Cuestionario para evaluar habilidades sociales y de comunicación de un paciente (SCQ)

¿Qué es el Cuestionario de Comunicación Social (SCQ)?

El Cuestionario de comunicación social, o SCQ para abreviar, fue diseñado para servir a los Profesionales de la salud como herramienta de prueba. Específicamente, prueba los síntomas potenciales del Trastorno del Espectro Autista (TEA) en pacientes sospechosos de padecerlos. Lo hace evaluando las habilidades comunicativas y sociales de una persona, profundizando en aspectos específicos como el lenguaje (si lo compone o no), el contacto visual al conversar con una persona y los gestos inusuales.

El cuestionario consta de cuarenta ítems, todos los cuales pueden responderse con un simple "Sí" o "No". Estas son algunas de las preguntas que se plantearán:

• ¿Son ahora capaces de hablar utilizando frases u oraciones cortas?
• ¿Se confunden alguna vez de pronombre?
• ¿Tienen manierismos o formas raras de mover las manos o los dedos, como aletear o mover los dedos delante de los ojos?
• ¿Alguna vez se hacen daño deliberadamente, como morderse los brazos o golpearse la cabeza?
• ¿Tienen algún objeto (que no sea un peluche o una manta de consuelo) para llevar a todas partes?
• ¿Mueven la cabeza para indicar que sí?
• ¿Mueven la cabeza para indicar que no?
• ¿Muestran una gama normal de expresiones faciales?

Cómo utilizar el Cuestionario de comunicación social (SCQ)

Existen dos formas de que el profesional de la salud administre este cuestionario:

1. El profesional puede utilizar este cuestionario y hacer que los padres, tutores, cuidadores o profesores del niño se sienten en una sesión. El profesional les entrevistará utilizando las preguntas del SCQ. Esto lleva mucho tiempo y puede que no sea la mejor manera de emitir el cuestionario. Sin embargo, la ventaja de hacerlo es que el profesional puede conseguir que los entrevistados se explayen en sus respuestas, proporcionando información valiosa que puede utilizarse posteriormente.
2. La forma más sencilla de administrarlo es simplemente entregar copias del cuestionario a los padres, tutores, cuidadores o profesores del niño y hacer que lo respondan de forma independiente. Pueden responderlo durante una sesión presencial o puede hacer que se lo lleven a casa si necesitan tiempo para hacer más observaciones. Sólo asegúrese de llegar a un acuerdo sobre cuándo deben devolver el cuestionario totalmente cumplimentado.

Ahora, por parte de los informadores (nos referiremos a ellos como tales ya que le están informando sobre el niño que están tratando), todo lo que tienen que hacer es responder a cada pregunta con un SÍ o un NO.

Responder al cuestionario no debería llevarle demasiado tiempo, sobre todo si conocen y están seguros de sus respuestas a cada pregunta. Sin embargo, no se sorprenda si les lleva más de diez minutos porque algunas personas podrían pensar profundamente sus respuestas sólo para estar seguras.

¿Cómo se puntúa el Cuestionario de comunicación social (SCQ)?

Una vez que reciba el cuestionario completo, deberá calcular las puntuaciones. Cada ítem puede puntuar hasta un solo punto, pero las puntuaciones difieren para cada número porque todos están encuadrados de forma diferente. En total, la puntuación máxima de este cuestionario es 25.

Para ayudarle a calcular las puntuaciones, consulte esta tabla:

Para los ítems que muestran qué respuestas puntúan 1, lo ideal son las respuestas opuestas.

Para los ítems que muestran qué respuestas puntúan 0, lo ideal es que esas sean las respuestas.

La puntuación de corte es 15, lo que significa que el niño puede padecer un Trastorno del Espectro Autista (TEA). Cuanto mayor sea la puntuación, mayor será la probabilidad de que el niño lo padezca; sin embargo, tenga en cuenta que el hecho de que puntúe 15 o más no significa necesariamente que padezca algún trastorno del espectro autista. Por eso se recomienda que el niño se someta a un examen exhaustivo para ver si se le debe diagnosticar un trastorno del espectro autista.

¿Cuándo es mejor utilizar el SCQ?

Dado que el SCQ es un recurso vital, los mejores momentos para entregárselo serán siempre las citas iniciales, que se programaron porque quieren consultarle sobre un niño con posibles trastornos del espectro autista que están tratando. Lo mejor es expedirlo lo antes posible para que el niño pueda ser sometido a una prueba de detección inmediatamente.

Hacerles una prueba lo antes posible dará a los profesionales de la salud la oportunidad de desarrollar los planes necesarios de intervención temprana para encontrar formas de ayudar al niño con TEA a vivir cómodamente a pesar de su enfermedad. También deben tener en cuenta a sus familias, tutores, profesores y otras personas para que sepan cómo ayudar a gestionar el TEA del niño hasta el punto de que no se convierta en un problema ni para ellos ni para el niño.

