Plan de tratamiento para autolesión
Explore una herramienta útil para ayudar en la planificación de la seguridad y la gestión de crisis de los clientes que se autolesionan y mejorar sus resultados de salud.
¿Qué son las autolesiones?
La autolesión, también conocida como autolesión no suicida (NSSI, por sus siglas en inglés), se refiere a la imposición intencionada y directa de daño o lesión al propio cuerpo sin intención suicida (Klonsky et al., 2014). Es un comportamiento complejo que puede manifestarse de diversas formas, como cortarse, quemarse, arañarse, golpearse o interferir en la sanación de las heridas. La autolesión se utiliza a menudo como mecanismo de afrontamiento para hacer frente a emociones, pensamientos o situaciones intensas, y puede proporcionar temporalmente alivio o una sensación de control.
Es crucial comprender que la autolesión no es una enfermedad mental en sí misma, sino más bien un síntoma o un comportamiento asociado a una angustia psicológica subyacente, a un trauma o a trastornos de salud mental como la depresión, la ansiedad, el trastorno límite de la personalidad o el trastorno por estrés postraumático (TEPT) (Bentley et al., 2015). Aunque la autolesión no es un intento de suicidio, puede aumentar el riesgo de pensamientos y comportamientos suicidas, lo que la convierte en una preocupación importante para los profesionales de la salud.
Plan de tratamiento para autolesión
Plan de tratamiento para autolesión | Ejemplo
Ejemplos de conductas y acciones autolesivas
Las autolesiones pueden manifestarse de varias formas y es esencial ser consciente de los diferentes comportamientos y acciones que pueden llevar a cabo los individuos. Entre los ejemplos más comunes de comportamientos autolesivos se incluyen los siguientes:
Lesiones físicas directas
Esto incluye actos que dañan deliberadamente la superficie del cuerpo, como:
- Cortarse, arañarse o quemarse la piel con objetos afilados o fuentes de calor
- Magullarse a sí mismo con puñetazos, golpeando objetos o pellizcándose
- Arrancarse el pelo (tricotilomanía) que da lugar a calvas notables
- Morderse o arrancarse las costras para reabrir las heridas y prolongar la sanación
Abuso de sustancias
Consiste en abusar de sustancias como el alcohol, las drogas o los medicamentos de un modo que puede provocar daños físicos. Esto puede incluir tomar una sobredosis de medicamentos (no necesariamente con intención suicida) y consumir alcohol o drogas en exceso a pesar de las consecuencias negativas.
Comportamientos de riesgo
Adoptar comportamientos autolesivos con un alto potencial de causar lesiones sin tener en cuenta la seguridad, lo que incluye conducir de forma temeraria o a gran velocidad, autoinanición o purgarse en los trastornos alimentarios, mantener relaciones sexuales sin protección o participar en prácticas sexuales inseguras.
Tratamiento de las conductas autolesivas
A la hora de tratar las conductas autolesivas, es crucial adoptar un enfoque integral e individualizado. El plan de tratamiento debe abordar las causas subyacentes y los factores que contribuyen a la autolesión, así como proporcionar estrategias de afrontamiento eficaces y apoyo. A continuación se enumeran algunos aspectos clave a tener en cuenta:
- Psicoterapia: Diversas formas de psicoterapia han demostrado su eficacia en el tratamiento de las autolesiones. Terapia cognitivo-conductual (TCC) ayuda a las personas a identificar y modificar los patrones de pensamiento y los comportamientos negativos, mientras que La Terapia Dialéctica Conductual (TDC) se centra en el desarrollo de habilidades de regulación de las emociones y la tolerancia a la angustia. Otros enfoques, como Terapia de aceptación y compromiso (ACT) y el Tratamiento Basado en la Mentalización (MBT), también pueden ser beneficiosos.
- Medicación: En algunos casos, puede prescribirse medicación para controlar las enfermedades mentales subyacentes que contribuyen a las autolesiones. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los estabilizadores del estado de ánimo se utilizan habitualmente, pero es importante tener en cuenta que la medicación debe utilizarse junto con la psicoterapia.
- Estrategias de reducción de daños: Aunque el objetivo final es detener los comportamientos autolesivos, las estrategias de reducción de daños pueden minimizar el riesgo de lesiones y daños físicos. Éstas pueden incluir proporcionar alternativas seguras, como utilizar un rotulador rojo en lugar de cortarse o realizar actividades físicas como golpear un saco de boxeo.
- Regulación emocional y habilidades de afrontamiento: Es crucial enseñar a los individuos estrategias de afrontamiento eficaces y habilidades de regulación emocional. Esto puede implicar la práctica de la atención plena, ejercicios de respiración profunda, técnicas de distracción o el desarrollo de un sistema de apoyo.
- Apoyo familiar y social: Implicar a los miembros de la familia o a los seres queridos en el proceso de tratamiento puede ser beneficioso. Educarles sobre las autolesiones y proporcionarles recursos de apoyo puede crear un entorno más comprensivo y solidario para el individuo.
