Criterios DSM 5 para el trastorno por atracón

Explore los criterios del DSM-5 para el trastorno por atracón con nuestra completa plantilla. Comprenda el diagnóstico, el impacto y las opciones de tratamiento del trastorno por atracón.

Escrito por Nate Lacson el Aug 30, 2024.

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¿Qué es el trastorno por atracón?

El trastorno por atracón (TAC) es un trastorno alimentario grave caracterizado por episodios recurrentes de ingesta de grandes cantidades de comida en un periodo corto, a menudo hasta el punto de producir malestar. A diferencia de otros trastornos alimentarios, las personas con TCA no adoptan regularmente conductas compensatorias como purgarse o hacer ejercicio excesivo para contrarrestar los atracones. Este trastorno se caracteriza por sentimientos de pérdida de control, vergüenza, culpa y angustia tras los episodios de atracones.

Se desconoce la causa exacta del BED, pero se cree que es una combinación de varios factores:

  • Predisposición genética: Las investigaciones de Manfredi et al. (2021) y Trace et al. (2013) sugieren que la genética puede desempeñar un papel en el desarrollo del BED.
  • Factores psicológicos: La baja autoestima, la insatisfacción corporal y un historial de dietas pueden contribuir a la aparición del trastorno.
  • Factores emocionales desencadenantes: El estrés, la ansiedad y la depresión suelen estar relacionados con los episodios de atracones.
  • Influencias socioculturales: La presión para ajustarse a los cánones de belleza de la sociedad y la exposición a los medios de comunicación que promueven la delgadez pueden aumentar el riesgo de desarrollar el trastorno por atracón.

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¿Cuáles son los efectos del trastorno por atracón en una persona?

El impacto del BED va más allá de la angustia psicológica de los episodios en sí, afectando significativamente a la salud física del individuo:

  • Obesidad: El trastorno por atracón suele provocar aumento de peso y obesidad debido al consumo de grandes cantidades de alimentos ricos en calorías durante los episodios de atracón. La obesidad, a su vez, aumenta el riesgo de padecer numerosos problemas de salud, como enfermedades cardiacas, diabetes de tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.
  • Enfermedades cardiovasculares: La ingesta excesiva de grasas y azúcares poco saludables puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardiacas, hipertensión arterial y niveles elevados de colesterol.
  • Diabetes de tipo 2: Los atracones regulares pueden provocar resistencia a la insulina, precursora de la diabetes de tipo 2, debido a la incapacidad del organismo para gestionar eficazmente los niveles de azúcar.
  • Problemas digestivos: La BED puede causar problemas gastrointestinales como reflujo ácido, hinchazón y estreñimiento debido al consumo excesivo de alimentos y al estrés al que se somete el sistema digestivo.
  • Trastornos del sueño: Las personas con BED pueden sufrir trastornos del sueño, como insomnio y apnea del sueño, que pueden verse exacerbados por la obesidad y las molestias de comer en exceso.

Además de estas consecuencias para la salud física, el BED también puede provocar trastornos emocionales y sociales, como sentimientos de vergüenza, aislamiento y dificultades en las relaciones. El impacto integral del BED subraya la importancia de buscar ayuda profesional para el diagnóstico y el tratamiento con el fin de mitigar estos efectos adversos y mejorar el bienestar general.

¿Cómo se diagnostica el trastorno por atracón?

El diagnóstico del trastorno por atracón implica una evaluación detallada por parte de un profesional de la salud mental o sanitario. He aquí un desglose más específico del proceso:

