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Una introducción al trauma

El trauma, en el contexto médico, abarca un amplio espectro de lesiones físicas y psicológicas resultantes de una gran variedad de incidentes. La clasificación de trauma no se limita a los estereotipados sucesos de catástrofes, ataques o accidentes, sino que se extiende para abarcar cualquier acontecimiento que desborde la capacidad de un individuo para afrontarlo. Entender el trauma implica reconocer sus diversas manifestaciones y comprender los vínculos entre la mente, el cuerpo y el entorno.

El trauma físico suele referirse a las lesiones sufridas debido a fuerzas externas, como caídas, accidentes o violencia. Estas lesiones pueden ir desde pequeños cortes y magulladuras hasta fracturas graves, traumatismos craneoencefálicos o daños en los órganos internos. La gravedad de los traumas físicos varía y su impacto puede extenderse más allá de la lesión inmediata, influyendo en los resultados de salud a largo plazo.

El trauma psicológico, por otra parte, implica el peaje emocional y mental de acontecimientos angustiosos. Puede ser el resultado de experiencias como abusos, abandono, accidentes, desastres naturales o presenciar actos de violencia. El trauma psicológico puede dar lugar a una serie de respuestas emocionales, como el shock, la ansiedad, la depresión o el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Los efectos del trauma psicológico pueden persistir mucho tiempo después del suceso desencadenante, influyendo en el bienestar mental y la calidad de vida general del individuo.

En algunos casos, el trauma implica una combinación de elementos físicos y psicológicos, lo que crea una compleja interacción de retos tanto para los individuos como para los profesionales de la salud. La respuesta del organismo al trauma, conocida como respuesta al estrés, implica intrincados cambios fisiológicos destinados a la supervivencia. Sin embargo, las respuestas al estrés prolongadas o intensas pueden contribuir al desarrollo de afecciones crónicas y agravar los problemas médicos existentes.

Profesionales de la salud deben abordar el trauma con una perspectiva holística, reconociendo la interconexión de los aspectos físicos y psicológicos. El campo de la traumatología hace hincapié no sólo en el tratamiento de las lesiones inmediatas, sino también en la consideración de las consecuencias a largo plazo y en la prestación de una atención integral para apoyar la recuperación.

Comprender el trauma implica reconocer su naturaleza subjetiva. Lo que puede ser traumático para un individuo puede no serlo para otro. Factores como la resiliencia, las condiciones de salud mental preexistentes y los sistemas de apoyo social desempeñan papeles fundamentales a la hora de determinar la respuesta de un individuo al trauma.

Profesionales de la salud que abordan el trauma requieren un enfoque multidisciplinar, integrando intervenciones de salud física y mental para promover una sanación integral. Reconocer el impacto omnipresente del trauma dentro de los entornos sanitarios permite una atención al paciente más empática y eficaz, fomentando un entorno de colaboración para la recuperación y la resiliencia.

Trauma y autolesión

Desde una perspectiva psicológica, el vínculo entre el trauma y las autolesiones es intrincado y tiene sus raíces en las complejas formas que tienen los individuos de enfrentarse a un dolor emocional abrumador. El trauma, definido como la respuesta emocional y psicológica a acontecimientos angustiosos que superan la propia capacidad de afrontamiento, puede conducir a una serie de resultados adversos, y las autolesiones surgen a menudo como un mecanismo de afrontamiento inadaptado tras el trauma. A continuación se describen los vínculos entre el trauma y las autolesiones:

Mecanismo de afrontamiento

Las personas que han sufrido un trauma pueden luchar contra emociones abrumadoras, recuerdos o una sensación generalizada de angustia. Las autolesiones, como cortarse o quemarse, pueden servir como forma de hacer frente a estos sentimientos intensos. El dolor físico resultante de la autolesión puede proporcionar una distracción temporal del dolor emocional o una expresión tangible de la agitación interior.

Regulación de las emociones

El trauma puede alterar la regulación emocional, lo que dificulta que los individuos gestionen sus sentimientos de forma eficaz. La autolesión puede servir como medio para recuperar una sensación de control sobre las emociones, ofreciendo un respiro momentáneo del caos emocional. El acto de autolesionarse puede crear una expresión tangible y visible del dolor interno que de otro modo puede ser difícil de articular.