- Tratamiento hospitalario o ambulatorio intensivo: En casos graves o cuando existe un alto riesgo de suicidio, puede ser necesario un tratamiento hospitalario o ambulatorio intensivo para proporcionar un entorno seguro y estructurado al individuo.
¿Cómo identificar los factores desencadenantes de las autolesiones?
Identificar y comprender los factores desencadenantes que pueden llevar a comportamientos autolesivos es un aspecto crucial de un tratamiento y una prevención eficaces. Los desencadenantes de las autolesiones pueden variar de una persona a otra, pero algunos de los más comunes son:
- Desencadenantes emocionales: Las emociones intensas como la tristeza, la ira, la ansiedad o los sentimientos de vacío pueden actuar como desencadenantes de las autolesiones. Las personas pueden recurrir a las autolesiones como forma de afrontar o escapar de estas emociones abrumadoras.
- Desencadenantes interpersonales: Los conflictos, las discusiones o los problemas en las relaciones con la familia, los amigos o la pareja sentimental pueden desencadenar conductas autolesivas, especialmente en individuos que luchan con dificultades interpersonales.
- Desencadenantes ambientales: Ciertas situaciones o acontecimientos, como el estrés académico o laboral, el acoso escolar o las experiencias traumáticas, pueden aumentar el riesgo de autolesión.
- Desencadenantes situacionales: Determinadas situaciones o lugares pueden estar asociados a experiencias pasadas de autolesión, lo que los convierte en desencadenantes potenciales de futuros episodios autolesivos (Washburn et al., 2015).
- Desencadenantes internos: La autoconversación negativa, la autocrítica o una imagen distorsionada de uno mismo pueden contribuir a los pensamientos y comportamientos autolesivos.
Para identificar los desencadenantes, un profesional de la salud mental puede utilizar diversos métodos, como las técnicas de automonitorización, en las que las personas registran sus pensamientos, emociones y situaciones que rodean a los episodios de autolesión. La psicoterapia también puede ayudar a explorar y comprender las razones subyacentes y los desencadenantes de las autolesiones.
¿Qué suele incluir un plan de tratamiento de las autolesiones?
Un plan completo de tratamiento de las autolesiones suele incluir los siguientes componentes para garantizar que pueda ayudar a prevenir y responder a las preocupaciones sobre los comportamientos autolesivos:
Presentar las preocupaciones
Identificar los comportamientos autolesivos específicos, la frecuencia, la gravedad y cualquier factor de riesgo o desencadenante asociado es crucial para desarrollar un plan de tratamiento adecuado. Esta información ayuda a adaptar las intervenciones a las necesidades únicas del individuo.
Evaluación
Una evaluación exhaustiva es esencial para comprender los factores subyacentes que contribuyen a las autolesiones. Esto puede implicar evaluaciones psicológicas, médicas y la recopilación de información sobre la salud mental del individuo, su historial de traumas, sus mecanismos de afrontamiento y sus sistemas de apoyo.
Objetivos
Establecer objetivos realistas y mensurables es esencial para seguir los progresos y lograr los resultados deseados. Los objetivos pueden incluir la reducción de la frecuencia o la gravedad de las autolesiones, el desarrollo de mecanismos de afrontamiento saludables, la mejora de la regulación de las emociones y el tratamiento de las afecciones de salud mental subyacentes.
Intervenciones
Las intervenciones basadas en pruebas son esenciales en un plan de tratamiento eficaz. Éstas pueden incluir:
- Psicoterapia (por ejemplo, Terapia cognitivo-conductual, Terapia conductual dialéctica, Tratamiento basado en la mentalización, Terapia familiar)
- Gestión de la medicación (si es necesario, para enfermedades mentales concurrentes)
- Estrategias de reducción de daños (por ejemplo, alternativas seguras, cuidado de heridas)
- Regulación emocional y entrenamiento en habilidades de afrontamiento
- Implicación de la familia y del apoyo social
Seguimiento del progreso
La supervisión regular y las citas de seguimiento son cruciales para controlar los progresos, ajustar el plan de tratamiento según sea necesario y proporcionar un apoyo continuo. Esto puede incluir técnicas de autocontrol, evaluaciones estandarizadas y una comunicación abierta con la persona y su sistema de apoyo.
Recursos
Proporcionar recursos y derivaciones a servicios de apoyo puede aumentar la eficacia del plan de tratamiento. Estos pueden incluir líneas telefónicas de crisis, grupos de apoyo, materiales educativos y recursos comunitarios específicos para las autolesiones y la salud mental.
¿Cómo funciona nuestra plantilla de plan de tratamiento para las autolesiones?
Un plan de tratamiento bien estructurado para las autolesiones puede ser una guía eficaz para los profesionales de la salud a la hora de proporcionar una atención integral a las personas que luchan contra este comportamiento. Nuestra plantilla de Plan de tratamiento para las autolesiones puede utilizarse siguiendo los siguientes pasos:
Paso 1: Evaluación exhaustiva
El primer paso implica una evaluación exhaustiva para recopilar información crucial sobre los comportamientos autolesivos del individuo, los desencadenantes, las condiciones de salud mental subyacentes y los sistemas de apoyo. Esto podría incluir evaluaciones psicológicas, evaluaciones médicas y entrevistas con el individuo y sus seres queridos.
