Trastorno de duelo prolongado criterios DSM 5
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¿Qué es el trastorno de duelo prolongado?
El trastorno de duelo prolongado (PGD) representa una adición sustancial a nuestra comprensión del duelo y sus complejidades. Esta afección ha sido reconocida recientemente en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición, revisión del texto (DSM-5-TR) (Asociación Americana de Psiquiatría, 2022).
El DGP como trastorno relacionado con un factor estresante pone de relieve el límite crítico entre el proceso natural de duelo y el momento en que se convierte en una preocupación que requiere atención profesional. Se solía utilizar indistintamente con el trastorno de duelo complejo persistente (TLPC). Con su inclusión, el DSM-5-TR proporcionó a los clínicos criterios para identificar y diferenciar el trastorno de duelo prolongado de otros trastornos de salud mental, asegurándose de que las personas reciban la atención y las intervenciones adecuadas.
Síntomas del trastorno de duelo prolongado
El PGD, tal y como se define en el DSM-5-TR, incluye síntomas de duelo prolongado que van más allá de las respuestas emocionales típicas asociadas al duelo. Reconocer los siguientes síntomas es fundamental para los Profesionales de la salud a la hora de garantizar una intervención temprana, un tratamiento adecuado y unos resultados óptimos para el paciente:
- Anhelo o añoranza intensos por la persona fallecida, a menudo acompañados de pensamientos intrusivos o recuerdos vívidos del fallecido.
- Intensa soledad y dolor emocional relacionado con la pérdida, como tristeza, culpa, ira o dificultad para aceptar la realidad de la muerte
- Dificultad para seguir adelante con la vida y participar en actividades o relaciones que antes eran placenteras.
- Respuesta de duelo persistente caracterizada por la evitación de recordatorios del fallecido, como personas, lugares o situaciones asociadas a la pérdida.
- Dificultades persistentes para regular las emociones, que a menudo conducen a arrebatos emocionales intensos o al embotamiento emocional
- Incredulidad o incapacidad para aceptar la realidad de la pérdida
- Dificultades persistentes para recordar positivamente al fallecido
- Angustia y deterioro clínicamente significativos
Estos síntomas persistentes deben durar al menos 12 meses después de la pérdida y causar un deterioro significativo en el funcionamiento social, laboral o en otras áreas importantes.
Es importante tener en cuenta que el trastorno de duelo prolongado es distinto del duelo normal, que implica un proceso de duelo natural que cede gradualmente con el tiempo. El trastorno por duelo prolongado es una forma más grave y persistente de duelo que puede tener un impacto significativo en la salud mental y física de una persona, así como en su bienestar general.
¿En qué se diferencia del duelo normal?
El trastorno por duelo prolongado (PGD) sí comparte ciertas características con lo que se suele entender por duelo normal. Lo que diferencia al PGD es la duración, la intensidad, el deterioro funcional y la angustia asociados a la respuesta de duelo. Sin embargo, el duelo normal suele disminuir con el tiempo: las punzadas agudas de la pérdida se hacen menos agudas y los pensamientos sobre el fallecido empiezan a ocupar menos espacio en la vida cotidiana del individuo.
Por el contrario, en la PGD, la añoranza o la preocupación por el fallecido permanecen intensamente dolorosas e inquebrantables más allá de los doce meses para los adultos y de los seis meses para los niños tras la muerte. El dolor emocional, la pena y la añoranza del individuo por el difunto siguen siendo elevados y se experimentan más días que otros.
Trastorno de duelo prolongado criterios DSM 5
Trastorno de duelo prolongado criterios DSM 5 | Ejemplo
¿Cómo diagnostican los profesionales de la salud el trastorno de duelo prolongado?
El diagnóstico del trastorno por duelo prolongado implica un proceso de evaluación exhaustivo para medir los síntomas desadaptativos que lo distinguen de las respuestas normales al duelo y de otros trastornos de salud mental. Este enfoque diagnóstico ayuda a garantizar que las personas reciban la atención y las intervenciones adecuadas para sus experiencias específicas.
Criterio temporal
El paso inicial en el proceso de diagnóstico es establecer la duración del duelo. Para un diagnóstico de DGP, los síntomas deben persistir durante más de doce meses en adultos y más de seis meses en niños tras la pérdida. Esta prolongación en el tiempo es un factor crítico que separa el DGP de la experiencia normal, aunque dolorosa, de adaptación a un duelo.
Evaluación de los síntomas
A continuación se lleva a cabo una evaluación detallada de los síntomas específicos. Los Profesionales de la salud buscan añoranza o preocupación persistentes por el fallecido, dolor emocional intenso como pena o ira, dificultad para aceptar la muerte, sentimientos de vacío o de vida sin sentido sin el fallecido, sensación de distanciamiento de los demás o dificultad profunda para seguir adelante con la vida.
Deterioro funcional
Un elemento fundamental para un diagnóstico de PGD es el deterioro significativo en las áreas social, ocupacional u otras áreas importantes del funcionamiento. Evaluar el impacto del duelo en la vida cotidiana de un individuo nos ayuda a determinar el grado en que el duelo es prolongado y patológico.
Exclusión de otros trastornos
Igualmente importante es descartar otras afecciones mentales que podrían explicar los síntomas, como el trastorno depresivo mayor o el trastorno de estrés postraumático. Prestar atención a los criterios detallados de estas afecciones es fundamental para llegar a un diagnóstico preciso. También es esencial tener en cuenta el contexto del individuo, como las normas culturales y religiosas.
Instrumentos de diagnóstico aplicados
Las herramientas de diagnóstico estandarizadas, como la escala del trastorno de duelo prolongado-13 (PG-13), pueden ayudar en este proceso al proporcionar un formato estructurado para la evaluación.
