Guía de tratamiento para la fractura de cadera en personas mayores
Descubra las completas guías de tratamiento de las fracturas de cadera en personas mayores. Descargue gratuitamente en PDF un manual y un ejemplo para profesionales de la salud.
¿Qué son las fracturas de cadera?
Las fracturas de cadera se producen cuando la parte superior del fémur se rompe cerca de la articulación de la cadera. Estas fracturas son especialmente frecuentes en las personas mayores debido a la mayor debilidad de los huesos y al mayor riesgo de caídas. Comprender las causas, los síntomas y los tipos de fracturas de cadera es crucial para un tratamiento y una recuperación eficaces.
Causas
Las fracturas de cadera en pacientes ancianos se producen principalmente por caídas, a menudo desde una altura en la que se está de pie. De todos modos, la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos, aumenta significativamente el riesgo de la mayoría de las fracturas de cadera. Otros factores que contribuyen a las fracturas de cadera son
- Mal equilibrio
- Visión deficiente
- Medicamentos que afectan a la densidad ósea
- Riesgos ambientales (por ejemplo, alfombras sueltas, mala iluminación)
- Debilidad muscular y fragilidad
Síntomas
Los síntomas de una fractura de cadera incluyen
- Dolor intenso en la cadera o la ingle
- Incapacidad para apoyar peso en la pierna afectada
- Hematomas e hinchazón alrededor de la zona de la cadera
- Deformidad o posición anormal de la pierna
- Pierna acortada o girada hacia fuera en el lado afectado
Guía de tratamiento para la fractura de cadera en personas mayores
Guía de tratamiento para la fractura de cadera en personas mayores | Ejemplo
Cómo gestionar y tratar las fracturas de cadera en ancianos
Las fracturas de cadera en pacientes ancianos son un importante problema de salud que requiere un tratamiento rápido y eficaz para minimizar las complicaciones y mejorar la recuperación. Dada la complejidad del tratamiento de estas fracturas, la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (2021) recomienda un enfoque que incluya una intervención quirúrgica a tiempo, una anestesia adecuada, cuidados postoperatorios, rehabilitación y medidas preventivas es crucial.
Tratamiento quirúrgico
La intervención quirúrgica oportuna es fundamental para los pacientes ancianos con fracturas de cadera. Lo ideal es que la cirugía para el dolor de cadera se realice en las 48 horas siguientes al ingreso hospitalario para reducir el riesgo de complicaciones como la mortalidad, el dolor prolongado y las estancias hospitalarias prolongadas. Retrasar la cirugía más allá de este plazo puede aumentar significativamente estos riesgos, por lo que la intervención quirúrgica temprana es una prioridad.
El tipo de cirugía realizada depende de la naturaleza específica de la fractura de cadera:
- Fracturas del cuello femoral: La hemiartroplastia, preferida para pacientes con comorbilidades importantes o niveles de actividad más bajos, consiste en sustituir la cabeza femoral por una prótesis. La artroplastia total de cadera (ATC), por su parte, puede proporcionar mejores resultados funcionales a los pacientes más sanos y activos, pero conlleva un mayor riesgo de complicaciones. La fijación interna, considerada para pacientes más jóvenes o con fracturas no desplazadas, consiste en estabilizar la fractura con tornillos o placas.
- Fracturas intertrocantéricas: El clavo efalomedular se recomienda tanto para las fracturas estables como para las inestables debido a su capacidad para proporcionar una mayor estabilidad y facilitar la movilización precoz.
- Fracturas subtrocantéricas y de oblicuidad inversa: Los dispositivos cefalomedulares son muy recomendables por proporcionar una gran estabilidad y eficacia en el tratamiento.
Para los pacientes de edad avanzada sometidos a cirugía de fractura de cadera, suele preferirse la anestesia regional (como la anestesia raquídea o epidural) a la anestesia general debido al menor riesgo de complicaciones postoperatorias y al mejor control del dolor asociado a la anestesia regional.
Tratamiento postoperatorio
Un tratamiento eficaz del dolor es esencial para la recuperación tras una operación de fractura de cadera. Se recomienda un enfoque de analgesia multimodal, que incluya el uso de bloqueos nerviosos preoperatorios y diversas estrategias de tratamiento del dolor postoperatorio, para controlar el dolor y mejorar los resultados de la recuperación.
