Terapia de ventosas: tipos, beneficios y riesgos potenciales
Conozca los diferentes tipos de terapia con ventosas y sus beneficios y posibles riesgos para sus pacientes.

¿Qué es la terapia de ventosas?
La terapia con ventosas es una técnica de curación antigua que se utiliza en la medicina tradicional y complementaria para promover la curación y aliviar el dolor (Furhad y Bokhari, 2019). Consiste en colocar ventosas sobre la piel para crear una succión que, según se cree, mejora la circulación sanguínea, reduce la tensión muscular y favorece los procesos naturales de curación del cuerpo. Esta práctica se remonta a la antigua medicina china, egipcia y de Oriente Medio, donde se usaba ampliamente para tratar diversas dolencias. Hoy en día, la eficacia de la terapia con ventosas todavía se considera desde una perspectiva médica y se practica comúnmente en entornos de medicina alternativa.
Un terapeuta de ventosas coloca las copas en áreas específicas del cuerpo, como la espalda, los hombros o las piernas. El efecto de succión atrae la piel hacia la copa, creando un vacío que aumenta el flujo sanguíneo y ayuda a relajar los músculos tensos. Los masajistas suelen utilizar esto, junto con otros tratamientos holísticos, para mejorar el alivio del dolor y la recuperación.
¿Qué trata la terapia de ventosas?
La terapia con ventosas se usa ampliamente para aliviar el dolor y tratar las afecciones musculoesqueléticas, en particular el dolor de cuello, el dolor de espalda y las molestias en las articulaciones. También se usa para:
- Mejora la circulación sanguínea en áreas rígidas o lesionadas.
- Reducir la inflamación asociada con la artritis y otras afecciones crónicas.
- Aliviar el dolor muscular causado por las lesiones deportivas o el uso excesivo.
- Apoyar la recuperación en pacientes con afecciones de dolor crónico como la fibromialgia.
- Abordar los problemas respiratorios, como el asma o la bronquitis, estimulando el flujo sanguíneo en el pecho.
- Controlar las infecciones de la piel y otros problemas dermatológicos en algunos tratamientos alternativos.
¿Quién lleva a cabo la terapia de ventosas?
La terapia de ventosas es realizada por profesionales capacitados en medicina tradicional y complementaria, incluidos masajistas, quiroprácticos, acupunturistas y terapeutas de ventosas con licencia. Para mejorar los resultados del tratamiento, algunos profesionales de la salud integran la aplicación de ventosas con técnicas de medicina alternativa, como la acupuntura o la terapia manual.
Aunque generalmente son seguras cuando las realiza un profesional, las ventosas tienen riesgos, como hematomas, molestias leves y la posibilidad de infecciones en la piel si no se mantiene una higiene adecuada. Los profesionales médicos deben evaluar si la aplicación de ventosas es adecuada para cada paciente en función de su estado de salud y su historial médico.
Tipos de métodos de terapia con ventosas
La terapia con ventosas ha evolucionado hasta convertirse en varios métodos, cada uno diseñado para tratar afecciones específicas y mejorar el manejo del dolor. Arraigadas en la medicina tradicional china, estas técnicas abordan problemas como el dolor de espalda crónico, el dolor de rodilla y el dolor de hombros (Al-Bedah et al., 2019). Cada sesión de ventosas varía en cuanto al enfoque, la intensidad y los resultados esperados del dolor, según las necesidades del paciente.
Aventado seco
La ventosa seca es una de las técnicas más comunes en la medicina china (Pesut, 2021). Consiste en colocar ventosas en la piel sin hacer ninguna incisión. Este método ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y se usa comúnmente para las migrañas, el dolor de espalda crónico y la mejora del flujo sanguíneo local. Después de una sesión, pueden aparecer marcas de ventosas, pero por lo general desaparecen en unos pocos días.
Aventado húmedo
Las ventosas húmedas implican pequeñas incisiones en la piel antes de aplicar la succión (Rahman et al., 2020). Se cree que esta técnica, que se usa con frecuencia en la medicina tradicional china, elimina las toxinas extrayendo sangre. Trata los trastornos sanguíneos, la diabetes mellitus y las afecciones de la piel. Un profesional debe realizar ventosas húmedas en condiciones estériles para prevenir infecciones.
Tacunado caliente
Las ventosas calientes, o ventosas al fuego, utilizan calor para crear succión. Los profesionales encienden brevemente una bola de algodón empapada en alcohol dentro de la copa antes de colocarla sobre la piel. El aire que se enfría en el interior forma un vacío que estimula el flujo sanguíneo local. Esta técnica ayuda con el dolor de rodilla, el dolor de hombro y la rigidez muscular.
Posibles beneficios de la terapia con ventosas
La terapia con ventosas es reconocida en la medicina tradicional por su papel potencial en la práctica clínica como una terapia de bajo riesgo para diversas afecciones. Muchos fisioterapeutas integran esta antigua terapia en los planes de tratamiento para el dolor musculoesquelético, los problemas de circulación y el apoyo a la recuperación. La leve succión que se produce durante la aplicación de ventosas expande los vasos sanguíneos, lo que aumenta el flujo sanguíneo a las zonas específicas, lo que puede ayudar a aliviar el dolor y a reparar los tejidos.
Además, los profesionales creen que la aplicación de ventosas influye en las señales de dolor, lo que podría reducir las molestias en los pacientes con afecciones de dolor crónico (Zhang et al., 2024). También está vinculado a la teoría del sistema inmunitario, que propone que la aplicación de ventosas puede estimular las defensas naturales del organismo. Además, la aplicación de ventosas puede mejorar los procesos antioxidantes del cuerpo, lo que favorece la reparación celular y reduce la inflamación.
