Pautas de tratamiento de la depresión

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Escrito por Telita Montales el Sep 04, 2024.

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¿Qué es el trastorno depresivo mayor?

El trastorno depresivo mayor (TDM) es un trastorno de salud mental caracterizado por un estado de ánimo deprimido persistente y profundo o por la pérdida de interés por las actividades, lo que perjudica considerablemente la vida cotidiana. Comprender sus síntomas y causas es crucial para su detección y tratamiento precoces.

El MDD se caracteriza por una amplia gama de síntomas que afectan a las emociones, la salud física y la capacidad general de funcionamiento. Estos son algunos de los síntomas que deben estar presentes casi todos los días durante al menos dos semanas para que se diagnostique un MDD:

  • Tristeza persistente o bajo estado de ánimo: Una sensación continua de tristeza, vacío o llanto que no desaparece.
  • Falta de interés en actividades que antes disfrutaba: Una pérdida notable de interés o placer en todas o casi todas las actividades, incluidas las aficiones, las actividades sociales o el sexo.
  • Cambios significativos en el apetito o el peso: Esto puede incluir la pérdida de peso cuando no se está a dieta o el aumento de peso debido a cambios en los hábitos alimentarios, como la falta de interés por la comida o comer en exceso.
  • Cambios en los patrones de sueño: Dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido (insomnio), o dormir demasiado (hipersomnia).
  • Fatiga o pérdida de energía: Sensación de cansancio excesivo o falta de energía para realizar incluso tareas sencillas, lo que conlleva una reducción significativa de la productividad diaria.
  • Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva: Críticas duras hacia uno mismo por defectos y errores percibidos. Este síntoma suele ser irracional y desproporcionado.
  • Dificultad para concentrarse, tomar decisiones o recordar: La dificultad para concentrarse, tomar decisiones o recordar detalles conduce a tareas ineficaces que requieren un esfuerzo cognitivo.
  • Agitación o retraso psicomotor: Inquietud observable (como incapacidad para estarse quieto, pasearse de un lado a otro, retorcerse las manos) o, por el contrario, una ralentización del pensamiento, el habla y los movimientos físicos.
  • Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio: Pensamientos frecuentes sobre la muerte, ideación suicida sin un plan específico, o un intento de suicidio o un plan específico para suicidarse.

Estos síntomas deben causar un malestar significativo o un deterioro social, laboral o de otras áreas importantes del funcionamiento para ser considerados parte del MDD. También es importante tener en cuenta que estos síntomas no pueden atribuirse a los efectos fisiológicos de una sustancia (por ejemplo, una droga de abuso, un medicamento) o a otra afección médica (por ejemplo, hipotiroidismo).

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Causas

Las causas del trastorno depresivo mayor grave TDM son complejas y polifacéticas, e integran dimensiones genéticas, biológicas, ambientales y psicológicas.

Factores genéticos

Las investigaciones indican que la genética desempeña un papel importante en el riesgo de desarrollar un TDPM. Los individuos con antecedentes familiares de depresión grave tienen más probabilidades de padecerla ellos mismos, lo que sugiere un componente hereditario. Genes específicos asociados a la regulación de los neurotransmisores pueden influir en la susceptibilidad a la depresión mayor, aunque no hay un único gen responsable.

Factores biológicos

Los desequilibrios de los neurotransmisores en el cerebro, en particular los que afectan a la serotonina, la norepinefrina y la dopamina, están estrechamente relacionados con el MDD. Estas sustancias químicas ayudan a regular el estado de ánimo, y un desequilibrio puede provocar síntomas depresivos. Además, en las personas con MDD se han observado cambios en la estructura y función cerebrales, en áreas responsables de la regulación del estado de ánimo, como el córtex prefrontal y el hipocampo.

Factores ambientales y psicológicos

Acontecimientos vitales estresantes como la pérdida de un ser querido, experiencias traumáticas, problemas económicos o cambios vitales significativos pueden desencadenar el MDD en individuos predispuestos al trastorno. Los aspectos psicológicos, incluidos los rasgos de personalidad como la baja autoestima y ser excesivamente dependiente, autocrítico o pesimista, también desempeñan un papel.

Cambios hormonales

Las fluctuaciones en los niveles hormonales, especialmente durante la pubertad, el embarazo, el posparto y la menopausia, también pueden desencadenar episodios depresivos. Afecciones como los trastornos tiroideos, que afectan al equilibrio hormonal, pueden contribuir igualmente a la aparición del MDD.

