Prueba de miopía
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¿Qué es la miopía?
La miopía, denominada médicamente miopía, es un problema de visión común que afecta a personas de todo el mundo. Se debe a un error de refracción, que afecta al modo en que la luz entra en el ojo. Como el ojo se enfoca incorrectamente, los objetos lejanos aparecen borrosos y distorsionados.
Es esencial reconocer el impacto de la miopía en la calidad de vida del paciente. Más allá de enfocar nítidamente los objetos lejanos, puede afectar a la visión periférica del paciente. Cuando la visión central se corrige con lentes estándar, la visión periférica puede seguir pareciendo borrosa o desvaída, lo que afecta a la conciencia espacial y a la navegación. Los diseños avanzados de lentes y otras medidas pueden ayudar a corregir esta distorsión periférica, mejorando y restaurando la función visual.
¿Qué causa la miopía?
La miopía es un defecto de refracción en el que los ojos enfocan la luz delante de la retina en lugar de directamente sobre ella, lo que produce una imagen borrosa de los objetos lejanos. Comprender las causas de la miopía es esencial para diagnosticar, tratar y, potencialmente, prevenir adecuadamente la progresión de la miopía en los pacientes.
Los siguientes factores contribuyen al desarrollo de la miopía:
- Influencia genética: La miopía suele ser hereditaria. Es importante informarse sobre los antecedentes familiares de un paciente, ya que aquellos con uno o ambos progenitores miopes tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar ellos mismos la afección. Los genes desempeñan un papel importante en la estructura y el funcionamiento del ojo, lo que puede hacer que los individuos sean vulnerables a los errores refractivos.
- Contribuciones medioambientales: Los estilos de vida modernos pueden influir en el desarrollo de la miopía. El espectacular aumento de las actividades de cerca, como la lectura, el uso de teléfonos inteligentes y el trabajo con ordenadores, supone una gran exigencia para nuestro sistema visual.
- Factores estructurales: El tamaño y la forma del ojo son clave para determinar su estado refractivo. Un alargamiento del globo ocular o una córnea demasiado curvada hacen que el punto focal de la visión se sitúe delante de la retina. Esta complicación estructural puede ser la causa directa de la visión borrosa.
- Edad y progresión de la miopía: La miopía suele aparecer por primera vez en niños en edad escolar y progresa hasta que el individuo alcanza los veinte años. El control regular y la actualización de las graduaciones son vitales durante estos años, ya que el ojo experimenta cambios significativos.
¿Puede volverse peligrosa la miopía?
La miopía suele entenderse como una afección visual que provoca visión borrosa o distorsionada. Sin embargo, puede tener consecuencias más importantes. Aunque la miopía suele ser manejable mediante lentes correctoras o cirugía refractiva, en casos graves o de alto grado, puede conllevar una mayor vulnerabilidad a otros problemas de salud ocular.
La miopía alta, o miopía grave, denota una graduación de -6,00 dioptrías o más. Estos altos grados de miopía pueden provocar a menudo complicaciones debido a los cambios estructurales del ojo. Esto incluye afecciones oculares como el desprendimiento de retina, la degeneración macular, el glaucoma y las cataratas.
Sin embargo, es esencial comunicar a los pacientes que tener miopía no significa definitivamente que vayan a desarrollar estas afecciones; simplemente, el riesgo es mayor proporcionalmente a la gravedad de la miopía. Educar a los pacientes sobre sus riesgos potenciales y abogar por medidas preventivas son pasos clave para garantizar la salud ocular de los pacientes.
Prueba de miopía
Prueba de miopía | Ejemplo
¿Cómo se diagnostica la miopía?
Dada su prevalencia en la población general, el diagnóstico de la miopía es una competencia básica para un especialista en oftalmología. Un diagnóstico eficaz se basa en la práctica de habilidades clínicas, una prueba de visión adecuada y la colaboración con el paciente. Los pasos siguientes son formas de ayudarnos a diagnosticar con precisión la miopía:
Realización de la prueba de agudeza visual
La prueba de agudeza visual es la herramienta definitiva para evaluar la claridad de la vista de un paciente a una distancia determinada. La prueba de agudeza visual no es sólo una parte rutinaria de un examen ocular. También es una herramienta fundamental para determinar si la visión del paciente se encuentra dentro de los límites normales o si es necesario realizar una evaluación más exhaustiva.