Ahora bien, por parte del informador, si decide llevarse el SCQ a casa para tener tiempo de asegurarse de que sus observaciones son correctas, puede utilizar el cuestionario en cualquier ocasión para observar al niño que está informando. Puede utilizarse en casa para evaluar al niño basándose en el entorno doméstico. También puede utilizarse durante la clase cuando el niño interactúa con los demás y realiza tareas escolares. Esto también puede apoyar el uso de una intervención educativa, junto con otras formas de planificación del tratamiento.

¿Quién puede utilizar el Cuestionario de Comunicación Social?

En cuanto a quién puede incluirlo como parte de su trabajo, los siguientes Profesionales de la salud pueden utilizar el Cuestionario de comunicación social (SCQ):

• Psicólogos (infantiles)
• Psiquiatras (infantiles)
• Pediatras (del desarrollo)
• Neurólogos pediátricos
• Terapeutas (infantiles)
• Counselors (escolares)

Siempre que el Profesional de la salud haya recibido formación profesional y tenga experiencia en la exploración rutinaria de niños con sospecha de Trastorno del Espectro Autista (TEA), sin duda puede añadirlo como parte de su lista de evaluaciones junto con otras herramientas de exploración del autismo.

Si usted es uno de los Profesionales de la salud mencionados, le recordamos que el Cuestionario de Comunicación Social (SCQ) es un cuestionario de prueba. En ningún caso debe utilizarse para diagnosticar a niños con trastornos del espectro autista. Recuerde que si el niño obtiene una puntuación de 15 o más según las respuestas del informador, la directiva es que se someta a exámenes exhaustivos para obtener un diagnóstico oficial. Esto incluye su gravedad sintomática, los niveles de los síntomas, si hay alguna discapacidad intelectual presente, así como una comprensión completa de la historia del desarrollo cognitivo.

No obstante, puede utilizarse como parte de un examen exhaustivo. Las respuestas de los informadores seguirán sirviendo como información útil junto con los resultados de otras evaluaciones. Éstas podrían incluir diagnósticos de comportamiento, desarrollo cognitivo si se utilizó una intervención temprana, el comportamiento del niño, la planificación del tratamiento y la intervención educativa. Durante este tiempo, el profesional estará evaluando el riesgo, la gravedad de los síntomas y las habilidades de comunicación, además de seguir probablemente un programa de observación del diagnóstico del autismo.

En cuanto a las personas que más participarán en el cuestionario, serán los padres, tutores, profesores o cuidadores de los niños. Ellos serán los que informen sobre el niño y sus posibles síntomas de TEA. Siempre que estén relacionados con el niño de algún modo y sean directamente responsables de él, sin duda pueden utilizar este cuestionario para observarlo en busca de cualquier signo de TEA.

¿Cuáles son las ventajas de utilizar el Cuestionario de comunicación social?

Puede dar una buena imagen del niño en cuanto a sus habilidades sociales y de comunicación.

Aunque el Cuestionario de Comunicación Social (SCQ) es un cuestionario de SÍ o NO, las respuestas pueden dar una buena imagen del niño porque las preguntas son específicas sobre ciertas cosas, como la forma en que gesticulan con los demás, si pueden comunicarse bien con los demás y si pueden participar en la diversión con otros niños.

Es una herramienta fiable a la hora de evaluar a un niño para un posible diagnóstico de TEA

Dado que el profesional de la salud que emite este cuestionario no va a estar precisamente cerca del niño durante un buen periodo de tiempo, no puede ser él quien lo rellene. Este cuestionario se basa en las personas que pasan mucho tiempo con el niño del que se informa. Como pasan bastante tiempo con el niño, lo conocerán mejor, sobre todo cuando muestre signos. Sabrá que las respuestas proceden de personas bien informadas, lo que lo convierte en una herramienta fiable para evaluar a un niño en busca de TEA.

El cuestionario crea oportunidades para intervenciones y tratamientos tempranos

Como normalmente se entrega a los informadores en cuanto consultan con los profesionales sobre el posible TEA de un niño, los niños pueden ser evaluados lo antes posible y el profesional puede desarrollar un plan de cuidados a seguir que ayudará al niño y a los informadores a gestionar mejor el TEA para que no se convierta en un problema para el niño mientras atraviesa las pruebas y tribulaciones del crecimiento. Una mejor gestión del TEA significa una mejor calidad de vida tanto para el niño como para las personas que se ocupan de ellos.

También puede ayudar a los niños muy pequeños, así como tener en cuenta la información de los informes de su cuidador principal. Cuando el cuidador está implicado, puede llevarse a cabo una evaluación más completa. Se puede comprender todo el historial de desarrollo del niño en su forma actual e identificar cualquier trastorno del desarrollo del lenguaje. Esto puede ayudar a los profesionales de la salud mental en sus intentos de comparar los niveles de síntomas, lo que a su vez permite una intervención temprana.