Comprender las causas del MDD es vital para desarrollar estrategias de tratamiento eficaces y apoyar a los afectados por el trastorno para que busquen ayuda antes de que progrese.

¿Qué problemas puede acarrear este trastorno si no se trata?

El trastorno depresivo mayor (TDM) no tratado puede tener repercusiones profundas y duraderas en la salud, el bienestar y la calidad de vida de una persona, provocando graves problemas sanitarios y sociales.

Dolor crónico y problemas de salud física

La depresión puede exacerbar enfermedades físicas y provocar nuevos problemas de salud. El dolor crónico es común, y afecciones como las enfermedades cardiacas, la diabetes y los derrames cerebrales se han relacionado con la depresión no tratada, probablemente debido al descuido de la salud y a los efectos fisiológicos del estrés en el organismo.

Abuso de sustancias

Los individuos con MDD no tratado pueden recurrir al alcohol o a las drogas como forma de automedicarse, intentando aliviar sus síntomas temporalmente. Esto puede conducir a trastornos por abuso de sustancias, complicando aún más la depresión y haciendo que sea más difícil de tratar.

Mayor riesgo de suicidio

Quizá la consecuencia más alarmante de una depresión no tratada sea un mayor riesgo de suicidio. Los sentimientos persistentes de desesperanza y desesperación pueden llevar a algunos individuos a creer que el suicidio es la única salida, lo que subraya la importancia de una intervención y un tratamiento tempranos.

Problemas sociales y de relación

La depresión puede tensar las relaciones con la familia y los amigos, provocando aislamiento y empeorando el funcionamiento social. La incapacidad para mantener relaciones puede crear un ciclo de soledad y empeoramiento de los síntomas depresivos y psicóticos.

Impacto en el rendimiento laboral y académico

El MDD puede afectar gravemente a la capacidad de un individuo para rendir en el trabajo o en la escuela, provocando absentismo, disminución de la productividad e incluso la pérdida del empleo o el fracaso académico.

Dejar el MDD sin tratar puede conducir a una espiral descendente de empeoramiento de los síntomas y consecuencias que alteren la vida. La detección y el tratamiento precoces son cruciales para prevenir estos resultados y ayudar a las personas a llevar una vida sana y productiva.

Diagnóstico de la MDD

El proceso de diagnóstico del trastorno depresivo mayor (TDM) es meticuloso y exhaustivo, y garantiza que el diagnóstico sea preciso y que se descarten otras posibles afecciones psiquiátricas. Este procedimiento es fundamental para desarrollar un plan de tratamiento eficaz adaptado a las necesidades y circunstancias del individuo.

  • Evaluaciones clínicas: El recorrido diagnóstico comienza con unas evaluaciones clínicas exhaustivas, que abarcan un historial médico completo y un examen físico. Este paso inicial ayuda a identificar cualquier afección médica que pudiera imitar o contribuir a los síntomas depresivos, como trastornos tiroideos o deficiencias vitamínicas.
  • Entrevistas psiquiátricas: Los profesionales de la salud mental realizan entrevistas psiquiátricas en profundidad para conocer en detalle los síntomas del paciente, cómo afectan a su vida diaria y su duración. Estas conversaciones son cruciales para evaluar la gravedad de la depresión y para comprender el historial de salud mental del paciente.
  • Criterios diagnósticos del DSM-5: Para confirmar un diagnóstico de MDD, los clínicos se remiten al Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición (DSM-5). El DSM-5 proporciona criterios específicos para el MDD, incluida la presencia de un estado de ánimo deprimido o pérdida de interés por las actividades durante la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas, junto con otros síntomas como cambios en el peso o el apetito, trastornos del sueño y sentimientos de inutilidad.
  • Diferenciación de otros trastornos psiquiátricos: Una parte esencial del diagnóstico consiste en diferenciar el TDM de otros trastornos mentales como el trastorno bipolar, los trastornos de ansiedad o los trastornos de adaptación. Esta distinción es fundamental porque influye en el enfoque del tratamiento y en el pronóstico.

Siguiendo estos pasos, los profesionales de la salud pueden diagnosticar con precisión el TDM, allanando el camino para un tratamiento eficaz y el apoyo a los afectados por esta difícil enfermedad.

¿Cómo tratan los profesionales la depresión?

