Hoja de ejercicios de disociación
Aprenda sobre la disociación y utilice esta hoja de ejercicios para ayudarse a sí mismo o a sus pacientes a salir de un estado disociativo.
¿Qué es la disociación?
En el contexto de la salud mental, la disociación se refiere a un estado mental en el que puede entrar una persona y que se caracteriza por estar desconectado del entorno, los pensamientos y los sentimientos. Las personas que se disocian a veces pueden sentirse desconectadas de su propia identidad, e incluso es posible que no recuerden nada mientras están disociándose (habrá lagunas en su memoria cuando salgan de su estado de disociación).
Es probable que la persona disociada sienta que sus sentidos del tiempo y el espacio están deformados. También podrían entumecerse física y emocionalmente, su entorno inmediato podría volverse borroso y podrían sentirse como si estuvieran en un sueño. Pueden sentir que nada es real, aunque lo sean.
Hoja de ejercicios de disociación
Hoja de ejercicios de disociación | Ejemplo
¿Quién experimenta disociación?
La mayoría de la gente experimenta la disociación de alguna forma. Algunos soñamos despiertos en clase o mientras trabajamos. Los que aman la lectura tienden a perderse en su imaginación mientras leen un libro. A los que les encanta jugar a videojuegos a veces se sumergen tanto en su videojuego que olvidan que viven en el mundo real durante su sesión de juego.
Sin embargo, esos son casos leves de disociación. Hay casos graves de disociación, y quienes la experimentan son las personas que padecen un trastorno de estrés postraumático como consecuencia de haber sufrido un trauma significativo por experiencias abrumadoras, angustiosas y horrorosas.
Quienes experimentan episodios disociativos graves tienden a ver su vida trastornada por ello, lo que les incapacita para seguir con sus rutinas y responsabilidades, como las actividades de la vida diaria, el trabajo escolar, el trabajo de oficina e incluso las actividades que disfrutan.
Algunas personas se asustan tanto de sus estados disociados que recurren a comportamientos autodestructivos para salir de ellos.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la disociación?
Quienes tienen experiencias disociativas, especialmente del tipo grave, probablemente presentarán los siguientes síntomas:
- Experimentarán despersonalización, lo que significa que se sienten desconectados de su cuerpo, que lo que sienten, piensan y hacen no es suyo.
- Experimentarán desrealización, lo que significa que se sienten desconectados de su entorno inmediato y del mundo. Su entorno no parece real y puede parecer distorsionado, nebuloso o borroso.
- Pueden llegar a sentirse confusos sobre sí mismos en términos de identidad. Pueden incluso olvidar su información personal, recuerdos significativos (especialmente los traumáticos) e hitos vitales.
- Pueden incluso desarrollar otras personalidades y adoptar diferentes comportamientos, tonos de voz o manierismos, dependiendo de la personalidad activa. Estas personalidades podrían incluso tener objetivos diferentes y contradictorios.
- Pueden perder la noción del tiempo e incluso realizar actividades que olvidan tras salir de su estado disociativo.
¿Cómo se diagnostica y trata la disociación?
El proceso de diagnóstico de la disociación lo llevarán a cabo profesionales de la salud mental, concretamente psicólogos y psiquiatras. En primer lugar, estos profesionales recopilarán información sobre los síntomas de disociación, las experiencias, las respuestas emocionales y los antecedentes de la persona. Pueden hacerlo entrevistando al paciente y a su familia, amigos, colegas, pareja(s) o cualquier persona que haya sospechado u observado su disociación.
También deben evaluar a los pacientes utilizando evaluaciones clínicas estandarizadas para valorar sus síntomas de disociación y su gravedad.
Algunos ejemplos de estas evaluaciones son la Escala del subtipo disociativo del TEPT (DSPS) y la Escala de experiencias disociativas (DES).
La primera les formula preguntas que giran en torno a las experiencias disociativas y les pide que indiquen si les ocurrió una experiencia concreta. En caso afirmativo, que indiquen con qué frecuencia la experimentan, especialmente si ocurrió en el mes en el que están siendo evaluados.