  1. Entrevista clínica: En una entrevista exhaustiva se analizan los hábitos alimentarios del individuo, su estado emocional y cualquier patrón de atracones. Esta entrevista ayuda a recopilar información exhaustiva sobre los síntomas y su impacto en la vida de la persona.
  2. Evaluaciones psicológicas: Se utilizan pruebas y cuestionarios estandarizados específicos para evaluar los síntomas del BED y distinguirlo de otros trastornos alimentarios o afecciones mentales. Algunas evaluaciones comunes incluyen el Examen de Trastornos Alimentarios (EDE) o la Escala de atracones (BES).
  3. Examen físico: Un profesional de la salud puede realizar un examen físico para detectar signos de problemas de salud relacionados con los atracones, como la obesidad, la hipertensión arterial o la diabetes de tipo 2. Los análisis de sangre también pueden evaluar los niveles de colesterol, los niveles de azúcar en sangre y la salud metabólica general.
  4. Revisión de los patrones alimentarios: Se puede pedir al individuo que realice un cuestionario o que lleve un diario de alimentos para registrar sus patrones alimentarios, incluida la frecuencia, la cantidad y las circunstancias de los episodios de atracones.
  5. Criterios del DSM 5: El profesional de la salud mental consultará el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición (DSM-5), para asegurarse de que el individuo cumple los criterios específicos del trastorno por atracón. Estos criterios incluyen episodios recurrentes de atracones, falta de control durante estos episodios y angustia o deterioro significativo del funcionamiento.
  6. Evaluación de las afecciones concurrentes: Muchos individuos con BED también experimentan otros trastornos de salud mental, como depresión, ansiedad o abuso de sustancias. La evaluación de estas afecciones es esencial para un diagnóstico y un plan de tratamiento.
  7. Historia familiar y social: Recopilar información sobre la dinámica familiar del individuo, su entorno social y cualquier antecedente de trauma o abuso puede aportar información sobre los factores que contribuyen al desarrollo del BED.

Utilizando una combinación de estos métodos de diagnóstico, los especialistas pueden diagnosticar con precisión el BED y diferenciarlo de otros trastornos alimentarios o afecciones relacionadas, garantizando que los individuos reciban el tratamiento y el apoyo adecuados a sus necesidades específicas.

Criterios del DSM para el trastorno por atracón

Ya se ha mencionado el DSM 5 en el proceso de diagnóstico del trastorno por atracón. En pocas palabras, el DSM es el manual mediante el cual se pueden diagnosticar los trastornos. El manual se creó para mejorar la fiabilidad y validez de los diagnósticos psiquiátricos, facilitar la investigación y orientar la práctica clínica. Esto convierte al DSM en una herramienta fundamental en psiquiatría y psicología, ya que proporciona un sistema de clasificación estandarizado para los trastornos mentales.

La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) desarrolló el DSM, cuya primera edición se publicó en 1952. A lo largo de los años, el DSM se ha sometido a varias revisiones para incorporar nuevos hallazgos y perspectivas cambiantes en salud mental. La edición más reciente, el DSM-5, se publicó en 2013 e incluye criterios y clasificaciones actualizados para reflejar la comprensión actual de los trastornos mentales.

Según el DSM 5, estos son los criterios del trastorno por atracón:

  1. Episodios recurrentes de atracones: Un episodio de atracón se caracteriza por lo siguiente:algún texto
    • Comer, en un periodo de tiempo discreto (por ejemplo, dentro de cualquier periodo de 2 horas), una cantidad de comida que es definitivamente mayor que la que la mayoría de la gente comería en un periodo similar en circunstancias parecidas.
    • Una sensación de falta de control sobre la alimentación durante el episodio (por ejemplo, la sensación de que no se puede dejar de comer o controlar qué o cuánto se come).
  2. Los episodios de atracones se asocian a tres (o más) de los siguientes:algún texto
    • Comer mucho más rápido de lo normal.
    • Comer hasta sentirse incómodamente lleno.
    • Comer grandes cantidades de comida cuando no se siente físicamente hambriento.
    • Comer solo porque se siente avergonzado por lo mucho que está comiendo.
    • Sentirse disgustado consigo mismo, deprimido o muy culpable después.
  3. Angustia marcada en relación con los atracones: Los atracones se producen, de media, al menos una vez a la semana durante tres meses.
  4. Los atracones no están asociados al uso recurrente de conductas compensatorias inapropiadas (por ejemplo, purgas, ayuno, ejercicio excesivo) como en la bulimia nerviosa y no se producen exclusivamente durante el curso de la bulimia nerviosa o la anorexia nerviosa.

