Prueba de trastorno del procesamiento sensorial
Descubra los retos del procesamiento sensorial con nuestra completa guía de pruebas SPD: descubra las claves de un enfoque adaptado para apoyar y prosperar.
¿Qué es una prueba de trastorno del procesamiento sensorial y cuándo es necesaria?
Una prueba de trastorno del procesamiento sensorial (TPS), también conocida como evaluación de la disfunción de integración sensorial, es una prueba sintomática diseñada para evaluar cómo procesa y responde un individuo a la información sensorial de su entorno. El procesamiento sensorial se refiere a la forma en que el sistema nervioso recibe, organiza e interpreta la información sensorial, como el tacto, el sonido, el gusto, la vista y el movimiento. Cuando existe una disfunción en este proceso, puede provocar dificultades en el funcionamiento diario.
Estos son algunos puntos clave de otros niños sobre las pruebas del trastorno del procesamiento sensorial y cuándo pueden ser necesarias:
- Evaluación multidisciplinar: Los terapeutas ocupacionales suelen realizar evaluaciones de los trastornos del procesamiento sensorial, ya que están especializados en comprender y abordar los problemas sensoriales. La revisión puede implicar la colaboración con otros profesionales, como los logopedas, fisioterapeutas psicólogos o especialistas en desarrollo.
- Signos y síntomas: La prueba puede considerarse cuando un individuo presenta signos y síntomas que sugieren desafíos en el procesamiento de la información sensorial. Estos pueden incluir hipersensibilidad (reacción exagerada a los estímulos) o hiposensibilidad (reacción insuficiente a los estímulos), dificultades de coordinación motora, dificultades de atención y concentración, problemas de regulación emocional y desafíos sociales.
- Niños y adultos: Los problemas de procesamiento sensorial pueden identificarse tanto en niños como en adultos. Puede manifestarse como retos en el rendimiento académico, el comportamiento y las interacciones sociales de los niños. En los adultos puede afectar a las actividades diarias, el rendimiento laboral y las relaciones.
- Implicaciones funcionales: La necesidad de una prueba surge cuando existen implicaciones prácticas en la vida diaria. Puede recomendarse una evaluación si los problemas sensoriales afectan significativamente a la capacidad de una persona para participar en las actividades del hogar, la escuela o el trabajo.
- Evaluación individualizada: La evaluación suele ser individualizada, teniendo en cuenta los retos sensoriales específicos de la persona. Puede incluir observaciones, entrevistas con los cuidadores, evaluaciones estandarizadas y observaciones clínicas.
- Planificación del tratamiento: Los resultados de las pruebas ayudan a desarrollar un plan de tratamiento individualizado. Las intervenciones pueden incluir terapia de integración sensorial, modificaciones del entorno y estrategias para mejorar el procesamiento y la regulación sensoriales.
- Colaboración con cuidadores y educadores: El proceso de evaluación implica la colaboración con los cuidadores, los profesores y otras personas relevantes para comprender de forma exhaustiva las experiencias sensoriales del individuo en diferentes entornos.
Aunque existen evaluaciones estandarizadas para el procesamiento sensorial, el diagnóstico y el tratamiento del trastorno del procesamiento sensorial pueden variar. No todos los expertos están de acuerdo en clasificar el TPS como un trastorno distinto y puede considerarse un síntoma de otras afecciones.
Un profesional de la salud, normalmente un terapeuta ocupacional, puede guiar el proceso de evaluación y recomendar las intervenciones adecuadas en función de las necesidades del individuo.
Prueba de trastorno del procesamiento sensorial
Prueba de trastorno del procesamiento sensorial | Ejemplo
¿Cómo pueden los terapeutas ocupacionales diagnosticar los Trastornos del Procesamiento Sensorial en los niños?
Los terapeutas ocupacionales desempeñan un papel crucial a la hora de identificar y abordar los retos del procesamiento sensorial en los niños. Aunque no pueden proporcionar un diagnóstico formal del trastorno del procesamiento sensorial infantil, pueden aportar valiosas ideas a un equipo multidisciplinar que participe en el proceso de diagnóstico. He aquí cómo pueden contribuir los terapeutas ocupacionales a identificar los problemas de procesamiento sensorial en los niños:
- Evaluación exhaustiva: Los terapeutas ocupacionales examinan a fondo los patrones de procesamiento sensorial del niño. Esto implica observar las respuestas del niño a los estímulos sensoriales, como el tacto, el movimiento, el sonido y la entrada visual.
