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Estimulación transmagnética: usos, beneficios y riesgos

Obtenga información sobre la estimulación magnética transcraneal (EMT), su mecanismo, aplicaciones, beneficios y riesgos potenciales.

By Ericka Pingol on Apr 03, 2025.

Fact Checked by Karina Jiménez.

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Estimulación transmagnética: usos, beneficios y riesgos

¿Qué es la estimulación transmagnética?

La estimulación magnética transcraneal (EMT) es una técnica de estimulación cerebral no invasiva que utiliza una bobina magnética para generar campos electromagnéticos que estimulan las células nerviosas del cerebro. Se usa principalmente como terapia de estimulación cerebral para tratar trastornos de salud mental y afecciones neurológicas mediante la administración de pulsos a regiones específicas del cerebro. Estos pulsos modulan la actividad neuronal, ya sea mejorando o inhibiendo la comunicación entre las neuronas, según la frecuencia e intensidad de la estimulación.

A diferencia de la estimulación del nervio vago (VNS) o la terapia electroconvulsiva (TEC), la EMT no requiere cirugía, anestesia ni la inducción de convulsiones, lo que la convierte en una opción más segura y tolerable para muchos pacientes. La terapia de EMT generalmente se lleva a cabo de forma ambulatoria, con sesiones que duran entre 30 y 60 minutos.

La EMT genera un campo magnético que induce una corriente eléctrica en áreas específicas del cerebro, alterando la actividad neuronal. La estimulación de alta frecuencia mejora la excitabilidad neuronal, mientras que la estimulación de baja frecuencia puede suprimir los circuitos hiperactivos. La bobina de tratamiento con frecuencia se coloca contra el cuero cabelludo sobre la corteza prefrontal dorsolateral (DLPFC) para tratar el trastorno depresivo mayor (TDM) y el trastorno bipolar. Sin embargo, otras regiones del cerebro pueden ser el objetivo de enfermedades como la ansiedad, el dolor crónico y los trastornos del movimiento.

Tipos de estimulación transmagnética

Existen varios tipos de EMT, cada uno de los cuales varía en la frecuencia de estimulación, la intensidad y las regiones cerebrales específicas. Los tipos principales incluyen:

Estimulación magnética transcraneal repetitiva

La EMT repetitiva (rTMS) es la forma de EMT más utilizada, ya que emite pulsos magnéticos repetidos para estimular o suprimir la actividad neuronal en áreas específicas del cerebro. La frecuencia de estimulación determina el efecto: la RTM de frecuencia más alta (≥5 Hz) aumenta la excitabilidad neuronal, mientras que la RTM de baja frecuencia (≤1 Hz) suprime los circuitos neuronales hiperactivos (Oroz et al.., 2021).

Esta forma de TMS se usa comúnmente para el trastorno depresivo mayor al atacar la corteza prefrontal dorsolateral izquierda (DLPFC) para mejorar la actividad en las regiones cerebrales poco activas asociadas con la regulación del estado de ánimo. También se usa para el trastorno de estrés postraumático (TEPT), ya que ayuda a modular los circuitos neuronales hiperactivos de la corteza prefrontal, y para los trastornos de ansiedad.

Estimulación magnética transcraneal profunda

La EMT profunda (dTMS) utiliza bobinas H especializadas que penetran en las estructuras cerebrales más profundas que la RTM convencional, lo que permite una estimulación más amplia de las redes neuronales. Es particularmente eficaz para el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) al atacar la corteza prefrontal medial y la corteza cingulada anterior, que participan en la regulación de la conducta compulsiva. Carmi y otros (2019) descubrieron que alrededor del 45% de los pacientes han reducido los síntomas del TOC un mes después del tratamiento. El dTMS también se usa para la depresión resistente al tratamiento y ha demostrado ser prometedor en el tratamiento de los trastornos de adicción, como la dependencia de la nicotina y el alcohol, al modular las vías del sistema de recompensa.

