Folleto de directrices para el tratamiento del melanoma

¿Qué es el melanoma?

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se origina en las células productoras de pigmento llamadas melanocitos. Es una de las formas más agresivas de cáncer de piel, con potencial para extenderse rápidamente a otras partes del cuerpo si no se detecta y trata a tiempo.

El melanoma cutáneo, que surge de la piel, es la forma más común de melanoma, pero también puede desarrollarse en otras partes del cuerpo, como los ojos o las mucosas.

Los pacientes con melanoma en estadio I o II suelen someterse a la extirpación quirúrgica del tumor primario, a menudo seguida de una biopsia del ganglio linfático centinela para determinar si el cáncer se ha extendido a los ganglios linfáticos cercanos.

En los casos de melanoma en estadio III resecado, las opciones de tratamiento adicionales pueden incluir la disección completa de los ganglios linfáticos o una terapia adyuvante para reducir el riesgo de recidiva.

En los casos de melanoma maligno metastásico avanzado, en los que el cáncer se ha extendido a órganos distantes, las opciones de tratamiento pueden incluir inhibidores del punto de control inmunitario, terapia dirigida, radioterapia o participación en ensayos clínicos.

Síntomas y signos del melanoma

El melanoma, una forma de cáncer de piel, puede manifestarse con diversos síntomas y signos. Reconocer estos indicadores tempranos es crucial para un diagnóstico y tratamiento oportunos. He aquí algunos signos y síntomas comunes del melanoma:

• Cambios en los lunares: Esté atento a cualquier cambio en el tamaño, la forma o el color de los lunares existentes.
• Lunares nuevos: Esté atento a la aparición de nuevos lunares en su piel, especialmente si son asimétricos, tienen bordes irregulares o presentan una coloración desigual.
• Bordes irregulares: Los melanomas suelen tener bordes irregulares o mal definidos.
• Coloración desigual: Las variaciones notables de color dentro de un mismo lunar o lesión pueden ser una señal de advertencia.
• Asimetría: Los melanomas pueden tener una forma asimétrica, lo que significa que una mitad tiene un aspecto diferente de la otra.
• Diámetro grande: Los lunares o lesiones mayores que el tamaño de la goma de borrar de un lápiz (unos 6 mm) deben vigilarse de cerca.
• Evolución: Los cambios en el aspecto, el tamaño o la elevación de un lunar a lo largo del tiempo deben ser evaluados por un profesional de la salud.

Es importante recordar que no todos los melanomas siguen la regla ABCDE (Asimetría, Irregularidad del borde, Variaciones de color, Diámetro mayor que la goma de borrar de un lápiz, Evolución), y algunos pueden presentar características atípicas. Los autoexámenes regulares de la piel y las pruebas dermatológicas anuales pueden ayudar a la detección precoz del melanoma maligno. Si observa algún cambio sospechoso en su piel, consulte rápidamente a un profesional de la salud.

Causas del melanoma

El melanoma puede desarrollarse debido a diversos factores, como la predisposición genética y las influencias ambientales. Comprender las posibles causas puede ayudar a las personas a tomar medidas preventivas y reducir el riesgo de desarrollar esta grave forma de cáncer. He aquí algunas causas comunes del melanoma:

• Radiación UV: La exposición a la radiación ultravioleta (UV) procedente de la luz solar o de las camas de bronceado es un factor de riesgo importante para el melanoma cutáneo.
• El tipo de piel: Las personas de piel clara con pelo y ojos claros son más susceptibles al melanoma cutáneo debido a los niveles más bajos de melanina, que proporciona cierta protección contra la radiación UV.
• Antecedentes familiares: Los antecedentes familiares de melanoma aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad, lo que sugiere una predisposición genética.
• Lunares: La presencia de numerosos lunares o lunares atípicos (nevos displásicos) en la piel se asocia a un mayor riesgo de melanoma.
• Inmunodepresión: Las personas con un sistema inmunitario debilitado, como las que se someten a un trasplante de órganos o las que viven con el VIH/SIDA, tienen un mayor riesgo de desarrollar un melanoma.
• Antecedentes previos: Tener antecedentes de melanoma u otros tipos de cáncer aumenta el riesgo de desarrollar melanomas adicionales.

¿Cómo se trata el melanoma?

Las estrategias de tratamiento del melanoma varían en función de factores como el estadio de la enfermedad, si ha hecho metástasis y el estado de salud general del individuo. A continuación le ofrecemos una visión general de los enfoques terapéuticos más comunes:

Cirugía para el melanoma primario

La escisión quirúrgica es el tratamiento primario para el melanoma maligno localizado. Consiste en extirpar el tumor y un margen de tejido sano a su alrededor para garantizar una extirpación completa. Puede realizarse una biopsia del ganglio linfático centinela para determinar si el cáncer se ha extendido a los ganglios linfáticos cercanos.

Tratamiento adyuvante para el melanoma en estadio III

Los pacientes con melanoma en estadio III pueden someterse a terapia adyuvante tras la cirugía para reducir el riesgo de recidiva. Los tratamientos adyuvantes pueden incluir inmunoterapia, terapia dirigida o participación en ensayos clínicos que evalúen nuevas terapias.

Tratamiento del melanoma metastásico

En el caso de la enfermedad metastásica (estadio IV), las opciones de tratamiento dependen de diversos factores, como la localización y la extensión de la metástasis. La inmunoterapia, la terapia dirigida, la quimioterapia y la radioterapia son algunos de los tratamientos utilizados para tratar el melanoma avanzado.

Tratamiento del melanoma recurrente

En los casos de melanoma recurrente, los enfoques terapéuticos pueden incluir cirugía, radioterapia, terapia sistémica o participación en ensayos clínicos que investiguen nuevas opciones de tratamiento.

Cuidados paliativos

Para los pacientes con melanoma avanzado o melanoma metastásico no tratado previamente, los cuidados paliativos se centran en el control de los síntomas y la mejora de la calidad de vida.