- Observaciones clínicas: Los terapeutas ocupacionales evalúan cómo responde un niño a las experiencias sensoriales cotidianas mediante la observación directa. Esto incluye cómo reaccionan a las texturas, toleran diferentes niveles de ruido, manejan los cambios de rutina y participan en actividades motoras.
- Entrevistas a padres y cuidadores: Recabar información de los padres y cuidadores es crucial. Los terapeutas ocupacionales realizan entrevistas para conocer el comportamiento del niño en casa, sus rutinas y cualquier dificultad observada relacionada con el procesamiento sensorial.
- Evaluaciones estandarizadas: Utilizando herramientas estandarizadas, los terapeutas ocupacionales pueden evaluar aspectos específicos del procesamiento sensorial. Algunos ejemplos son la Medida del procesamiento sensorial (SPM), Perfil sensorial y las pruebas de integración sensorial y Praxis.
- Análisis del impacto funcional: Los terapeutas ocupacionales analizan cómo afectan los retos del procesamiento sensorial a la vida diaria del niño, incluidas las tareas de autocuidado, las actividades escolares y las interacciones sociales. Esto ayuda a determinar la gravedad y las implicaciones funcionales de los problemas sensoriales.
- Colaboración con otros profesionales: Los terapeutas ocupacionales colaboran con psicólogos, pediatras y otros Profesionales de la salud para comprender el desarrollo general del niño de forma holística. Este enfoque interdisciplinario garantiza una evaluación más precisa.
- Interacción directa con el niño: En las evaluaciones basadas en el juego, los terapeutas ocupacionales observan cómo responde el niño a diversas actividades sensoriomotoras. Esta interacción ayuda a identificar áreas específicas de dificultad, como una coordinación deficiente, retos de atención o comportamientos de búsqueda sensorial.
- Intervenciones de prueba: Los terapeutas ocupacionales pueden poner en práctica intervenciones de prueba para observar cómo responde el niño. Esto podría implicar la introducción de actividades diseñadas para abordar retos específicos de procesamiento sensorial y evaluar la comodidad y el éxito del niño al participar en estas actividades.
- Seguimiento de los progresos: Tras identificar los retos del procesamiento sensorial, los terapeutas ocupacionales trabajan en el desarrollo de planes de intervención. La supervisión y la reevaluación periódicas ayudan a seguir los progresos del niño y a ajustar las intervenciones según sea necesario.
¿Cuáles son los signos clave de la sobrecarga sensorial y cómo se gestiona?
La sobrecarga sensorial puede manifestarse de varias maneras, como dificultad para concentrarse, irritabilidad extrema, inquietud y una mayor sensibilidad a los estímulos sensoriales como las texturas y los tejidos. En los niños puede manifestarse como una expresión emocional limitada, falta de contacto visual, dificultad para concentrarse y retraso en el desarrollo del habla.
Los individuos pueden identificar los desencadenantes, crear una rutina y desarrollar ejercicios de autocalmado para gestionar la sobrecarga sensorial. Los terapeutas ocupacionales también pueden ayudar a las personas, especialmente a los niños, a controlar la sobrecarga sensorial mediante diversas estrategias, como la creación de un entorno favorable a los sentidos y la terapia de integración sensorial.
Es esencial trabajar con profesionales de la salud para desarrollar estrategias de gestión personalizadas basadas en las necesidades y circunstancias individuales.
¿Por qué algunos niños experimentan un equilibrio y unas habilidades motoras deficientes debido al SPD?
Los niños con trastorno del procesamiento sensorial (TPS) pueden experimentar un equilibrio y unas habilidades motoras deficientes debido a la forma en que sus cerebros reciben y responden a los mensajes sensoriales. Esto puede provocar dificultades para procesar e integrar la información sensorial, lo que afecta a su capacidad para coordinar los movimientos y mantener el equilibrio.
Los niños con SPD pueden tener problemas para responder a la discriminación sensorial, lo que puede provocar trastornos como un alto riesgo de caídas durante las actividades dinámicas de la vida diaria. El enfoque de integración sensorial de la terapia ocupacional se utiliza habitualmente para tratar el SPD, ya que permite al sistema nervioso del niño procesar y responder a la información sensorial de forma más eficaz.
Aunque los terapeutas ocupacionales pueden identificar y clasificar el SPD, un psicólogo infantil debe hacer un diagnóstico oficial. La terapia de integración sensorial, que los terapeutas ocupacionales utilizan a menudo, puede ayudar a los niños con SPD a mejorar la capacidad de su cuerpo para procesar e integrar la información sensorial, lo que puede conducir a una mejora del equilibrio y las habilidades motoras.
¿Cómo puede afectar el trastorno del procesamiento sensorial al comportamiento y la atención de un niño?