La terapia con ventosas sigue siendo una terapia de bajo riesgo ampliamente utilizada en la práctica clínica. Ofrece un tratamiento complementario para el manejo del dolor, la recuperación y la mejora de la circulación en entornos de fisioterapia y medicina tradicional.
Posibles riesgos de la terapia con ventosas
Si bien la terapia con ventosas es un método tradicional utilizado en las culturas de Oriente Medio y otras prácticas curativas, conlleva riesgos potenciales que los profesionales médicos deben tener en cuenta. El terapeuta coloca copas especiales en la piel para crear una succión, lo que puede provocar hematomas, irritación de la piel y molestias leves. En algunos casos, una técnica inadecuada o una succión excesiva pueden afectar a las fibras nerviosas grandes y provocar sensibilidad o dolor prolongados.
Una preocupación es la posibilidad de propagar infecciones, especialmente si no se utilizan vasos desechables o si no se dispone de un saneamiento adecuado. La colocación de ventosas húmedas implica extraer sangre y también puede introducir patógenos si no se siguen procedimientos estériles. La aplicación de ventosas puede afectar el drenaje linfático y, posiblemente, afectar la función inmunológica, especialmente en personas con sistemas inmunitarios debilitados.
Algunos médicos pueden advertir contra su uso en pacientes con insuficiencia orgánica o afecciones graves. Si bien se utiliza con frecuencia para reducir el dolor, la aplicación de ventosas puede provocar la aparición de sustancias inflamatorias y provocar efectos secundarios no deseados. También se debe tener cuidado al combinar la aplicación de ventosas con la estimulación eléctrica en el tratamiento para evitar un estrés excesivo en el sistema nervioso.
¿Quién no debería someterse a una terapia de ventosas?
Ciertas personas deben evitar las ventosas debido a los posibles riesgos y contraindicaciones. Los proveedores de atención médica deben evaluar la historia clínica del paciente antes de recomendar esta terapia. Las personas con trastornos hemorrágicos, problemas de coagulación sanguínea o que toman medicamentos anticoagulantes pueden presentar moretones excesivos o una curación prolongada.
Los pacientes con infecciones cutáneas, heridas abiertas o afecciones cutáneas graves también deben evitar las ventosas, ya que la succión de las copas de vidrio puede empeorar la irritación o provocar infecciones. Es posible que las personas con insuficiencia orgánica, afecciones cardiovasculares graves o un sistema inmunitario debilitado no respondan bien a la aplicación de ventosas, lo que podría hacer que el cuerpo ejerciera más presión.
Los pacientes psiquiátricos que utilizan potenciadores del estado de ánimo o las personas con sensibilidad extrema al dolor deben consultar a un profesional antes de someterse a tratamiento. Si bien las ventosas se utilizan con frecuencia para aliviar el dolor, es posible que no sean adecuadas para las personas con trastornos neurológicos que afectan a la percepción del dolor. La evaluación adecuada por parte de profesionales capacitados es esencial para garantizar la seguridad del paciente.
Conclusiones principales
La terapia con ventosas sigue siendo una práctica de medicina tradicional y complementaria ampliamente utilizada, que ofrece beneficios potenciales para aliviar el dolor, mejorar el flujo sanguíneo y la recuperación muscular. Si bien muchos proveedores de atención médica la integran en la práctica clínica, comprender las diferentes técnicas, los beneficios y los riesgos de la aplicación de ventosas es crucial para una aplicación segura.
A pesar de su eficacia en el tratamiento del dolor crónico y las afecciones musculoesqueléticas, la terapia con ventosas no es adecuada para todas las personas. Los proveedores de atención médica deben evaluar la idoneidad del paciente, teniendo en cuenta las contraindicaciones, como los trastornos sanguíneos, las afecciones de la piel y la insuficiencia orgánica. La higiene adecuada es esencial para prevenir infecciones, especialmente con la terapia de ventosas húmedas.
La aplicación de ventosas puede ser una adición valiosa a las estrategias de manejo del dolor cuando se realiza correctamente. Puede ayudar a los pacientes con afecciones como el dolor de cuello, las migrañas y la tensión muscular, al tiempo que minimiza los posibles riesgos.
Referencias
Al-Bedah, A.M.N., Elsubai, I.S., Qureshi, N.A., Aboushanab, T.S., Ali, G.I.M., El-Olemy, A.T., Khalil, M.K.M., y Alqaed, M.S. (2019). La perspectiva médica de la terapia con ventosas: efectos y mecanismos de acción. Revista de medicina tradicional y complementaria, 9(2), 90—97. https://doi.org/10.1016/j.jtcme.2018.03.003
Furhad, S. y Bokhari, A. A. (11 de febrero de 2019). Terapia de ventosas. Publicación StatPearls. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK538253/
Pesut, S. (2021, 18 de febrero). Terapia de ventosas secas: ¿realmente ayuda? Hospitales universitarios. https://www.uhhospitals.org/blog/articles/2021/02/dry-cupping-therapy-does-it-really-help
Rahman, H.S., Ahmad, G.A., Mustapha, B., Al-Rawi, H.A., Hussein, R.H., Amin, K., Othman, H.H., y Abdullah, R. (2020). La terapia con ventosas húmedas mejora el dolor en pacientes con hiperlipidemia, hipertensión y diabetes: un estudio clínico controlado. Revista Internacional de Cirugía Abierta, 26, 10 a 15. https://doi.org/10.1016/j.ijso.2020.07.003
Zhang, Z., Pasapula, M., Wang, Z. Q., Edwards, K. L. y Norris, A. (2024). La eficacia de la terapia con ventosas para el dolor lumbar: una revisión sistemática y un metanálisis de los ensayos controlados aleatorios. Terapias complementarias en medicina, 76, artículo 103013. https://doi.org/10.1016/j.ctim.2024.103013