Diferencia entre los criterios del DSM 4 y 5 para el trastorno por atracón

Los criterios diagnósticos del DSM-IV y el DSM-5 para el TCA comparten muchas similitudes, pero existen algunas diferencias clave que tienen implicaciones para el diagnóstico y el tratamiento. Esto es lo que ha cambiado

  1. Frecuencia y duración: El DSM 5 facilita que más personas sean diagnosticadas y reciban ayuda, al reducir la frecuencia y acortar la duración de la observación.Algunos textos
    • DSM-IV: Los atracones se producen al menos 2 días a la semana durante 6 meses.
    • DSM-5: Los atracones se producen al menos 1 día a la semana durante 3 meses.
  2. Graduación de la gravedad: Con el DSM 5, se introduce una escala que ayuda a los médicos a comprender la gravedad del trastorno y a planificar mejor el tratamiento.algo de texto
    • DSM-IV: No existe una escala de graduación de la gravedad para el TDC.
    • DSM-5: Introduce una escala de graduación de la gravedad basada en el número de episodios de atracones por semana, que va de leve a extremo.

¿Cómo se trata el trastorno por atracón?

El trastorno por atracón requiere un enfoque de tratamiento integral, en el que a menudo participa un equipo de especialistas. A continuación se detallan las opciones de tratamiento:

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Considerada el patrón oro para el tratamiento del TDC, la TCC ayuda a las personas a identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos y los comportamientos relacionados con los atracones. Los terapeutas trabajan con los pacientes para desarrollar estrategias de afrontamiento que les permitan lidiar con los desencadenantes y las emociones que conducen a los episodios de atracones.
  • Psicoterapia interpersonal (IPT): La IPT aborda los problemas interpersonales que pueden contribuir a los atracones, como los conflictos en las relaciones o el aislamiento social. La terapia se centra en mejorar las habilidades de comunicación y en construir relaciones más sanas para reducir la angustia emocional y los atracones.
  • Terapia conductual dialéctica (TDC): La DBT enseña a los pacientes habilidades para regular las emociones, tolerar la angustia y mejorar la atención plena. Estas habilidades son especialmente útiles para las personas que se dan atracones como forma de hacer frente a la inestabilidad emocional.
  • Medicamentos: Aunque ningún medicamento está aprobado específicamente para el SED, pueden recetarse ciertos medicamentos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o el estimulante lisdexanfetamina (Vyvanse) para ayudar a reducir los episodios de atracones y mejorar el estado de ánimo.
  • Counseling nutricional: Un dietista titulado puede orientar sobre la planificación de las comidas, el control de las porciones y el desarrollo de una relación equilibrada con la comida. El objetivo del counseling nutricional es normalizar los patrones alimentarios y evitar las restricciones dietéticas que pueden desencadenar los atracones.
  • Grupos de apoyo y apoyo entre iguales: Participar en grupos de apoyo o en programas de apoyo entre iguales puede ofrecer un sentimiento de comunidad y comprensión compartida. Estos entornos proporcionan un espacio seguro para que las personas hablen de sus experiencias y aprendan de otras que se han enfrentado a retos similares.

El tratamiento eficaz para el BED a menudo implica una combinación de estos enfoques, adaptados a las necesidades y preferencias específicas del individuo. Es importante que los pacientes colaboren estrechamente con su equipo sanitario para desarrollar un plan de tratamiento que aborde tanto los aspectos psicológicos como físicos del trastorno.

Investigación sobre el trastorno por atracón

El trastorno por atracón ha sido objeto de numerosas investigaciones, que han dado lugar a avances significativos en la comprensión y el tratamiento de esta afección.

Un estudio reciente realizado por Derks et al. (2024) ha arrojado luz sobre la relación entre los rasgos apetitivos de la primera infancia y el desarrollo de síntomas de trastorno alimentario en la adolescencia. La investigación utilizó datos de dos estudios longitudinales de cohortes, Generación R y Géminis, para explorar las asociaciones longitudinales entre los rasgos apetitivos a la edad de 4-5 años y los síntomas de trastornos alimentarios a la edad de 12-14 años.

