Prueba de frecuencia auditiva

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Escrito por Josué Napilay el Aug 30, 2024.

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Chequeado por Ericka Pingol.

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¿Qué es una prueba de audición?

Una prueba auditiva, también conocida como evaluación audiométrica, la realizan audiólogos u otros profesionales de la salud cualificados para evaluar la capacidad auditiva de una persona. Una prueba auditiva tiene como objetivo determinar la sensibilidad de la audición de una persona en diferentes frecuencias e identificar cualquier posible pérdida auditiva.

Durante una prueba auditiva, pueden utilizarse diversas técnicas e instrumentos para medir distintos aspectos de la audición, entre ellos

  • Audiometría de tonos puros: Consiste en presentar tonos a diferentes frecuencias y niveles para determinar los sonidos más suaves que una persona puede oír en cada frecuencia. Los resultados se trazan en un audiograma, que representa visualmente los umbrales de audición del individuo.
  • Logoaudiometría: Evalúa la capacidad del individuo para comprender el habla a distintos niveles de volumen. Puede implicar la repetición de palabras o frases presentadas a distintas intensidades.
  • Timpanometría: Esta prueba evalúa la función del oído medio midiendo el movimiento del tímpano en respuesta a los cambios de presión del aire. Ayuda a identificar afecciones como el líquido del oído medio o la perforación del tímpano.
  • Otoemisiones acústicas (OEA): Esta prueba mide los sonidos emitidos por el oído interno en respuesta a estímulos externos. Puede proporcionar información sobre la salud de la cóclea, el órgano sensorial de la audición.
  • Respuesta auditiva del tronco encefálico (ABR): Esta prueba mide la actividad eléctrica del nervio auditivo y del tronco encefálico en respuesta a estímulos sonoros. Suele utilizarse para la prueba de audición en recién nacidos o cuando un paciente no puede participar en las pruebas de audición conductuales.

Las pruebas auditivas periódicas pueden ayudar a diagnosticar la pérdida auditiva, determinar su tipo y gravedad e identificar las opciones de tratamiento adecuadas, como los audífonos o la derivación a especialistas. La detección e intervención tempranas pueden mejorar significativamente los resultados y la calidad de vida.

¿Qué es una frecuencia de prueba auditiva?

Una frecuencia de prueba auditiva se refiere a la frecuencia a la que un individuo se somete a un examen auditivo para evaluar su capacidad de oír diversos tonos y sonidos. Un audioprotesista cualificado suele realizar este examen para medir la capacidad auditiva del individuo en distintas frecuencias, incluidas las altas y las bajas.

Durante un examen auditivo completo, se prueba la audición del individuo en ambientes silenciosos y ruidosos para determinar su capacidad de oír en diferentes condiciones. Los audioprotesistas cualificados utilizan equipos especializados para medir los umbrales auditivos del individuo e identificar cualquier signo de pérdida auditiva.

Las pruebas auditivas pueden consistir en reproducir tonos o habla a través de auriculares o altavoces a diferentes volúmenes y frecuencias. El individuo debe escuchar e indicar cuándo deja de oír los sonidos, lo que ayuda a determinar sus capacidades auditivas.

Es importante someterse a pruebas auditivas con regularidad, sobre todo a medida que las personas envejecen, para detectar a tiempo cualquier posible pérdida auditiva y evitar daños en otros ámbitos. La exposición a ruidos fuertes puede dañar la audición con el tiempo, por lo que las pruebas regulares son cruciales para mantener una buena salud auditiva.

Algunas personas pueden someterse a una prueba auditiva en línea en la comodidad de su propio hogar. Sin embargo, es esencial tener en cuenta que estas pruebas pueden no ser tan exhaustivas como las realizadas por audioprotesistas cualificados y pueden no evaluar con precisión la capacidad auditiva en todas las frecuencias.

¿Cómo se realiza una prueba auditiva?