El control de los niveles sanguíneos es vital para la recuperación del paciente:
- Transfusión de sangre: Se sugiere un umbral de 8 g/dL para los pacientes postoperatorios asintomáticos a fin de equilibrar los riesgos y beneficios de las transfusiones.
- Ácido tranexámico: Administrado durante y después de la cirugía para reducir la pérdida de sangre y la necesidad de transfusiones, minimizando los riesgos asociados a la pérdida significativa de sangre.
Rehabilitación y cuidados interdisciplinarios
Fomentar la carga de peso de forma precoz, según se tolere, es crucial para mejorar la movilidad y reducir las complicaciones postoperatorias. Este enfoque ayuda a los pacientes con fractura de cadera a recuperar su independencia y acelera la rehabilitación. La Fisioterapia es vital para restablecer la movilidad y la fuerza en los pacientes ancianos tras una operación de fractura de cadera. Debe iniciarse pronto un programa de rehabilitación a medida para facilitar la recuperación y mejorar los resultados.
La aplicación de programas de atención interdisciplinarios en los que participen cirujanos ortopédicos, geriatras, fisioterapeutas y enfermeras puede disminuir significativamente las complicaciones y mejorar los resultados generales. Este enfoque colaborativo garantiza una atención integral y aborda las necesidades polifacéticas de los pacientes ancianos.
Medidas preventivas y seguimiento
Evaluar y tratar la osteoporosis es esencial para prevenir futuras fracturas. Esto puede implicar tratamientos farmacológicos como los bifosfonatos y garantizar una ingesta adecuada de calcio y vitamina D para fortalecer los huesos y reducir el riesgo de fracturas. La aplicación de medidas como la eliminación de los peligros de tropiezo, la instalación de barras de apoyo y la mejora de la iluminación para prevenir las caídas es crucial para los pacientes ancianos.
Además, es necesario acudir a citas periódicas de seguimiento para controlar el progreso de la recuperación, ajustar los planes de rehabilitación, controlar el dolor y gestionar con prontitud las complicaciones. El seguimiento continuo garantiza que los pacientes reciban la atención adecuada durante todo el proceso de recuperación.
Cómo utilizar nuestra plantilla de guías de tratamiento
Nuestra plantilla de guías de tratamiento para las fracturas de cadera en ancianos está diseñada para ofrecer un enfoque estructurado y exhaustivo del tratamiento de esta grave lesión. He aquí una breve guía sobre cómo utilizarla eficazmente:
Paso 1: Descargar la plantilla
Descargue una copia de la Guía de tratamiento de la fractura de cadera en ancianos utilizando el enlace de esta página o a través de la aplicación Carepatron.
Paso 2: Utilícelo en su consultorio
Utilice el folleto como guía de referencia para el tratamiento de las fracturas de cadera en pacientes ancianos. Incluye recomendaciones basadas en pruebas de la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos.
Paso 3: Compártalo con pacientes y cuidadores
Comparta el folleto con sus pacientes y sus cuidadores para ayudarles a comprender las opciones de tratamiento de las fracturas de cadera. Esto también les capacitará para desempeñar un papel activo en su propio cuidado.
Paso 4: Guárdelo en su archivo
Conserve una copia del folleto en el expediente de su paciente para futuras consultas y para ayudar a garantizar la continuidad de los cuidados.
Referencia
Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos. (2021). Management of hip fractures in older adults evidence-based clinical practice guide. https://www. aaos.org/globalassets/quality-and-practice-resources/hip-fractures-in-the-elderly/hipfxcpg.pdf
Preguntas Frecuentes
Las fracturas de cadera en los ancianos se producen principalmente por caídas debidas a la osteoporosis, la falta de equilibrio y los problemas de visión.
El diagnóstico implica un examen físico y pruebas de imagen como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas para confirmar la fractura y su gravedad.
Las opciones de tratamiento de la fractura de cadera incluyen intervenciones quirúrgicas como la fijación interna, el reemplazo parcial de cadera y el reemplazo total de cadera, así como opciones no quirúrgicas para quienes no pueden someterse a cirugía.