Test de cizallamiento AC ( articulación acromioclavicular)
Obtenga acceso a una prueba de cizallamiento de AC gratuita. Aprenda a realizar esta evaluación y a registrar los resultados utilizando nuestra plantilla en PDF.
Comprender la patología de la articulación AC
La articulación acromioclavicular, o articulación AC, está situada en la parte superior del hombro, donde el acromion (parte de la escápula) se une a la clavícula. Permite el movimiento y la estabilidad en la región del hombro. Sin embargo, como cualquier otra articulación de nuestro cuerpo, puede verse afectada por diversas patologías.
Una de las patologías articulares más comunes de la articulación AC es la artrosis. La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta al cartílago de nuestras articulaciones, provocando su desgaste con el paso del tiempo. Esto puede provocar dolor, rigidez y una amplitud de movimiento limitada en el hombro. En el caso de la artrosis de la articulación AC, el cartílago entre el acromion y la clavícula puede desgastarse, haciendo que el hueso roce con el hueso y provocando dolor e inflamación.
Otras patologías articulares que pueden afectar a la articulación AC son la artritis reumatoide, que es un trastorno autoinmune que provoca inflamación en las articulaciones, así como lesiones como luxaciones o fracturas. Éstas pueden alterar el funcionamiento normal de la articulación y provocar dolor e inestabilidad.
Test de cizallamiento AC
Test de cizallamiento AC | Ejemplo
Síntomas comunes de la patología de la articulación AC
La patología de la articulación AC puede presentarse de diversas formas, dependiendo de la afección específica que afecte a la articulación. Sin embargo, algunos síntomas comunes pueden indicar un problema con la articulación AC:
- Dolor o molestias en la parte superior del hombro
- Dificultad para levantar o mover el brazo por encima de la cabeza
- Hinchazón y sensibilidad alrededor de la articulación AC
- Rango de movimiento limitado en el hombro
- Sensación de chasquido o rechinamiento en la articulación
- Debilidad en los músculos del hombro
Las personas con patología de la articulación AC también pueden experimentar dolor y molestias al realizar determinadas actividades, como alcanzar objetos o participar en deportes que impliquen movimientos por encima de la cabeza.
¿Qué es la prueba de cizallamiento AC?
La prueba de cizallamiento acromioclavicular o prueba de cizallamiento AC es una prueba diagnóstica utilizada para evaluar la integridad de la articulación AC y sus estructuras circundantes. Consiste en aplicar presión hacia abajo en el acromion mientras se mueve simultáneamente el brazo en diferentes posiciones. Esta prueba ayuda a determinar si existe alguna inestabilidad o daño en la articulación AC, como en el caso de una lesión o patología.
Para realizar la prueba de cizallamiento de la AC, el paciente está sentado o de pie con los brazos relajados a los lados. El médico se sitúa detrás del paciente y coloca una mano sobre el acromion y la otra sobre el codo. A continuación, aplica presión hacia abajo sobre el acromion mientras mueve el brazo en distintas direcciones, como a lo largo del cuerpo o por encima de la cabeza.
Si el paciente experimenta dolor o movimiento en la articulación AC durante esta prueba, puede indicar un problema en la articulación, como inestabilidad o daño en los ligamentos. No obstante, para confirmar el diagnóstico suelen ser necesarias más pruebas de diagnóstico por imagen.
Resultados e interpretación
Los resultados de la prueba de cizallamiento del AC pueden interpretarse en función de la respuesta del paciente a la prueba. Si el paciente experimenta dolor o molestias durante la prueba, puede indicar un problema en la articulación AC. La gravedad y la localización del dolor también pueden proporcionar información valiosa sobre el problema concreto.
Por ejemplo, si hay dolor en la parte superior del acromion cuando se aplica presión, puede indicar un daño en el ligamento AC. Si hay dolor en la parte delantera del hombro o en la zona de la clavícula, puede sugerir inestabilidad o daños en otras estructuras circundantes.
En algunos casos, una prueba positiva puede requerir más pruebas de imagen, como radiografías o resonancia magnética, para confirmar el diagnóstico y determinar el alcance de la lesión o patología.
La prueba de cizallamiento de la AC es una prueba sencilla, rápida y no invasiva que puede proporcionar información valiosa sobre la articulación AC. Puede realizarse en un entorno clínico con un equipo mínimo y no requiere ninguna preparación especial por parte del paciente.
Sin embargo, es posible que esta prueba no siempre proporcione resultados concluyentes. Factores como la posición del paciente, la tensión muscular y la tolerancia al dolor pueden afectar a su precisión. Además, es importante interpretar los resultados junto con otras herramientas de diagnóstico, pruebas físicas y hallazgos clínicos.
Preguntas Frecuentes
Sí, la prueba de cizallamiento de la AC, como cualquier procedimiento diagnóstico, tiene un cierto margen de error y es posible encontrar tanto falsos positivos como falsos negativos. Entre los factores que influyen en estas discrepancias se incluyen la técnica del examinador, la respuesta del paciente al dolor y las limitaciones inherentes a la propia prueba. Complementar esta prueba con herramientas de diagnóstico y evaluaciones clínicas adicionales es crucial para garantizar un diagnóstico preciso.
La prueba de cizallamiento de la AC puede ser especialmente valiosa para diagnosticar lesiones acromioclaviculares crónicas aisladas, ya que evalúa directamente la integridad de la articulación AC aplicando presión para aislar esta articulación específica. Sin embargo, el valor diagnóstico de esta prueba aumenta cuando se utiliza junto con otras evaluaciones, ya que a veces puede pasar por alto afecciones crónicas sutiles o cuando la patología afecta a estructuras circundantes.
El valor diagnóstico de la prueba de cizallamiento de la AC reside en su capacidad para detectar rápidamente la patología de la articulación AC mediante un procedimiento sencillo y no invasivo. Aunque es una herramienta de evaluación inicial eficaz, su valor diagnóstico definitivo se consigue mejor cuando se combina con un examen clínico exhaustivo, el historial del paciente y, potencialmente, otros estudios de imagen para confirmar el alcance y las características específicas de la lesión o lesión.