Una prueba auditiva, también conocida como prueba de evaluación audiométrica en línea, suele realizarla un audiólogo o audioprotesista cualificado. He aquí un resumen de cómo se realiza generalmente una prueba auditiva:

  1. Preparación: Antes de que comience la prueba, el audiólogo suele preguntarle sobre su historial médico, los síntomas que pueda estar experimentando y cualquier preocupación sobre su audición. También pueden preguntarle sobre su exposición a ruidos fuertes, los medicamentos que toma y cualquier problema auditivo anterior.
  2. Examen físico: El audiólogo puede examinarle físicamente los oídos con un otoscopio para comprobar si hay algún signo visible de problemas auditivos, como acumulación de cerumen o anomalías del conducto auditivo o del tímpano.
  3. Audiometría de tonos puros: Durante una prueba de audición, se sentará en una sala insonorizada y se le pedirá que lleve auriculares conectados a un audiómetro. El audiólogo reproducirá una serie de tonos a diferentes frecuencias y volúmenes a través de los auriculares. Usted indicará cuándo oye un sonido pulsando un botón o levantando la mano. Esto genera un audiograma y un gráfico que muestra sus umbrales de audición.
  4. Logoaudiometría: En algunos casos, puede realizarse una logoaudiometría para evaluar su capacidad para comprender el habla. Escuchará el habla grabada o palabras habladas a distintos volúmenes y el audiólogo le pedirá que repita lo que oye. Esto ayuda a determinar lo bien que puede escuchar y comprender el habla.
  5. Timpanometría: Esta prueba evalúa la función del oído medio midiendo el movimiento del tímpano en respuesta a los cambios de presión del aire. Puede ayudar a detectar afecciones como la presencia de líquido en el oído medio o la perforación del tímpano.
  6. Otoemisiones acústicas (OEA): Esta prueba mide los sonidos emitidos por el oído interno en respuesta a estímulos externos. Puede proporcionar información sobre la salud de la cóclea, el órgano sensorial de la audición.
  7. Respuesta auditiva del tronco encefálico (ABR): Esta prueba mide la actividad eléctrica del nervio auditivo y del tronco encefálico en respuesta a estímulos sonoros. Suele utilizarse para la prueba de audición en recién nacidos o cuando un paciente no puede participar en pruebas de audición conductuales.

Un audiólogo supervisa y documenta sus respuestas durante una prueba auditiva para diagnosticar la pérdida de audición. En función de los resultados se recomiendan opciones de tratamiento como audífonos o dispositivos de ayuda auditiva. Las pruebas pueden variar en función de las circunstancias individuales, y el entorno de la prueba suele ser de sonido controlado.

¿Con qué frecuencia debo realizarme pruebas de audición?

La frecuencia de las pruebas auditivas puede variar en función de factores individuales como la edad, el estado general de salud, los antecedentes de problemas auditivos y la exposición a ruidos fuertes. No obstante, he aquí algunas guías generales para las medidas de las pruebas auditivas:

  • Pruebas rutinarias: Se recomienda que los adultos se sometan a una prueba auditiva de referencia a los 50 años, incluso si no tienen problemas auditivos apreciables. Después, deben realizarse pruebas de seguimiento cada 3 a 5 años.
  • Pruebas anuales para grupos de alto riesgo: Las personas expuestas regularmente a ruidos fuertes en el trabajo o durante actividades recreativas, como los músicos, los trabajadores de la construcción o los cazadores, pueden beneficiarse de pruebas auditivas anuales.
  • Síntomas o cambios en la audición: Si experimenta cambios repentinos en la audición, zumbidos en los oídos (acúfenos) o cualquier otro síntoma de pérdida auditiva, es esencial que programe una prueba de audición lo antes posible.
  • Afecciones médicas: Las personas con ciertas afecciones médicas que pueden afectar a la audición, como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, pueden necesitar pruebas más frecuentes según recomiende su profesional de la salud.
  • Niños y adolescentes: Los niños deben someterse a pruebas de audición periódicas como parte de las revisiones rutinarias y durante los hitos del desarrollo. Después de los 18 años, pueden seguir las guías para adultos a menos que existan preocupaciones específicas sobre la pérdida de audición.
  • Adultos mayores: A medida que las personas envejecen, aumenta el riesgo de pérdida auditiva. Por lo tanto, las pruebas auditivas periódicas son esenciales para los adultos mayores. Se pueden recomendar pruebas anuales para las personas mayores de 65 años.

