor sus resultados.
¿Cuáles son los pasos siguientes?
Tras realizar la prueba de torsión cervical e interpretar los resultados sugeridos por las pruebas clínicas, se recomiendan los siguientes pasos:
Paso 1: Realizar pruebas adicionales
Deben considerarse otras pruebas diagnósticas para confirmar el diagnóstico o descartar otros posibles problemas. Estas pruebas clínicas podrían incluir estudios de imagen como resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, que proporcionan vistas detalladas de las estructuras de la columna cervical. También pueden realizarse otras pruebas funcionales para evaluar la función nerviosa y la salud de la columna vertebral.
Paso 2: Consulta con especialistas
En función de los resultados, puede ser necesario consultar a un neurólogo o a un traumatólogo. Estos especialistas pueden ofrecer estrategias de tratamiento más avanzadas para los trastornos de la columna cervical.
Paso 3: Planificar las opciones de tratamiento
El tratamiento puede incluir fisioterapia, medicación para el dolor y la inflamación o, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas. Las técnicas de fisioterapia pueden incluir ejercicios para mejorar la fuerza y la flexibilidad del cuello, corrección postural y terapia manual.
Ventajas de utilizar nuestra Plantilla
El uso de una plantilla de prueba de torsión cervical en la práctica clínica ofrece numerosas ventajas tanto para los profesionales de la salud como para los pacientes. Esta plantilla estandariza el proceso de evaluación, garantizando la coherencia y la precisión en el diagnóstico clínico de la prueba de torsión cervical y los problemas de la columna vertebral. He aquí algunas ventajas clave:
- Mayor precisión diagnóstica: La plantilla de la prueba de torsión cervical proporciona un enfoque estructurado para evaluar la amplitud de movimiento de la columna cervical y la respuesta al dolor. Al estandarizar la evaluación, los médicos pueden identificar con mayor precisión los problemas relacionados con las vértebras cervicales y la función muscular, lo que conduce a diagnósticos más precisos.
- Mejor gestión del paciente: Los profesionales de la salud pueden seguir la evolución del paciente a lo largo del tiempo con un formato de prueba claro y coherente. Esto resulta especialmente útil para supervisar la eficacia de los tratamientos y tomar decisiones informadas sobre cambios en la terapia o las intervenciones.
- Flujo de trabajo clínico eficiente: El uso de una plantilla agiliza el proceso de evaluación, ahorrando tiempo y reduciendo posibles errores. Esta eficiencia permite a los clínicos centrarse más en la interacción con el paciente y menos en la mecánica de las pruebas.
Tratamiento de los mareos cervicogénicos
El tratamiento de los mareos cervicogénicos implica abordar los problemas subyacentes del cuello que contribuyen a la afección. Lo más eficaz suele ser un enfoque multidisciplinar que incorpore fisioterapia, medicación y, a veces, terapias manuales. He aquí un desglose de las modalidades de tratamiento típicas:
Fisioterapia
La fisioterapia es fundamental para tratar los mareos cervicogénicos. Los terapeutas utilizan ejercicios específicos para mejorar la postura del cuello, fortalecer los músculos del cuello y mejorar la gama de control y movimiento de los movimientos oculares. Técnicas como los ejercicios de movilización y estabilización de la columna cervical pueden ayudar a reducir los síntomas al restablecer la función adecuada y reducir la tensión en la columna cervical.
Terapia manual
La atención quiropráctica o la osteopatía pueden incluir ajustes manuales y manipulaciones del cuello para reducir las restricciones articulares o los desajustes de la columna cervical. Estas técnicas pretenden mejorar la movilidad de las articulaciones y aliviar la tensión de los tejidos blandos cervicales, reduciendo así los mareos.
Rehabilitación vestibular
Aunque los ejercicios de rehabilitación vestibular se utilizan principalmente para la disfunción vestibular y las causas de los mareos, también pueden beneficiar a quienes padecen mareos cervicogénicos. Estos ejercicios ayudan a reeducar al cerebro para que compense los cambios en el sistema del equilibrio, lo que a menudo mejora los síntomas cuando se combinan con tratamientos dirigidos a los trastornos cervicales.
Medicamentos
Aunque la medicación no es un tratamiento primario para los mareos cervicogénicos, puede utilizarse para controlar los síntomas. Los analgésicos y los antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación del cuello que pueden contribuir a los mareos. En algunos casos, también se recetan relajantes musculares para reducir la tensión muscular en la región cervical.
Ajustes del estilo de vida
A menudo se recomienda modificar las actividades cotidianas para evitar movimientos que exacerben los síntomas. Se puede aconsejar a los pacientes sobre cambios ergonómicos, especialmente en lo que se refiere a los puestos de trabajo y las posturas al dormir, para favorecer una alineación adecuada del cuello y reducir la tensión.
Tratamientos intervencionistas
En los casos en que las terapias convencionales no alivian los síntomas, pueden considerarse enfoques más intervencionistas. Esto incluye inyecciones para aliviar el dolor o intervenciones quirúrgicas si se identifican anomalías estructurales significativas.
Preguntas Frecuentes
La causa más común de los mareos cervicogénicos es una disfunción de la columna cervical, que puede deberse a un latigazo cervical, una espondilosis cervical u otras formas de lesión o trastorno del cuello que afecten a las articulaciones, los músculos o los nervios.
La prueba de torsión cervical para los vértigos cervicogénicos consiste en que el examinador rote pasivamente la cabeza del paciente hasta su alcance total. En cambio, el paciente se sienta en posición vertical para determinar si este movimiento provoca el mareo, lo que indica un origen cervical de los síntomas.
La duración de la resolución del vértigo cervical puede variar mucho; puede llevar de unas semanas a varios meses, dependiendo de la causa subyacente, la eficacia del tratamiento y la adherencia del paciente a un programa de rehabilitación.