Expresión del dolor tácito

El trauma a menudo implica experiencias que son difíciles de expresar con palabras. La autolesión puede convertirse en un lenguaje no verbal para expresar el dolor, dando salida a emociones que se sienten abrumadoras o inexpresables. Las heridas físicas pueden simbolizar las heridas invisibles del trauma, permitiendo a los individuos exteriorizar sus luchas internas.

Autocastigo y culpa

Algunos individuos que han sufrido un trauma pueden albergar sentimientos de culpa, vergüenza o autoinculpación. La autolesión puede convertirse en una forma de castigarse o en un método de exteriorizar emociones negativas interiorizadas. Puede ser un intento inconsciente de hacer frente a los sentimientos de indignidad o de buscar alivio a la culpa abrumadora asociada al acontecimiento traumático.

Control y empoderamiento

El trauma puede hacer que los individuos sientan una profunda pérdida de control. Incurrir en autolesiones puede, paradójicamente, proporcionar una sensación de control y agencia, permitiendo a los individuos dictar el alcance y la naturaleza de su dolor. De este modo, la autolesión se convierte en una forma de recuperar un mínimo de control tras las experiencias traumáticas.

Comprender el vínculo entre el trauma y las autolesiones es crucial para los profesionales de la salud mental que trabajan con personas que se autolesionan. Un tratamiento eficaz implica abordar el trauma subyacente, desarrollar mecanismos de afrontamiento más sanos y fomentar la resiliencia para reducir la dependencia de las autolesiones como estrategia inadaptada para gestionar el dolor emocional.

Signos y síntomas de que su paciente tiene un comportamiento autolesivo

Reconocer los signos y síntomas de un comportamiento autolesivo en un paciente es crucial para que los profesionales de la salud puedan proporcionarle el apoyo y la intervención adecuados. Aunque no es exhaustiva, la siguiente lista esboza los indicadores comunes de que un individuo puede estar incurriendo en conductas autolesivas:

Cortes, hematomas o quemaduras inexplicables

Las lesiones visibles, sobre todo cuando no concuerdan con la explicación del individuo, pueden ser indicativas de un daño autoinfligido. Notar con regularidad heridas inexplicables, especialmente en zonas ocultas, debe ser motivo de preocupación.

Uso frecuente de ropa que oculta

Los individuos que se autolesionan pueden llevar ropa que oculte su cuerpo, incluso cuando hace calor. Pueden llevar mangas largas o pantalones para ocultar cicatrices o heridas recientes.

Aislamiento y retraimiento

Un mayor retraimiento social o aislamiento puede ser un signo de que el individuo está luchando contra el dolor emocional. Puede que eviten actividades o situaciones que normalmente les proporcionarían alegría o que se dediquen a una mayor soledad.

Inestabilidad emocional

Los cambios de humor frecuentes e intensos, los arrebatos emocionales o las expresiones de desesperanza pueden ser indicadores de una angustia emocional subyacente. Los cambios repentinos de conducta o comportamiento pueden sugerir la presencia de conductas autolesivas.

Dificultad en las relaciones

Las relaciones interpersonales tensas, los conflictos con la familia o los amigos y la dificultad para formar o mantener vínculos podrían estar relacionados con los desafíos emocionales asociados a las autolesiones.

Pruebas de herramientas para autolesionarse

Descubrir artículos como navajas, cuchillos u otros objetos afilados entre las pertenencias del individuo puede sugerir un riesgo de comportamiento autolesivo. La presencia de estas herramientas debe abordarse con preocupación.

Excusas frecuentes o explicaciones poco convincentes

Los individuos pueden ofrecer explicaciones vagas o incoherentes sobre las lesiones, descartándolas como accidentes. Preste atención si estas explicaciones parecen improbables o cambian con frecuencia.

Preocupación por el dolor o la muerte

Expresar una preocupación por temas de dolor, muerte o autolesiones en la conversación, el arte, la escritura o las actividades en línea puede ser señal de las luchas internas de un individuo.