Paso 2: Establecimiento de objetivos
Basándose en la evaluación, se establecen objetivos específicos y mensurables en colaboración con el individuo. Estos objetivos pueden incluir la reducción de la frecuencia o la gravedad de las autolesiones, el desarrollo de estrategias de afrontamiento saludables, la mejora de la regulación de las emociones y el tratamiento de cualquier enfermedad mental concurrente.
Paso 3: Selección de la intervención
Se seleccionan intervenciones basadas en pruebas y adaptadas a las necesidades del individuo. Éstas pueden incluir psicoterapias como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) o la Terapia Dialéctica Conductual (TDC), gestión de la medicación (si es necesario), estrategias de reducción de daños, regulación emocional y entrenamiento en habilidades de afrontamiento, e implicación de la familia y los sistemas de apoyo social.
Paso 4: Aplicación y seguimiento
A continuación se programan o planifican citas periódicas de supervisión y seguimiento. El progreso puede seguirse mediante técnicas de autocontrol y una comunicación abierta con el individuo y su sistema de apoyo. También pueden hacerse ajustes en el plan de tratamiento según sea necesario.
Paso 5: Provisión de recursos
El plan también incluye recursos y derivaciones a servicios de apoyo. Estos pueden incluir líneas directas para crisis, grupos de apoyo, materiales educativos y recursos comunitarios específicos para las autolesiones y la salud mental.
¿Cuáles son las ventajas de contar con un plan de tratamiento de este tipo?
Disponer de un plan de tratamiento completo para las autolesiones puede proporcionar numerosos beneficios tanto a la persona que busca tratamiento como a los profesionales de la salud que participan en su atención. He aquí algunas de las principales ventajas de planificarlo con antelación:
Enfoque adaptado e individualizado
Un plan de tratamiento bien estructurado garantiza que las intervenciones se adapten a las necesidades específicas del individuo, sus comportamientos, desencadenantes y factores subyacentes que contribuyen a las autolesiones. Este enfoque personalizado aumenta la probabilidad de obtener resultados satisfactorios.
Atención multidisciplinar y holística
Las autolesiones suelen implicar factores psicológicos, emocionales y sociales complejos. Un plan de tratamiento integral facilita la colaboración entre varios profesionales de la salud, como psicólogos, psiquiatras, consejeros y trabajadores sociales, para proporcionar una atención holística que aborde todos los aspectos del bienestar del individuo.
Objetivos claros y seguimiento de los progresos
El plan de tratamiento esboza objetivos específicos y mensurables, lo que permite a los profesionales de la salud supervisar los progresos, evaluar la eficacia de las intervenciones y hacer los ajustes necesarios según las necesidades. Esto nos ayuda a asegurarnos de que el tratamiento sigue centrado y responde a las necesidades cambiantes del individuo.
Reducción de daños y seguridad
El plan de tratamiento aborda las estrategias de reducción de daños, la planificación de la seguridad y la gestión de crisis, garantizando la seguridad del individuo y minimizando el riesgo de lesiones graves u otras consecuencias negativas asociadas a las autolesiones.
Además, utilizando esta plantilla de terapia conductual dialéctica puede mejorar su consultorio y las experiencias de sus clientes.
Referencias
Bentley, K. H., Nock, M. K., & Barlow, D. H. (2014). El modelo de cuatro funciones de la autolesión no suicida: direcciones clave para la investigación futura. Clinical Psychological Science, 2(5), 638-656. https://doi.org/10.1177/2167702613514563
Claes, L., Klonsky, E. D., Muehlenkamp, J., Kuppens, P., & Vandereycken, W. (2010). La función de regulación afectiva de las autolesiones no suicidas en pacientes con trastornos alimentarios: ¿qué estados afectivos se regulan? Psiquiatría integral, 51(4), 386-392. https://doi.org/10.1016/j.comppsych.2009.09.001
Klonsky, E. D., Victor, S. E., & Saffer, B. Y. (2014). Autolesiones no suicidas: lo que sabemos y lo que necesitamos saber. Revista canadiense de psiquiatría. Revue canadienne de psychiatrie, 59(11), 565-568. https://doi.org/10.1177/070674371405901101
Preguntas Frecuentes
Las personas pueden autolesionarse como forma de hacer frente a emociones dolorosas, regular sentimientos difíciles, castigarse o buscar alivio ante el embotamiento emocional o la disociación. Las autolesiones suelen estar asociadas a trastornos de salud mental subyacentes.
Las estrategias de reducción de daños pretenden minimizar el riesgo de lesiones y daños físicos al tiempo que se trabaja para lograr el cese de las conductas autolesivas. Éstas pueden incluir proporcionar técnicas de relajación y alternativas seguras, enseñar el cuidado de las heridas y desarrollar un plan de seguridad.
Si usted o alguien que conoce se está autolesionando, es importante que busque ayuda profesional de un profesional de la salud mental, un consejero o un terapeuta. En caso de emergencia o si existe un riesgo inmediato de daño, póngase en contacto con los servicios de emergencia o con una línea directa de crisis.