Estimulación magnética transcraneal de pulso único

El TMS de pulso único (sTMS) emite pulsos magnéticos aislados en lugar de ráfagas repetitivas y se utiliza principalmente en investigación y diagnóstico. Ayuda a evaluar la excitabilidad cortical en pacientes con enfermedades neurológicas como los accidentes cerebrovasculares, la epilepsia y la esclerosis múltiple (EM). La sTMS también está aprobada por la FDA para el tratamiento de la migraña (Tepper, sin fecha), ya que interrumpe la actividad cortical anormal asociada con la aparición de la migraña.

Estimulación por ráfaga theta

La estimulación por ráfaga theta (TBS) es una forma más avanzada de EMT que produce ráfagas rápidas de estimulación, imitando los ritmos theta naturales del cerebro (Cheng et al., 2022). Esto permite sesiones de tratamiento más cortas y, al mismo tiempo, mantener la eficacia. El TBS intermitente (iTBS) mejora la actividad neuronal y se usa principalmente para la depresión resistente al tratamiento, ya que ofrece beneficios similares a los de la rTMS tradicional, pero en una sesión mucho más corta. La estimulación cerebral traumática continua (CTB), por otro lado, suprime la excitabilidad neuronal y se está investigando para tratar el tinnitus y los trastornos del movimiento, incluida la enfermedad de Parkinson, donde ayuda a regular la actividad motora anormal.

Estimulación magnética transcraneal de pulsos emparejados

La EMT de pulsos emparejados (PPTMS) implica la administración de dos pulsos magnéticos en rápida sucesión para estudiar la excitabilidad cortical y el procesamiento intracortical (Sun et al., 2023). Se utiliza principalmente en la investigación para explorar la conectividad y la plasticidad corticales, lo cual es valioso para comprender la esquizofrenia, el trastorno del espectro autista y la enfermedad de Alzheimer. Este tipo de EMT no se usa con frecuencia para el tratamiento, pero es crucial para estudiar la función cerebral y la progresión de la enfermedad.

Ventajas del TMS

La EMT ofrece varias ventajas, lo que la convierte en una opción valiosa para las personas con problemas de salud mental o neurológicos que no han respondido a los tratamientos tradicionales.

  • No invasivo y bien tolerado: A diferencia de la estimulación cerebral profunda o la terapia electroconvulsiva, la EMT no requiere cirugía, anestesia ni sedación. El tratamiento se realiza de forma ambulatoria, lo que permite a las personas reanudar sus actividades diarias inmediatamente después de cada sesión.
  • Tratamiento dirigido con efectos secundarios sistémicos mínimos: A diferencia de los medicamentos que afectan a todo el cuerpo y pueden provocar efectos secundarios no deseados, como aumento de peso, somnolencia o problemas digestivos, el TMS se centra en estimular regiones cerebrales específicas que participan en la regulación del estado de ánimo, la cognición y el control motor.
  • Sesiones de tratamiento cortas con efectos duraderos: Las sesiones tradicionales de TMS suelen durar entre 30 y 60 minutos, mientras que las técnicas más nuevas, como la estimulación por ráfaga theta (TBS), pueden acortar significativamente el tiempo de tratamiento y, al mismo tiempo, mantener la eficacia. Muchas personas reportan un alivio continuo de los síntomas incluso después de completar el ciclo de tratamiento.

Riesgos y efectos secundarios del TMS

Si bien la EMT se considera segura y bien tolerada, no está completamente libre de efectos secundarios. Algunas personas pueden experimentar molestias de leves a moderadas durante o después del tratamiento, aunque estos efectos suelen ser temporales y controlables.