Comportamiento reservado

Participar en conductas reservadas o ritualistas, como visitas frecuentes al baño o insistencia en la privacidad, puede ser un indicio de actividades autolesivas.

Aumento del abuso de sustancias

El abuso de sustancias puede estar entrelazado con las autolesiones, ya que los individuos pueden consumir drogas o alcohol para hacer frente al dolor emocional. Debe observarse una escalada en el consumo de sustancias.

Es importante abordar la identificación del comportamiento autolesivo con sensibilidad y empatía. Si los Profesionales de la salud o las personas preocupadas observan estos signos, es aconsejable entablar una comunicación abierta y sin prejuicios, animando al individuo a buscar ayuda profesional. Una intervención y un apoyo rápidos pueden ser fundamentales para guiar al individuo hacia mecanismos de afrontamiento más sanos y hacia el bienestar psicológico.

¿Cuándo debe aplicarse esta escala?

La Escala de trauma por autolesión (Escala SIT) es una herramienta clínica diseñada para evaluar el impacto del comportamiento autolesivo en individuos que se autolesionan. Suelen utilizarla profesionales de la salud mental, como psicólogos, psiquiatras o consejeros, para recabar información sobre la gravedad y las consecuencias de las autolesiones. La aplicación de la Escala SIT puede considerarse en diversos contextos clínicos, entre ellos:

Evaluación inicial

Los profesionales de la salud mental pueden utilizar la Escala SIT durante la evaluación inicial de individuos que revelan un historial de autolesiones o se presentan con heridas autoinfligidas. Esto puede ayudar a reunir información de referencia sobre la naturaleza y el alcance de las conductas autolesivas.

Planificación del tratamiento

La Escala SIT puede emplearse como parte del proceso de planificación del tratamiento. Al evaluar el trauma asociado a las autolesiones, los profesionales de la salud mental pueden adaptar las intervenciones y los enfoques terapéuticos para abordar las necesidades y los retos específicos a los que se enfrenta el individuo.

Seguimiento y control del progreso

La administración periódica de la Escala SIT permite a los profesionales de la salud mental supervisar los cambios en el comportamiento autolesivo a lo largo del tiempo. Esta evaluación continua puede ayudar a calibrar la eficacia de las intervenciones terapéuticas y a identificar las áreas que pueden requerir más atención.

Intervención en crisis

En situaciones en las que los individuos se encuentran en crisis o experimentan una angustia aguda relacionada con las autolesiones, la Escala SIT puede proporcionar un marco estructurado para comprender el impacto inmediato del comportamiento. Esta información puede orientar las estrategias de intervención en crisis.

En entornos hospitalarios o residenciales

Los profesionales de la salud mental que trabajan en entornos de hospitalización o residenciales, donde los individuos pueden estar recibiendo cuidados intensivos de salud mental, pueden utilizar la Escala SIT para evaluar y abordar el trauma por autolesión en el contexto de un entorno de tratamiento estructurado.

Investigación y estudios clínicos

Los investigadores y clínicos que participan en estudios relacionados con las autolesiones pueden utilizar la Escala SIT para medir el impacto de los comportamientos autolesivos en poblaciones específicas. Esto puede contribuir a una comprensión más profunda de las consecuencias psicológicas y emocionales de las autolesiones.

Es importante señalar que la decisión de aplicar la Escala SIT debe basarse en el juicio clínico y en las necesidades individuales del cliente. La escala es una herramienta para recopilar información y orientar el tratamiento, no una herramienta de diagnóstico independiente. Además, las consideraciones éticas, incluida la obtención del consentimiento informado y la garantía del bienestar del individuo, deben ser prioritarias a la hora de utilizar herramientas de evaluación como la Escala SIT en la práctica clínica.