El objetivo del tratamiento no es sólo aliviar los síntomas sino también restablecer el funcionamiento y prevenir las recaídas. Los planes de tratamiento son muy individualizados y tienen en cuenta la gravedad del trastorno, las preferencias personales del paciente y su estado de salud general.

  • Medicación: Los antidepresivos son la piedra angular del tratamiento del MDD, siendo a menudo los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (SSRI) la primera línea de terapia. Otras opciones de medicación pueden ser los Inhibidores de la Recaptación de Serotonina-Norepinefrina (IRSN), los antidepresivos tricíclicos y los antidepresivos atípicos. La elección de la medicación depende del perfil sintomático del paciente, los efectos secundarios y la respuesta a tratamientos psicológicos previos.
  • Psicoterapia: También conocida como terapia de conversación, la psicoterapia es eficaz en el tratamiento del TDM, especialmente en los casos leves a moderados. La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia interpersonal (TIP) se encuentran entre las formas de psicoterapia más investigadas y recomendadas para la depresión. Estas terapias ayudan a los individuos a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamientos negativos y a desarrollar estrategias de afrontamiento.
  • Cambios en el estilo de vida: La incorporación de cambios saludables en el estilo de vida puede influir significativamente en el tratamiento de la depresión. Se fomenta la actividad física regular, una dieta equilibrada, un sueño adecuado y técnicas de reducción del estrés para mejorar el estado de ánimo y el bienestar general.
  • Tratamientos avanzados: Para los casos graves de MDD o cuando los tratamientos estándar son ineficaces, los profesionales pueden considerar opciones avanzadas como la Terapia Electroconvulsiva (ECT), la Estimulación Magnética Transcraneal Repetitiva (rTMS) o las infusiones de Ketamina. Estos tratamientos pueden ofrecer alivio para la depresión resistente al tratamiento.
  • Atención integrada: Un enfoque de atención integrada que incluya la supervisión y el ajuste de los planes de tratamiento, que ofrezca apoyo para hacer frente a los efectos secundarios de la medicación y que oriente sobre los ajustes del estilo de vida es crucial para el éxito de la gestión del MDD.

Empleando una estrategia de tratamiento integral que combine medicación, psicoterapia, cambios en el estilo de vida y, cuando sea necesario, tratamientos avanzados, los profesionales pueden ofrecer a las personas con MDD las mejores posibilidades de recuperación y de volver a una vida plena.

¿Qué guías de tratamiento deben seguir?

Los Profesionales de la salud que tratan el Trastorno Depresivo Mayor (TDM) se adhieren a un conjunto de Guías de Práctica Clínica para garantizar que todos los pacientes reciben una atención estandarizada y basada en pruebas. A continuación se indican algunas de las guías clínicas más cruciales que deben seguir los profesionales, que son componentes vitales de cualquier plantilla de tratamiento integral de la depresión.

Evaluación inicial y diagnóstico

Una evaluación psiquiátrica exhaustiva, que incluya una historia clínica detallada y una revisión de los síntomas, para confirmar el diagnóstico de MDD y descartar otros trastornos de salud mental. Utilización sistemática de escalas de valoración estandarizadas para evaluar la gravedad de los síntomas depresivos y su impacto en el funcionamiento del paciente. Identificación y gestión de cualquier afección psiquiátrica o médica comórbida que pudiera afectar al tratamiento del TDM.

Selección de la modalidad de tratamiento inicial.

Implicar al paciente en las decisiones sobre el tratamiento, teniendo en cuenta sus preferencias, antecedentes y posibles efectos secundarios. La elección de la modalidad de tratamiento inicial más adecuada, basada en la evidencia clínica y las recomendaciones de las guías, puede incluir medicación, psicoterapia o una combinación de ambas.

Aplicación del tratamiento

Si se opta por la medicación para la depresión, los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) suelen recomendarse como tratamiento de primera línea por su eficacia y perfil de seguridad. La elección de los antidepresivos puede ajustarse en función de la respuesta del paciente y de los efectos secundarios.

Deben ofrecerse a los pacientes psicoterapias basadas en la evidencia, como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) o la Terapia Interpersonal (TIP), especialmente a aquellos con depresión de leve a moderada. Citas regulares de seguimiento para controlar la respuesta al tratamiento, los efectos secundarios y cualquier cambio en el estado del paciente. Esto puede implicar ajustar el plan de tratamiento según sea necesario.