El trastorno del procesamiento sensorial (TPS) puede repercutir significativamente en el comportamiento y la atención de un niño. Los niños con SPD pueden tener problemas para manejar la información que captan sus sentidos, lo que conduce a una hipersensibilidad, hiposensibilidad o una combinación de ambas.
Esto puede dar lugar a comportamientos que se solapan con los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), como problemas para permanecer sentado, dificultad para concentrarse y crisis durante las transiciones de una actividad a otra.
Existe una alta correlación entre los déficits de procesamiento sensorial y las dificultades de comportamiento, así como elevados niveles de estrés en los padres. Además, los niños con SPD pueden mostrar sobrecarga sensorial, lo que provoca inquietud, desregulación emocional y dificultad para concentrarse.
El SPD no es un trastorno psiquiátrico reconocido, pero puede tener un impacto significativo en el funcionamiento diario del niño. Debe abordarse mediante terapias y cambios prácticos en casa y en la escuela.
Investigación y pruebas
La comprensión de las dificultades del procesamiento sensorial ha evolucionado significativamente a lo largo de las décadas, y el desarrollo de la teoría de la integración sensorial se asocia principalmente con la terapeuta ocupacional y psicóloga Dra. Jean Ayres.
Ayres propuso que las dificultades en el procesamiento de la información sensorial podían contribuir a los retos conductuales y motores, y su trabajo sentó las bases para la investigación y el estudio posteriores. La investigación posterior ha ampliado el trabajo de Ayres, investigando los matices del procesamiento sensorial y su impacto en el funcionamiento diario.
El desarrollo de pruebas específicas para las dificultades del procesamiento sensorial, como la Prueba de Integración y Praxis Sensorial (SIPT) y la Evaluación Temprana de la Integración Sensorial (EASI), ha cobrado impulso en los últimos años a medida que ha aumentado la concienciación sobre este trastorno (Davies, 2023). Estas evaluaciones suelen implicar la observación, informes de los padres/cuidadores y pruebas directas de las respuestas conductuales del individuo a los estímulos sensoriales.
Los estudios de investigación han contribuido a la validación y el perfeccionamiento de estas pruebas, aportando pruebas de su fiabilidad y validez en el diagnóstico de los trastornos del procesamiento sensorial (TPS). Además, los estudios de neuroimagen y los avances en neurociencia han profundizado nuestra comprensión de los mecanismos neurales que subyacen a las dificultades de procesamiento sensorial (Universidad de California San Francisco, 2013).
El procesamiento sensorial y los trastornos relacionados son dinámicos, y la investigación continua perfecciona nuestra comprensión y las herramientas de evaluación. Las personas sospechosas de padecer un TPS deben consultar a profesionales de la salud, como terapeutas ocupacionales o pediatras del desarrollo, que pueden utilizar las últimas investigaciones y evaluaciones basadas en pruebas para evaluar y abordar los retos del procesamiento sensorial.
Referencias
Davies, J. (2023, 25 de julio). Five Sensory Processing Assessment Tools Used in School-Based OT. OT Schoolhouse. https://www.otschoolhouse.com/single-post/five-sensory-processing-assessment-tools-used-in-schoolbasedot
Universidad de California San Francisco. (2013, 9 de julio). Un estudio pionero revela la base biológica de los trastornos del procesamiento sensorial en los niños | UC San Francisco. Breakthrough Study Reveals Biological Basis for Sensory Processing Disorders in Kids | UC San Francisco. https://www.ucsf.edu/news/2013/07/107316/breakthrough-study-reveals-biological-basis-sensory-processing-disorders-kids
Preguntas Frecuentes
En la actualidad, los tests de integración sensorial y Praxis son la herramienta de evaluación estandarizada para diagnosticar el trastorno del procesamiento sensorial. Consta de 17 pruebas que se utilizan para evaluar diversos aspectos del procesamiento sensorial.
Puede que reaccionen con fuerza a los ruidos fuertes o a las luces brillantes o que se quejen de que la ropa les resulta incómoda. Pueden ser torpes o necesitar ayuda con la motricidad fina, como abrocharse los botones. Algunos niños muestran comportamientos extremos como gritar cuando se les moja la cara.
Aunque suenan parecidos al trastorno del espectro autista, las dificultades del procesamiento sensorial pueden estar presentes sin autismo. A menudo, los niños o adultos con otras afecciones del neurodesarrollo o psiquiátricas como retraso del desarrollo, discapacidad intelectual, ansiedad, TDAH o trastornos del estado de ánimo también pueden presentar Trastorno del Procesamiento Sensorial.