Diferentes grados de pérdida auditiva

La pérdida auditiva puede clasificarse en diferentes grados en función de la gravedad de la alteración. Estas clasificaciones suelen basarse en los resultados de una prueba de audición, concretamente en los umbrales auditivos del individuo en diferentes tonos y frecuencias. Los cuatro grados principales de pérdida auditiva son

  • Leve: Los individuos con pérdida auditiva leve pueden tener dificultades para oír sonidos débiles o lejanos, sobre todo en ambientes ruidosos. También pueden tener dificultades para entender el habla, especialmente cuando hay ruido de fondo. Las conversaciones pueden requerir un aumento del volumen o repeticiones para mayor claridad.
  • Moderada: Una pérdida auditiva moderada puede afectar significativamente a la capacidad del individuo para comprender el habla en entornos silenciosos y ruidosos. Pueden perderse detalles esenciales de las conversaciones y pedir con frecuencia a los demás que hablen más alto o que repitan.
  • Severa: La pérdida auditiva severa hace que a los individuos les resulte difícil oír el habla conversacional cotidiana, incluso a distancias cortas y con un volumen elevado. Pueden depender en gran medida de la lectura de los labios y de las señales visuales para entender la comunicación. Los audífonos u otros dispositivos de ayuda suelen ser necesarios para una comunicación eficaz.
  • Profunda: La pérdida auditiva profunda es la discapacidad auditiva más grave. Las personas con pérdida auditiva profunda no suelen poder detectar o comprender el habla sin audífonos o implantes cocleares. Pueden depender en gran medida de métodos de comunicación visual como el lenguaje de signos o la lectura de labios.

Los grados de pérdida auditiva se clasifican en función de los resultados de la audiometría de tonos puros. El audiograma ayuda a determinar la gravedad y las opciones de tratamiento. El impacto de la pérdida auditiva varía en función de la edad, las necesidades de comunicación y el estado general de salud. Las consultas periódicas con audiólogos ayudan a gestionarla eficazmente.

Diferentes tipos de pérdida auditiva

La pérdida auditiva puede clasificarse en diferentes tipos según el lugar del sistema auditivo donde se produzca la alteración. Los principales tipos de pérdida auditiva son

Neurosensorial

La pérdida auditiva neurosensorial es un tipo de pérdida auditiva permanente causada por daños en el oído interno o en las vías nerviosas auditivas que conducen al cerebro. Puede estar causada por el envejecimiento, la exposición al ruido, la genética, ciertos medicamentos, las infecciones y los traumatismos craneoencefálicos. Suele afectar a la audición de sonidos débiles y a la comprensión del habla, especialmente en ambientes ruidosos.

Conductiva

La pérdida auditiva conductiva puede deberse a problemas del oído medio o externo que obstruyen la transmisión del sonido al oído interno. Estos pueden incluir la acumulación de cerumen en la parte posterior del oído derecho, líquido en el oído medio, infecciones de oído, un tímpano perforado o anomalías en el canal auditivo o en el hueso del oído medio. Las opciones de tratamiento pueden variar en función de la causa subyacente.

Mixta

La pérdida auditiva mixta es una combinación de pérdida auditiva neurosensorial y conductiva. Requiere tratamiento mediante intervenciones médicas como cirugía o medicación y audífonos u otros dispositivos de ayuda.

Central

La pérdida auditiva central está causada por daños o disfunciones en las vías auditivas del cerebro que procesan e interpretan las señales acústicas. Puede ser el resultado de afecciones neurológicas, como derrames cerebrales, tumores cerebrales, lesiones cerebrales traumáticas y trastornos específicos del desarrollo. Esta pérdida auditiva puede afectar a la capacidad de comprender el habla, discriminar entre sonidos o localizar fuentes sonoras, incluso cuando el sistema auditivo periférico está intacto.