Gestión de la depresión resistente al tratamiento

Confirmar el cumplimiento del tratamiento y la exactitud del diagnóstico y garantizar el cumplimiento del tratamiento prescrito. Considerar la adición de otro medicamento (como un antipsicótico atípico) o combinar diferentes modalidades terapéuticas para mejorar la respuesta al tratamiento.

Consideración de terapias avanzadas

Para los pacientes con depresión grave o resistente al tratamiento, podrían considerarse opciones terapéuticas avanzadas como la Terapia Electroconvulsiva (TEC), la Estimulación Magnética Transcraneal Repetitiva (EMTr) o las infusiones de Ketamina.

Seguridad y gestión de riesgos

Realización de evaluaciones periódicas para detectar ideaciones o comportamientos suicidas, especialmente durante el inicio del tratamiento y los cambios de terapia. Poner en práctica estrategias para abordar los posibles problemas de seguridad, incluida la información de contacto de emergencia y los recursos de intervención en caso de crisis.

Siguiendo estas exhaustivas guías de práctica clínica, los profesionales de la salud pueden ofrecer los cuidados más eficaces y personalizados a las personas que padecen MDD, mejorando así sus posibilidades de recuperación y su calidad de vida.

¿Cómo funciona nuestra plantilla de Guías de tratamiento de la depresión?

Comenzando con la descarga de la plantilla Carepatron, nuestras Guías de tratamiento de la depresión para imprimir ofrecen un enfoque paso a paso para tratar eficazmente el trastorno depresivo mayor (TDM). Esta guía estructurada ayuda a los Profesionales de la salud en cada fase del diagnóstico y el tratamiento, garantizando una atención integral. He aquí cómo funciona:

  1. Evaluación inicial: La plantilla comienza con procedimientos detallados para llevar a cabo una evaluación inicial de los pacientes que presentan síntomas de TDPM, guiando a los clínicos en la recopilación de la historia del paciente y la realización de una evaluación exhaustiva.
  2. Criterios diagnósticos: Tras la evaluación, se exponen los criterios diagnósticos del TDM, incluidos los síntomas clave y la duración necesaria para un diagnóstico formal, basándose en las guías del DSM-5.
  3. Tratamientos recomendados: Enumera las opciones de tratamiento recomendadas, desde tratamientos de primera línea como los ISRS hasta terapias alternativas, proporcionando una base para desarrollar un plan de tratamiento a medida.
  4. Métodos diagnósticos y pruebas: La plantilla incluye una sección sobre métodos diagnósticos y pruebas esenciales que pueden ayudar a confirmar un diagnóstico de MDD o a identificar otros factores contribuyentes.
  5. Códigos CIE y CPT: Para facilitar la documentación y la facturación, integra los códigos pertinentes de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) y la Terminología de Procedimiento Actual (CPT) relacionados con la depresión, que son cruciales para los profesionales de la salud.
  6. Personalización de la atención: Las casillas de comentarios adicionales son exclusivas de esta Plantilla. Estos espacios permiten incluir notas individuales del paciente, ajustes en el plan de tratamiento y consideraciones específicas que puedan afectar a la atención, haciendo hincapié en el tratamiento personalizado.
  7. Revisión y ajustes: El último paso consiste en revisar los progresos del paciente y realizar los ajustes necesarios en el plan de tratamiento. Este proceso iterativo garantiza que la atención siga respondiendo a las necesidades cambiantes del paciente.

Esta plantilla paso a paso de Carepatron no es sólo una guía, sino una herramienta integral diseñada para mejorar la calidad de la atención a las personas con TDM, lo que la convierte en un recurso inestimable para los profesionales de la salud mental.

¿Cuáles son los tratamientos más habituales para este trastorno?

El tratamiento del trastorno depresivo mayor (TDM) implica un enfoque polifacético, que combina diversos métodos para abordar la compleja naturaleza de la depresión. Estos son algunos de los tratamientos más utilizados:

Prescripción de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)

Los ISRS, como la fluoxetina, la sertralina y el citalopram, se utilizan con frecuencia como primera línea de tratamiento para el MDD. Se prefieren por su eficacia para aliviar los síntomas depresivos y su perfil de efectos secundarios relativamente leve en comparación con los antidepresivos más antiguos.

Terapia electroconvulsiva (TEC)

La TEC es un tratamiento eficaz para la MDD grave o la depresión resistente al tratamiento. Consiste en una breve estimulación eléctrica del cerebro mientras el paciente está anestesiado. A pesar de las ideas erróneas, es segura y puede proporcionar rápidas mejoras en los casos graves.