En esta prueba de visión a distancia, se pide a los pacientes que lean la línea de letras más pequeña que puedan ver en la tabla de Snellen desde una distancia estándar, normalmente 6 metros. Los resultados, expresados en términos de fracciones de Snellen (como 20/20 o 20/40), nos dan una indicación de referencia de la capacidad del paciente para ver con claridad a distancia.
Anamnesis detallada
Preguntar a los pacientes sobre sus experiencias visuales durante actividades específicas, como conducir o ver la televisión, puede proporcionar pistas para el diagnóstico de la miopía. Sus problemas de visión y las dificultades para ver objetos lejanos son esenciales para reconocerlos y tenerlos en cuenta en el proceso de diagnóstico. También es importante explorar el historial del paciente, como diagnósticos anteriores, otras posibles afecciones de salud, la presencia de lesiones oculares, los síntomas actuales y otros procedimientos que puedan causar miopía.
Evaluación de la refracción
Durante un examen ocular completo, también se utiliza la refracción para determinar la graduación exacta que corregirá la visión del paciente. Esto suele hacerse utilizando un dispositivo conocido como foróptero. Se presenta a los pacientes una serie de opciones de lentes y se les pregunta, lo que les ayuda a ver con mayor claridad. Este proceso determina el grado de miopía y la fuerza correctora necesaria, especialmente para el uso de gafas o lentes de contacto.
¿Cómo funciona esta prueba de miopía?
La evaluación y el diagnóstico de la miopía son componentes fundamentales de la atención oftalmológica que prestan los Profesionales de la salud. A continuación se describen los pasos para realizar esta prueba de visión lejana:
Paso 1: Recopilación del historial del paciente
La prueba de la miopía comienza con la recopilación de un historial completo del paciente. Esto sienta las bases para comprender cualquier predisposición genética, la aparición de síntomas y los factores del estilo de vida que afectan a la visión.
Paso 2: Prueba de visión preliminar
Se realiza un examen visual preliminar, a menudo con una tabla optométrica Snellen, para medir la agudeza visual del paciente. Esta evaluación inicial proporciona una valoración de referencia de lo bien que ve el paciente a distintas distancias. La tabla de Snellen se coloca a una distancia normalizada y se pide a los pacientes que lean la línea de letras más pequeña que puedan ver.
Paso 3: Prueba de refracción
Tras la prueba preliminar de agudeza visual, se realiza una prueba de refracción para determinar la graduación ideal de las lentes del paciente. Esta prueba mide con precisión el grado de miopía. Utilizando un foróptero, presente al paciente una serie de opciones de lentes, preguntándole qué opción le permite ver con mayor claridad las letras de la tabla de Snellen.
Paso 4: Confirmación del diagnóstico y prescripción
El resumen de estas pruebas conduce a la confirmación de la miopía. Se analizan los datos recopilados para determinar la gravedad de la miopía y se comentan los resultados con el paciente. Se proporciona una prescripción de lentes correctoras basada en los resultados de las pruebas de refracción. También podrían sugerirse citas de seguimiento para controlar la afección o discutir otras medidas correctivas.
¿Cuándo es mejor realizar esta prueba?
Conocer el momento óptimo para realizar esta prueba ayuda a mantener la salud visual de los pacientes y puede evitar complicaciones asociadas a la miopía no tratada. Puede ser ideal realizar la prueba de la miopía en los siguientes casos:
- Lo ideal es incluir la prueba de la miopía como componente de un examen ocular rutinario completo.
- La programación de un examen ocular específico para la miopía también puede surgir debido a dificultades con la visión de lejos, tensión ocular o dolores de cabeza, bizquera y cambios visuales.