Esta última enumera varias experiencias disociativas, y el paciente que la contesta debe indicar un porcentaje entre el 0% y el 100%. Estos porcentajes representan la frecuencia con la que les ocurren estas experiencias, siendo 0% nunca y 100% siempre.
Otra cosa que deben hacer los profesionales es descartar problemas como lesiones cerebrales, trastornos de ansiedad, trastornos del estado de ánimo y otros problemas neurológicos y de salud mental.
Después de obtener todo el conocimiento que puedan sobre sus pacientes, los profesionales deben cotejar sus hallazgos con los criterios para la disociación establecidos por la edición más reciente del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Pueden hacer un diagnóstico oficial si toda la información que han reunido coincide con los criterios.
Tratamientos para la disociación
El tratamiento más común para la disociación es la psicoterapia, como la terapia cognitivo-conductual y la terapia conductual dialéctica. El enfoque específico que emplearán los profesionales de la salud mental dependerá de las necesidades del paciente y de los problemas que le cause la disociación.
También es probable que añadan a sus programas una terapia de trauma, como la TCC centrada en el trauma, porque la disociación suele estar relacionada con la memoria traumática.
A través de la psicoterapia, los profesionales de la salud mental pueden ayudar a los pacientes a enfrentarse a su disociación de forma saludable educándoles sobre las habilidades, mecanismos y técnicas de afrontamiento que pueden utilizar cada vez que se encuentren disociándose.
Estas habilidades útiles son importantes para el proceso de sanación porque si pueden afrontar la disociación de forma saludable en lugar de recurrir a autolesiones u otros comportamientos problemáticos como el abuso de sustancias, pueden volverse más resilientes con el tiempo y crear resistencia a sus desencadenantes de disociación.
Algunos ejemplos de estas técnicas son las técnicas de enraizamiento, que se centran en el aquí y el ahora para anclar a la persona al momento presente. Las técnicas de enraizamiento implican el uso de nuestros cinco sentidos. Estos sentidos crean conexiones directas entre nosotros y nuestro entorno inmediato, y nos ayudan a ser conscientes de la realidad. Las personas que se disocian pueden beneficiarse de las técnicas de enraizamiento porque pueden ayudarles a no sentir que no están en su cuerpo.
Cómo utilizar nuestra Ficha de disociación PDF
El propósito de esta hoja de trabajo es servir de control de la realidad para los pacientes. Requiere que la persona esté dentro de una habitación en la que pueda utilizar los cinco sentidos. Una vez que estén en una habitación donde puedan utilizar los cinco sentidos, deben sentir con sus sentidos y responder a las siguientes preguntas:
- ¿Qué siento con las manos y los pies?
- ¿Qué puedo oler?
- ¿Qué veo delante de mí y a mi alrededor?
- ¿Qué puedo oír en este momento?
- ¿Qué puedo saborear?
Después de responder a esas cinco preguntas, deben contestar: "¿Qué siento ahora mismo?". Esta es su oportunidad para detallar lo que sienten después de anclarse al momento presente y contrastarlo con lo que sentían antes de centrarse en el aquí y ahora.
¿Cuándo debe utilizarse esta ficha de trabajo?
Esta hoja de ejercicios puede utilizarse durante una sesión de terapia o en casa.
Si se entrega esta hoja de ejercicios a un paciente para que la conteste durante una sesión, el terapeuta o profesional de la salud mental similar debe preparar lo siguiente:
- Objetos que el paciente pueda palpar con las manos.
- Objetos visualmente agradables para que el paciente pueda identificar cosas que no sean materiales de oficina de la terapia.
- Abrir una ventana o poner música a un volumen ligero para que tengan algo que oír aparte del zumbido del aire acondicionado o del ventilador eléctrico.
- Algo que puedan picar para que tengan algo que oler y saborear.
Si se entrega esta hoja de trabajo a un paciente para que la haga en casa, el paciente debe tener cosas similares que un terapeuta debe preparar para que la comprobación de la realidad sea más personalizada.
¿Cuáles son las ventajas de utilizar esta hoja de ejercicios sobre la disociación?