Funcional

La pérdida auditiva funcional es un problema auditivo no causado por ningún problema físico. En su lugar, suele estar relacionada con factores psicológicos o emocionales como el estrés o la ansiedad. El diagnóstico y el tratamiento de la pérdida auditiva funcional suelen implicar una evaluación psicológica y counseling.

Es esencial visitar a un audiólogo o audioprotesista cualificado para una evaluación auditiva completa que determine el tipo y el alcance de la pérdida auditiva y explore las opciones de tratamiento adecuadas.

¿Cómo sé si tengo una pérdida auditiva de alta frecuencia?

La pérdida auditiva de alta frecuencia se caracteriza por la dificultad para oír sonidos en las frecuencias más altas, normalmente por encima de 2.000 a 4.000 hercios (Hz). Dado que los sonidos de alta frecuencia incluyen sonidos consonánticos cruciales para comprender la claridad del habla y señales ambientales específicas, la pérdida auditiva de alta frecuencia puede afectar a la discriminación del habla y a la comprensión de sonidos fuertes, especialmente en entornos ruidosos.

He aquí algunos signos y síntomas que pueden indicar una pérdida auditiva de altas frecuencias:

  • Dificultad para comprender el habla: Es posible que necesite ayuda para comprender el habla, especialmente en entornos ruidosos o cuando hablan varias personas. Resulta difícil seguir las conversaciones, sobre todo si no puede ver la cara del interlocutor.
  • Habla amortiguada o poco clara: El habla puede sonar amortiguada o indistinta, lo que dificulta distinguir palabras o sonidos individuales. Puede pedir con frecuencia a los demás que repitan lo que dicen o que hablen más despacio.
  • Dificultad para oír ciertos sonidos: Puede que le cueste oír sonidos agudos como el piar de los pájaros, los timbres de las puertas o el agua corriente. También puede tener problemas para oír las voces de mujeres o niños, ya que sus voces suelen contener frecuencias más altas.
  • Acúfenos: La pérdida auditiva de alta frecuencia puede ir acompañada a veces de acúfenos, zumbidos o zumbidos en los oídos. El tinnitus puede producirse en la misma gama de frecuencias que la pérdida auditiva.
  • Aumento del volumen: Es posible que suba el volumen de la televisión, la radio o el reproductor de música para oír los sonidos con claridad, sobre todo en las frecuencias más altas.
  • Fatiga o esfuerzo durante las conversaciones: Esforzarse por oír las conversaciones o luchar por entender el habla puede ser mental y físicamente agotador, lo que provoca fatiga o frustración durante las interacciones sociales.

Si cree que tiene pérdida de audición, solicite una evaluación exhaustiva y un examen auditivo completo a un audiólogo. Ellos pueden comprobar su sensibilidad auditiva y recomendarle soluciones como los audífonos. La detección y la intervención tempranas son cruciales para mantener su salud auditiva y su calidad de vida.

¿Cuál es la frecuencia más alta de las pruebas auditivas?
¿Cuál es la frecuencia más alta de las pruebas auditivas?

Preguntas Frecuentes

¿Cuál es la frecuencia más alta de las pruebas auditivas?

Las pruebas auditivas evalúan una gama de frecuencias, normalmente desde la frecuencia baja de 250 Hz hasta los 8000 Hz, que cubren el espectro audible para los seres humanos.

¿Con qué frecuencia debe hacerse una prueba auditiva?

Se recomienda someterse a una prueba auditiva de referencia a los 50 años, y después cada 3-5 años a menos que surjan preocupaciones específicas.

¿Cuántos Hz debo oír a mi edad?

La sensibilidad auditiva varía, pero la mayoría de las personas sordas pueden oír frecuencias de 20 Hz a 20.000 Hz cuando son jóvenes. Sin embargo, este rango suele disminuir con la edad.

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