Seguimiento
Tras un diagnóstico inicial, los seguimientos regulares pueden ser cruciales para comprender la naturaleza evolutiva del duelo y ajustar la atención según sea necesario.
¿Cuáles son los criterios del DSM 5 para el trastorno de duelo prolongado?
El DSM-5-TR establece los siguientes criterios para diagnosticar el trastorno de duelo prolongado:
A. El individuo experimentó la muerte de una persona cercana hace al menos 12 meses.
B. Desde la muerte, el individuo ha experimentado una añoranza intensa o una preocupación persistente por el fallecido, junto con al menos tres de los siguientes síntomas:
- Alteración de la identidad (por ejemplo, sensación de que una parte de uno mismo ha muerto).
- Evitación marcada de los recordatorios de que la persona ha muerto.
- Intenso dolor emocional relacionado con la muerte (por ejemplo, tristeza, culpa, ira, negación).
- Dificultad para aceptar la muerte.
- Disminución del sentido o propósito de la vida.
- Deseo de morir para estar con el fallecido.
- Dificultad para participar en reminiscencias positivas sobre el fallecido.
C. La respuesta de duelo es desproporcionada o incoherente con las normas culturales, religiosas o apropiadas para la edad.
D. Los síntomas causan un deterioro significativo en el funcionamiento social, ocupacional o en otras áreas importantes.
E. La reacción de duelo no se explica mejor por un trastorno depresivo mayor, un trastorno de estrés postraumático u otro trastorno mental.
F. Los síntomas no se explican mejor por otro trastorno mental, como el trastorno depresivo mayor o el trastorno de estrés postraumático, y no son atribuibles a los efectos fisiológicos de una sustancia (por ejemplo, medicamentos, alcohol) o a otra afección médica.
Cómo gestionar el trastorno de duelo prolongado
El manejo del DGP implica enfoques que van desde la psicoterapia hasta las intervenciones farmacológicas. La elección del enfoque suele depender de los síntomas específicos del paciente, junto con sus antecedentes personales y médicos. A continuación se ofrece una visión general básica de las distintas estrategias de manejo:
Terapia cognitivo-conductual (TCC)
La TCC es una opción psicoterapéutica de primera línea para el manejo del PGD. Se centra en el proceso de pensamiento del paciente, ayudándole a reconocer y modificar patrones autodestructivos y creencias asociadas a su duelo. Las sesiones de TCC pueden abarcar técnicas de relajación, reestructuración cognitiva y estrategias para reanudar las actividades normales de forma gradual.
Terapia del duelo complicado (CGT)
La CGT es una forma específica de TCC que se perfila como un tratamiento eficaz del duelo complicado y el duelo prolongado. Incluye componentes de la terapia de exposición y técnicas para fomentar el crecimiento personal. Mediante la revisión de los recuerdos del fallecido y el afrontamiento de situaciones o tareas evitadas, los pacientes pueden procesar su duelo de forma más adaptativa.
Psicoterapia interpersonal (IPT)
La IPT se centra en mejorar las relaciones interpersonales y el funcionamiento social. Este enfoque ayuda a las personas con DGP a aceptar su pérdida y a reajustar su papel en las redes sociales.
Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR)
La EMDR es otro enfoque útil, especialmente cuando el duelo de su paciente se complica con elementos traumáticos. La EMDR emplea estimulación bilateral (como movimientos oculares) durante la rememoración de recuerdos traumáticos, con el objetivo de disminuir el impacto de esos recuerdos y ayudar a procesar el duelo traumático.
Intervenciones farmacológicas
Puede considerarse el tratamiento farmacológico para las personas con PGD, especialmente cuando los síntomas son graves o el paciente no responde a la psicoterapia. Los ISRS u otros antidepresivos pueden ayudar a controlar los síntomas depresivos asociados al duelo prolongado.
Medidas de apoyo adicionales
Los grupos de apoyo y las estrategias de autocuidado, como la atención plena y el entrenamiento en el manejo del estrés, pueden desempeñar funciones complementarias cruciales en el manejo del DGP.
También puede utilizar la Plantilla de técnicas de relajación para incorporar diversos métodos para reducir el estrés y promover la calma. Esta plantilla proporciona un enfoque estructurado para ayudar a los clientes a controlar la ansiedad y mejorar el bienestar general.
Referencias
Asociación Americana de Psiquiatría. (2022). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5ª ed., texto rev.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425787
Prigerson, H. G., Boelen, P. A., Xu, J., Smith, K. V., & Maciejewski, P. K. (2021). Validación de los nuevos criterios del DSM-5-TR para el trastorno de duelo prolongado y la escala PG-13-revisada (PG-13-R). World Psychiatry, 20(1), 96-106. https://doi.org/10.1002/wps.20823
Preguntas Frecuentes
El PGD suele desencadenarse por la muerte de un ser querido. Los factores de riesgo para desarrollar el trastorno de duelo prolongado incluyen la vulnerabilidad personal, la naturaleza de la muerte y las habilidades de afrontamiento de la persona, que pueden influir en el hecho de que desarrolle el PGD.
El duelo puede diferir drásticamente entre individuos, pero en general se espera que disminuya a lo largo del primer año tras la muerte. Si los síntomas persisten a un nivel clínicamente significativo durante al menos 12 meses en adultos y seis meses en niños y adolescentes, puede clasificarse como PGD.
Sí, existen tratamientos eficaces para el DGP. El tratamiento del duelo prolongado y complicado puede incluir enfoques psicoterapéuticos (como la terapia cognitivo-conductual o la terapia del duelo complicado), medicación (antidepresivos), grupos de apoyo y estrategias de autocuidado como la atención plena.