Próximos pasos: tratamiento del trauma

Los siguientes pasos en el tratamiento del trauma por autolesión dependen de las necesidades específicas del individuo, de la gravedad de sus conductas autolesivas y de las causas subyacentes de su trauma. Es crucial subrayar que la orientación profesional es esencial para desarrollar un plan de tratamiento a medida. A continuación se indican los pasos generales que podrían considerarse:

  • Evaluación exhaustiva: Realice una evaluación exhaustiva para conocer el historial del individuo, su salud mental, sus experiencias traumáticas y los factores que contribuyen a que se autolesione. Esto puede implicar la colaboración entre profesionales de la salud mental, incluidos psicólogos, psiquiatras o terapeutas.
  • Planificación de la seguridad: Establezca un plan de seguridad para abordar las preocupaciones inmediatas relacionadas con las autolesiones. Identifique estrategias de afrontamiento, redes de apoyo y métodos de intervención en crisis para garantizar la seguridad del individuo durante los momentos difíciles.
  • Psicoterapia: Participe en psicoterapia, en particular en enfoques basados en pruebas como la terapia dialéctica conductual (TDC), la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia centrada en el trauma. Estas terapias pretenden abordar el dolor emocional y el trauma subyacentes y enseñar mecanismos de afrontamiento más saludables.
  • Intervenciones centradas en el trauma: Si el trauma es un factor significativo, las intervenciones centradas en el trauma, como la Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR) o la TCC centrada en el trauma, pueden ser beneficiosas para procesar y resolver las experiencias traumáticas.
  • Manejo médico: La gestión de la medicación puede considerarse en función de la salud mental y los síntomas del individuo. Pueden recetarse antidepresivos, estabilizadores del estado de ánimo o ansiolíticos para tratar las afecciones psiquiátricas subyacentes.
  • Terapia de grupo y apoyo: La participación en terapia de grupo, grupos de apoyo o redes de apoyo entre iguales puede proporcionar un sentimiento de comunidad y comprensión. Compartir experiencias con otras personas que han luchado contra las autolesiones puede reducir los sentimientos de aislamiento.
  • Implicación de la familia: Implicar a los miembros de la familia en el proceso de tratamiento puede ser esencial, ya que fomenta la comprensión, el apoyo y la comunicación abierta. La terapia familiar puede ayudar a abordar la dinámica relacional y mejorar el sistema de apoyo general.
  • Desarrollo de habilidades y estrategias de afrontamiento: Trabaje en el desarrollo de estrategias de afrontamiento saludables para sustituir los comportamientos autolesivos. Esto puede incluir el aprendizaje de habilidades de regulación de las emociones, técnicas de atención plena y estrategias de gestión del estrés.
  • Abordar los problemas concurrentes: Si existen problemas concurrentes como el abuso de sustancias, trastornos alimentarios u otras afecciones mentales, deben abordarse simultáneamente dentro del plan de tratamiento.
  • Seguimiento y ajuste continuos: Supervise regularmente los progresos del individuo y ajuste el plan de tratamiento según sea necesario. La flexibilidad en el enfoque permite modificaciones basadas en la respuesta del individuo a las intervenciones y a las circunstancias cambiantes.
  • Colaboración con los profesionales de la salud: Garantice la colaboración entre los profesionales de la salud mental, los médicos de atención primaria y otros proveedores de la salud implicados en el cuidado del individuo. Esto promueve un enfoque holístico del tratamiento.

Recuerde que el proceso de tratamiento es altamente individualizado y que lo que funciona para una persona puede diferir. La participación de un profesional de la salud mental capacitado y compasivo es crucial para guiar y apoyar al individuo en su camino hacia la recuperación del trauma de autolesionarse.

Investigación y pruebas

La autolesión no suicida (NSSI, por sus siglas en inglés) consiste en causar intencionadamente daño al propio cuerpo sin intención suicida (Nock & Favazza, 2009). Tradicionalmente, la NSSI se ha considerado un síntoma del trastorno límite de la personalidad desde su inclusión en la tercera edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-III; American Psychiatric Association, 1980). Sin embargo, investigaciones recientes cuestionan esta perspectiva, revelando que la NSSI está asociada a diversos trastornos internalizantes, externalizantes y de la personalidad y puede darse sin diagnósticos psiquiátricos específicos (Glenn y Klonsky, 2013).

La idea de que la NSSI está exclusivamente ligada al trastorno límite de la personalidad ha cambiado debido a las pruebas recientes que sugieren que la NSSI es un fenómeno transdiagnóstico. Los estudios indican que el riesgo de NSSI no difiere significativamente entre los distintos trastornos psiquiátricos (Bentley et al., 2015), lo que subraya su naturaleza diferenciada. Este reconocimiento se refleja en el DSM-5, que incluye la NSSI en la sección Condiciones para un estudio más profundo.