Es una oportunidad para enseñar a un paciente técnicas de enraizamiento
Antes hemos mencionado que las técnicas de enraizamiento se centran en el aquí y el ahora para anclarse al momento presente. Esta hoja de trabajo encarna eso porque pide a las personas que utilicen sus cinco sentidos.
Si un paciente nunca ha oído hablar de las técnicas de conexión a tierra ni las ha probado, ésta puede convertirse en una buena puerta de entrada. Si mencionan que esta técnica les funciona bien cada vez que tienen un episodio disociativo, los terapeutas pueden enseñarles otras técnicas y ejercicios.
Puede servir como ejercicio regular para los pacientes
Hablando de ser un vehículo para educar a los pacientes sobre las técnicas de enraizamiento, esta hoja de ejercicios puede reutilizarse repetidamente. Antes hemos mencionado que también puede utilizarse en casa. Esto significa que los pacientes pueden hacer varias copias del PDF si lo desean. Esto les permite seguir practicando la actividad de enraizamiento que se pide en esta hoja de trabajo hasta que lleguen al punto en que se convierta en una segunda naturaleza practicarla sin tener que escribir en la hoja de trabajo.
Cuando las técnicas de enraizamiento se convierten en rutina, ya pueden responder de forma inmediata y saludable a los episodios disociativos.
Los terapeutas pueden entender mejor a los pacientes a través de esta hoja de trabajo
Como esta hoja de trabajo pregunta a las personas cómo se sienten antes y después del ejercicio, los terapeutas pueden saber cómo afecta la disociación a sus pacientes y cuánto alivio sienten después de practicar habilidades y mecanismos de afrontamiento como las técnicas de enraizamiento. Esto permite a los terapeutas explorar otros mecanismos de afrontamiento que podrían beneficiar a sus pacientes.
Otros recursos útiles para la disociación
Antes hemos mencionado que existen evaluaciones que los profesionales de la salud mental pueden utilizar para evaluar la disociación de los pacientes, una de las cuales hemos enlazado antes: la Escala de experiencias disociativas.
Además, tenemos otros dos recursos que puede aprovechar. Uno de ellos es el Test de Trastorno de Identidad Disociativo, que es una evaluación de autoinforme en la que se pide a los pacientes que indiquen con qué frecuencia se les aplican afirmaciones como las siguientes:
- A veces, no puedo recordar algunos acontecimientos importantes de mi vida.
- Algunos lugares que deberían resultarme familiares me parecen completamente desconocidos y extraños.
- Mantengo diálogos con otra identidad dentro de mí.
- Cuando estoy solo, converso en voz alta conmigo mismo.
- La gente me informa de conversaciones que he mantenido pero no tengo ningún recuerdo de ellas.
- Oigo voces en mi cabeza que no son las mías.
También tenemos otra hoja de trabajo llamada Registro de la Hoja de trabajo de disociación en la que se pide a los pacientes que detallen sus experiencias disociativas respondiendo a las siguientes preguntas:
- ¿Qué ocurrió antes de que empezara a disociarse? ¿Qué desencadenó su disociación?
- ¿Qué sintió y pensó mientras se disociaba?
- ¿Hubo cambios/sensaciones corporales y cambios de comportamiento mientras estaba disociándose?
- ¿Encontró formas de afrontar la disociación? Si es así, ¿cómo lo afrontó?
Además, utilizando esta plantilla de terapia conductual dialéctica puede elevar su consultorio y mejorar las experiencias de los clientes.
Preguntas Frecuentes
El trauma es el desencadenante más común, pero no siempre es la causa. Estar fatigado o enfrentarse a determinados factores estresantes puede provocar disociación.
Sí. Éstos pueden contribuir a las experiencias disociativas, pero son temporales y se resuelven por sí solos cuando desaparecen los efectos.
Depende de la gravedad. La disociación puede perturbar la jornada de una persona e impedirle hacer lo que debe hacer. Los casos extremos pueden dar lugar a comportamientos arriesgados y destructivos como autolesiones, conducción temeraria, no mirar a ambos lados al cruzar la calle y abuso de sustancias.