- Los exámenes de miopía también pueden realizarse como medida de salud preventiva.
- En el caso de los pacientes pediátricos, se recomienda realizar evaluaciones más tempranas y frecuentes. Los niños deben someterse a un examen al menos cada dos años, más a menudo si presentan problemas visuales o ya se les ha diagnosticado miopía.
¿Cuáles son los beneficios de esta prueba de miopía?
Esta importante prueba de visión proporciona varios beneficios, desde el diagnóstico y el seguimiento hasta el fomento de la atención oftalmológica preventiva. La realización de una prueba de miopía puede ofrecer las siguientes ventajas:
Diagnóstico precoz
La principal ventaja de la prueba de la miopía es la detección precoz y precisa de la miopía. La identificación precoz de esta afección puede garantizar que los pacientes reciban las lentes correctoras o el tratamiento necesarios para recuperar su visión de lejos.
Control de la salud ocular
Las pruebas de miopía proporcionan información valiosa sobre la salud de los ojos y la progresión de la miopía a lo largo del tiempo. Las pruebas periódicas nos permiten seguir los cambios en la visión del paciente, controlar el ritmo de progresión de la miopía y ajustar los tratamientos según sea necesario.
Mejora de la calidad de vida
Las medidas correctoras como las gafas, las lentes de contacto o la cirugía refractiva pueden ayudar a los pacientes a recuperar una visión clara de lejos. Esto ayuda a realizar las tareas cotidianas con mayor eficacia y a disfrutar de las actividades que requieren una visión clara a distancia.
¿Cómo se trata o gestiona la miopía?
El tratamiento y la gestión de la miopía implican diversas estrategias, cuyo objetivo principal es corregir el error refractivo y mejorar la agudeza visual.
Lentes correctoras
El método más común y tradicional de gestionar la miopía es mediante la prescripción de lentes correctoras, concretamente animando a los pacientes a llevar gafas o lentes de contacto. Son fáciles de usar, versátiles en cuanto a estilo y función, y pueden ajustarse a la graduación del usuario a medida que ésta cambia con el tiempo.
Cirugía refractiva
Para los adultos en los que la miopía se ha estabilizado, la cirugía ocular presenta una solución más permanente para corregir la visión. Procedimientos como LASIK, PRK o SMILE están diseñados para remodelar la córnea, corrigiendo eficazmente el error refractivo que conduce a la miopía.
Modificaciones del estilo de vida
Animar a los pacientes a realizar ajustes en su estilo de vida también puede desempeñar un papel en el control de la miopía. Las actividades que implican pasar más tiempo al aire libre y hacer pausas durante el trabajo o el tiempo frente a una pantalla han demostrado ser eficaces para prevenir el desarrollo y la progresión de la miopía.
Puede utilizar la Plantilla de prescripción y la Plantilla de pruebas de agudeza visual para potenciar su consultorio y mejorar los resultados de sus clientes. Juntas, estas herramientas proporcionan un enfoque integral para abordar tanto los problemas relacionados con la medicación como los relacionados con la visión.
Preguntas Frecuentes
Entre los síntomas habituales de la miopía se incluyen la dificultad para ver con claridad los objetos lejanos (como las señales de tráfico o la pizarra en la escuela), la necesidad de entrecerrar los ojos para ver con claridad, los dolores de cabeza causados por la tensión ocular y la dificultad para ver al conducir, especialmente por la noche (miopía nocturna).
Para las personas diagnosticadas de miopía, se suelen recomendar revisiones oculares anuales para controlar la afección. Sin embargo, es posible que su profesional de la salud le sugiera exámenes más frecuentes, especialmente en niños, debido a su rápido desarrollo ocular.
La miopía no suele mejorar de forma natural con el tiempo. De hecho, suele empeorar durante la infancia y la adolescencia, cuando el organismo se encuentra en una fase de rápido crecimiento. La miopía no puede invertirse, pero el objetivo del tratamiento es evitar que empeore, lo que puede proteger nuestra salud ocular en el futuro.