La NSSI es más prevalente entre las mujeres, y las muestras clínicas muestran diferencias de género más significativas (Hooley y Franklin, 2017). También es más probable que las mujeres utilicen el autocorte como método de NSSI. Existen diferencias étnicas y raciales en la prevalencia, y algunos estudios sugieren tasas más altas entre los individuos blancos y multirraciales. Las minorías sexuales y de género también muestran tasas más altas de NSSI (Hooley & Franklin, 2017).

Referencias

Asociación Americana de Psiquiatría. (1980). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (3ª ed.). Washington, DC: Autor.

Bentley, K. H., Cassiello-Robbins, C. F., Vittorio, L., Sauer-Zavala, S., & Barlow, D. H. (2015). La asociación entre la autolesión no suicida y los trastornos emocionales: Una revisión metaanalítica. Clinical Psicología Review, 37, 72-88. https://doi.org/10.1016/j.cpr.2015.02.006

Glenn, C. R., & Klonsky, E. D. (2013). Trastorno de autolesión no suicida: Una investigación empírica en pacientes psiquiátricos adolescentes. Journal of Clinical Child & Adolescent Psicología, 42(4), 496-507. https://doi.org/10.1080/15374416.2013.794699

Hooley, J. M., & Franklin, J. C. (2017). ¿Por qué se autolesionan las personas? Un nuevo modelo conceptual de la autolesión no suicida. Clinical Psychological Science, 6(3), 428-451. https://doi.org/10.1177/2167702617745641

Iwata, B. A., Pace, G. M., Kissel, R. C., Nau, P. A., & Farber, J. M. (1990). LA ESCALA DE TRAUMA POR AUTOLESIÓN (SIT): UN MÉTODO PARA CUANTIFICAR EL DAÑO TISULAR SUPERFICIAL CAUSADO POR LA CONDUCTA AUTOLESIVA. Journal of Applied Behavior Analysis, 23(1), 99-110. https://doi.org/10.1901/jaba.1990.23-99

Nock, M. K., & Favazza, A. R. (2009). Autolesiones no suicidas: Definición y clasificación. Entendiendo la autolesión no suicida: Origins, Assessment, and Treatment., 9-18. https://doi.org/10.1037/11875-001

¿Qué mide la Escala de autolesiones y traumatismos (Escala SIT) y por qué se utiliza?
¿Qué mide la Escala de autolesiones y traumatismos (Escala SIT) y por qué se utiliza?

Preguntas Frecuentes

¿Qué mide la Escala de autolesiones y traumatismos (Escala SIT) y por qué se utiliza?

La Escala SIT está diseñada para medir el impacto del comportamiento autolesivo en los individuos en términos de trauma. Evalúa las consecuencias psicológicas y emocionales de las autolesiones, proporcionando información sobre la gravedad del trauma asociado a las autolesiones. Los profesionales de la salud mental utilizan la Escala SIT para fundamentar la planificación del tratamiento, las estrategias de intervención y la supervisión del progreso en individuos que presentan conductas autolesivas.

¿Cómo se puntúa la Escala SIT de autolesiones y qué indican las puntuaciones?

La puntuación de la escala SIT suele basarse en una serie de guías proporcionadas por los creadores de la prueba. Los criterios específicos asignan puntuaciones a las respuestas individuales, que luego se agregan para generar una puntuación total. Las puntuaciones más altas suelen indicar un impacto más significativo del trauma relacionado con las autolesiones.

¿Es la Escala de autolesiones y traumatismos una herramienta de diagnóstico para las afecciones de salud mental?

No, la Escala SIT no es una herramienta de diagnóstico en sí misma. En su lugar, es un instrumento de evaluación utilizado por los profesionales de la salud mental para recopilar información sobre el impacto psicológico y emocional de las autolesiones. Aunque la escala proporciona información valiosa sobre las experiencias del individuo, un diagnóstico suele implicar una evaluación clínica exhaustiva que tenga en cuenta múltiples factores.

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