El estudio descubrió que una mayor receptividad a la comida en la primera infancia se asociaba con una mayor probabilidad de síntomas de atracones, alimentación descontrolada, alimentación emocional, alimentación contenida y conductas compensatorias en la adolescencia. Esto sugiere que los niños que muestran una fuerte respuesta a las señales alimentarias pueden tener un mayor riesgo de desarrollar síntomas de trastornos alimentarios más adelante.

Otro estudio pionero en este campo es el realizado por Burgess et al. (2016) en la Universidad de Alabama en Birmingham, que exploró el potencial de la estimulación transcraneal de corriente directa (tDCS) como tratamiento para el BED. El estudio descubrió que la tDCS dirigida al córtex prefrontal dorsolateral derecho reducía significativamente los antojos de dulces, proteínas saladas y la ingesta general de alimentos. Esta región cerebral suele estar poco activa en los pacientes con BED, y su estimulación puede ayudar a mejorar la inhibición cognitiva y la regulación emocional, reduciendo la impulsividad hacia la comida.

Referencias

Berkman, N. D., Brownley, K. A., Peat, C. M., Lohr, K. N., Cullen, K. E., Morgan, L. C., Bann, C. M., Wallace, I. F., & Bulik, C. M. (2015). Manejo y resultados del trastorno por atracón. Revisiones de efectividad comparativa, 160. PubMed. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK338301/table/introduction.t1/

Burgess, E. E., Sylvester, M. D., Morse, K. E., Amthor, F. R., Mrug, S., Lokken, K. L., Osborn, M. K., Soleymani, T., & Boggiano, M. M. (2016). Efectos de la estimulación transcraneal por corriente directa (tDCS) en el trastorno por atracón. Revista Internacional de Trastornos Alimentarios, 49(10), 930-936. https://doi.org/10.1002/eat.22554

Burstein, D., Griffen, T. C., Therrien, K., Bendl, J., Venkatesh, S., Dong, P., Modabbernia, A., Zeng, B., Mathur, D., Hoffman, G., Sysko, R., Hildebrandt, T., Voloudakis, G., & Roussos, P. (2023). El análisis de todo el genoma de un fenotipo de trastorno por atracón derivado de un modelo identifica loci de riesgo e implica al metabolismo del hierro. Nature Genetics, 55(9), 1462-1470. https://doi.org/10.1038/s41588-023-01464-1

Derks, I. P. M., Nas, Z., Harris, H. A., Kininmonth, A. R., Treasure, J., Jansen, P. W., & Llewellyn, C. H. (2024). Rasgos apetitivos en la primera infancia y síntomas de trastornos alimentarios en la adolescencia: un estudio longitudinal de seguimiento de 10 años en los Países Bajos y el Reino Unido. The Lancet Child & Adolescent Health. https://doi.org/10.1016/S2352-4642(23)00342-5

Manfredi, L., Accoto, A., Couyoumdjian, A., & Conversi, D. (2021). Una revisión sistemática de los polimorfismos genéticos asociados al trastorno por atracón. Nutrients, 13(3), 848. https://doi.org/10.3390/nu13030848

Trace, S. E., Baker, J. H., Peñas-Lledó, E., & Bulik, C. M. (2013). La genética de los trastornos alimentarios. Annual Review of Clinical Psicología, 9(1), 589-620. https://doi. org/10.1146/annurev-clinpsy-050212-185546

¿Qué significan los atracones?
¿Qué significan los atracones?

Preguntas Frecuentes

¿Qué significan los atracones?

Los atracones se refieren al consumo de grandes cantidades de comida en un periodo corto de tiempo mientras se siente una falta de control sobre la ingesta. Suele ir acompañado de sentimientos de angustia, culpa o vergüenza.

¿Cuáles son los tres trastornos alimentarios diferenciados en el DSM-5?

El DSM-5 reconoce tres trastornos alimentarios distintos: La anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Cada trastorno tiene unos criterios diagnósticos y unos patrones de conductas alimentarias desordenadas específicos.

¿Está el trastorno por atracón en el DSM-5?

Sí, otro trastorno alimentario o de la alimentación especificado (TCAE) está en el DSM-5. Engloba los trastornos alimentarios que no cumplen todos los criterios de la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa o el trastorno por atracón pero que siguen causando un malestar o deterioro significativo.

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