Estimulación magnética transcraneal repetitiva (EMTr)

La EMTr es una terapia no invasiva que utiliza campos magnéticos para estimular las células nerviosas del cerebro. Es especialmente útil para los pacientes que no responden bien a los antidepresivos o no toleran sus efectos secundarios.

Tratamiento antidepresivo

Además de los ISRS, esta categoría incluye los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), los antidepresivos tricíclicos y los inhibidores de la monoaminooxidasa, elegidos en función del perfil sintomático del paciente, los efectos secundarios y los antecedentes personales y familiares de tratamiento.

Terapia cognitivo-conductual (TCC)

La TCC es un tratamiento psicoterapéutico que ayuda a los pacientes a identificar y cambiar los patrones de pensamiento destructivos o perturbadores que influyen negativamente en el comportamiento y las emociones. Es especialmente eficaz para la depresión de leve a moderada.

Terapia interpersonal (TIP)

La TIP se centra en mejorar las relaciones interpersonales y los patrones de comunicación. Ayuda a los pacientes a comprender y navegar por los problemas interpersonales que contribuyen a su depresión.

Terapia dialéctica conductual (TDC)

La DBT es una forma de TCC que combina técnicas cognitivo-conductuales estándar para la regulación de las emociones con conceptos de tolerancia a la angustia, aceptación y conciencia plena derivados en gran medida de la práctica meditativa budista.

Terapia psicodinámica

Esta terapia se centra en aumentar la conciencia de los pacientes sobre sus pensamientos y comportamientos inconscientes, desarrollar nuevas percepciones sobre sus motivaciones y resolver conflictos. Puede ser especialmente útil para quienes tienen un historial de relaciones problemáticas o traumas.

Modificaciones del estilo de vida

Fomentar cambios en el estilo de vida puede influir significativamente en el tratamiento de la depresión. Esto incluye el ejercicio físico regular, una dieta sana, un sueño adecuado y prácticas de atención plena. Estos cambios pueden mejorar el estado de ánimo y el bienestar general.

Counseling de apoyo

El Counseling de apoyo proporciona apoyo emocional y comprensión a las personas con MDD, ofreciéndoles un espacio seguro para expresar sus sentimientos y preocupaciones. Beneficia a los pacientes que buscan hacer frente al estrés diario y a los retos emocionales.

Ácidos grasos omega-3

La suplementación con ácidos grasos omega-3, presentes en el aceite de pescado, se ha explorado como tratamiento complementario para el MDD. Algunos estudios sugieren que puede tener un efecto beneficioso sobre el estado de ánimo y los síntomas depresivos.

Terapia de luz

Utilizada principalmente para el Trastorno Afectivo Estacional (TAE), una forma de depresión que se produce en una época concreta del año, la terapia lumínica consiste en la exposición a luz artificial. Sin embargo, también puede beneficiar a la depresión no estacional.

Terapia de grupo

La terapia de grupo proporciona una plataforma para que las personas que experimentan problemas similares compartan sus experiencias, ofreciéndose apoyo y comprensión mutuos. Puede ser especialmente eficaz para reducir los sentimientos de aislamiento.

Estrategias de aumento de la medicación

Para la depresión resistente al tratamiento, las estrategias de aumento, como añadir un segundo antidepresivo de una clase diferente, un estabilizador del estado de ánimo o un antipsicótico, pueden ser eficaces para mejorar la respuesta al tratamiento primario.

Estos tratamientos representan un amplio espectro de opciones disponibles para las personas que padecen TDM, lo que pone de relieve la importancia de un enfoque terapéutico personalizado que tenga en cuenta las necesidades, preferencias y circunstancias únicas de cada paciente.

¿Puede curarse la depresión?
¿Puede curarse la depresión?

Preguntas Frecuentes

¿Puede curarse la depresión?

Aunque la MDD puede ser un reto a largo plazo, muchos individuos encuentran un alivio significativo a través del tratamiento, logrando la remisión de los síntomas y una mejor calidad de vida.

¿Se puede personalizar el tratamiento de la depresión?

Los planes de tratamiento son muy individualizados y tienen en cuenta los factores clínicos, la gravedad de los síntomas, los antecedentes de tratamiento y las preferencias del paciente.

¿Pueden los cambios en el estilo de vida complementar el tratamiento de la depresión?

Por supuesto. La dieta, el ejercicio, el sueño y el control del estrés son componentes cruciales de un plan de tratamiento integral.

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