  • Dolor de cabeza o molestias en el cuero cabelludo: Algunas personas experimentan dolores de cabeza leves o una sensación de hormigueo en el lugar del tratamiento, especialmente durante las primeras sesiones. Estos síntomas suelen disminuir a medida que el cuerpo se adapta a la terapia.
  • Espasmos musculares u hormigueo facial: Los pulsos magnéticos que se utilizan en la EMT pueden provocar contracciones musculares breves e involuntarias en el cuero cabelludo o la cara, que pueden parecer inusuales pero no dañinas.
  • Aturdimiento: Puede producirse una sensación temporal de mareo o aturdimiento después de una sesión, pero por lo general desaparece en unos minutos.
  • Sensibilidad auditiva: El sonido de un clic generado por la máquina TMS puede ser fuerte, por lo que normalmente se colocan tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido durante el tratamiento para evitar molestias.
  • Riesgo de convulsiones: Aunque es extremadamente raro, existe un pequeño riesgo de que el TMS desencadene una convulsión (Stultz et al., 2020), especialmente en personas con antecedentes de epilepsia u otros trastornos neurológicos. Para minimizar este riesgo, los proveedores de atención médica realizan una evaluación exhaustiva antes de iniciar el tratamiento.
  • No apto para personas con implantes metálicos: Debido a los fuertes campos magnéticos involucrados, es posible que las personas con implantes metálicos en la cabeza o cerca de ella, como pinzas para aneurismas, implantes cocleares o marcapasos, no sean elegibles para la EMT.

Conclusión

La EMT es un tratamiento no invasivo prometedor que modula eficazmente la actividad cerebral para ayudar a controlar las afecciones neurológicas y de salud mental. Su uso se ha generalizado entre las personas con depresión resistente al tratamiento y se está estudiando cada vez más para tratar la ansiedad, el TOC, el trastorno de estrés postraumático y el dolor crónico. Con efectos secundarios mínimos y sin necesidad de medicación, el TMS ofrece una alternativa bien tolerada para quienes buscan aliviar los síntomas que no han mejorado con las terapias convencionales.

Si bien la EMT es generalmente segura, es posible que no sea adecuada para todas las personas, especialmente para las personas con antecedentes de convulsiones o dispositivos médicos implantados. Es esencial consultar con un proveedor de atención médica calificado para determinar si la EMT es una opción de tratamiento adecuada en función del historial médico y la afección específica de una persona.

Referencias

Carmi, L., Tendler, A., Bystritsky, A., Hollander, E., Blumberger, D.M., Daskalakis, J., Ward, H., Lapidus, K., Goodman, W., Casuto, L., Feifel, D., Barnea-Ygael, N., Roth, Y., Zangen, A. y Zohar, J. (2019). Eficacia y seguridad de la estimulación magnética transcraneal profunda para el trastorno obsesivo compulsivo: un ensayo prospectivo, multicéntrico, aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo. Revista estadounidense de psiquiatría, 176(11), appi.ajp.2019.1. https://doi.org/10.1176/appi.ajp.2019.18101180

Cheng, B., Zhu, T., Zhao, W., Sun, L., Shen, Y., Xiao, W. y Zhang, S. (2022). El efecto del RTM con patrón de estimulación por ráfaga theta sobre la disfunción motora y no motora de la enfermedad de Parkinson: una revisión sistemática y un metaanálisis. Fronteras en neurología, 12. https://doi.org/10.3389/fneur.2021.762100

Oroz, R., Kung, S., Croarkin, P. E. y Cheung, J. (2021). Aplicaciones terapéuticas de la estimulación magnética transcraneal en el sueño y el insomnio: una revisión. Ciencia y práctica del sueño, 5(1). https://doi.org/10.1186/s41606-020-00057-9

Stultz, D.J., Osburn, S., Burns, T., Pawlowska-Wajswol, S. y Walton, R. (2020). Seguridad de la estimulación magnética transcraneal (EMT) con respecto a las convulsiones: una revisión de la literatura. Enfermedad neuropsiquiátrica y tratamiento, Volumen 16, 2989—3000. https://doi.org/10.2147/ndt.s276635

Sun, W., Qiao, W., Gao, L., Zheng, Z., Xiang, H., Yang, K., Bai, Y. y Yao, J. (2023). Los avances en la investigación de la estimulación magnética transcraneal y el camino hacia la precisión. Enfermedad neuropsiquiátrica y tratamiento, Volumen 19, 1841—1851. https://doi.org/10.2147/ndt.s414782

Tepper, S. (sin fecha). Neuromodulación para el tratamiento de la migraña | AMF. Fundación Estadounidense para la Migraña. https://americanmigrainefoundation.org/resource-library/spotlight-neuromodulation-devices-headache/

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