Criterios de diagnóstico de gota

Descubra aquí los criterios esenciales para el diagnóstico de la gota, incluidos los síntomas, las pruebas diagnósticas y las guías del Colegio Americano de Reumatología.

Escrito por Nate Lacson el Aug 30, 2024.

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Chequeado por Ericka Pingol.

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¿Qué es la gota?

La gota, también conocida como artritis gotosa, es una forma común de artritis inflamatoria caracterizada por ataques repentinos e intensos de dolor, hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad en las articulaciones. La gota suele afectar a la articulación de la base del dedo gordo del pie, pero también puede producirse en otras articulaciones como los tobillos, las rodillas, las muñecas, los dedos y los codos.

La afección está causada por la acumulación de cristales de urato en las articulaciones, resultado de niveles elevados de ácido úrico en la sangre. El ácido úrico es un producto de desecho formado a partir de la descomposición de las purinas, que son sustancias que se encuentran en diversos alimentos y en las células del organismo. Cuando el organismo produce demasiado ácido úrico o los riñones excretan demasiado poco, el ácido úrico puede acumularse y formar cristales en forma de aguja en las articulaciones, desencadenando la respuesta inflamatoria que se observa en la gota.

Los ataques agudos de gota suelen producirse de repente, a menudo por la noche, y pueden desencadenarse por factores como el consumo de alcohol, los alimentos ricos en purinas, el estrés y ciertos medicamentos. La gota crónica (también conocida como artritis gotosa crónica), por su parte, implica episodios repetidos de dolor e inflamación, que pueden acabar provocando daños en las articulaciones y tofos, que son bultos de cristales de urato que pueden formarse bajo la piel.

El Colegio Americano de Reumatología, editor de la revista Arthritis & Rheumatology (Artritis Reum), ofrece guías para diagnosticar y tratar la gota. Según sus criterios, el diagnóstico de gota puede confirmarse mediante la identificación de cristales de urato en el líquido articular o la presencia de un tofo.

La prevalencia de la gota varía según la región y los factores demográficos, siendo la afección más común en hombres que en mujeres y aumentando en frecuencia con la edad. Entre los factores de riesgo para desarrollar gota se encuentran la genética, la obesidad, la hipertensión, las enfermedades renales y ciertos hábitos alimentarios.

Síntomas de la gota

Los síntomas de la gota pueden variar en función de la fase en que se encuentre la enfermedad. En las primeras fases, conocidas como gota aguda o artritis gotosa aguda, los síntomas suelen aparecer de repente y pueden incluir:

  • Dolor articular intenso: La gota suele afectar a la articulación grande del dedo gordo del pie, pero puede aparecer en cualquier articulación. El dolor es más intenso en las primeras cuatro a doce horas tras su aparición.
  • Malestar persistente: Tras remitir el dolor intenso, las molestias articulares pueden durar de unos días a unas semanas. Es probable que los ataques posteriores duren más y afecten a más articulaciones.
  • Inflamación y enrojecimiento: La articulación o articulaciones afectadas se hinchan, se vuelven sensibles, calientes y rojas.
  • Rango de movimiento limitado: A medida que la gota avanza, es posible que no pueda mover las articulaciones con normalidad.

En las últimas fases, conocidas como gota crónica, los síntomas pueden hacerse más persistentes y pueden incluir:

  • Dolor articular crónico: El dolor y la inflamación pueden hacerse crónicos y afectar a más de una articulación.
  • Topos: Puede producirse la formación de tofos, que son depósitos duros de cristales de ácido úrico bajo la piel. Los tofos pueden desarrollarse en diversas zonas como los dedos de las manos, los pies, los codos o las orejas.
  • Daños en las articulaciones: La gota no tratada puede provocar daños y deformidades en las articulaciones.

¿En qué se diferencia de la artritis?

La gota suele clasificarse como un tipo de artritis debido a la inflamación que provoca en las articulaciones. Sin embargo, se diferencia de otras formas de artritis en varios aspectos:

  • Gota (artritis gotosa aguda): Causada por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, que provoca un dolor intenso e hinchazón, normalmente en una articulación cada vez. Los ataques son repentinos y graves, y suelen producirse por la noche.
  • Artritis reumatoide: Trastorno autoinmune que provoca la inflamación crónica de múltiples articulaciones, con síntomas persistentes que se desarrollan gradualmente.
  • Osteoartritis: Caracterizada por el desgaste gradual del cartílago articular, sin formación de cristales de ácido úrico.
  • Artritis séptica (artritis aguda): Causada por una infección en la articulación, que provoca dolor, hinchazón y fiebre. Esta afección requiere atención médica inmediata.

Comprender las diferencias entre estos tipos de artritis es crucial para un diagnóstico preciso y un tratamiento eficaz.

Gota primaria frente a gota secundaria

La gota primaria, también conocida como gota idiopática, es la forma más común y se produce cuando el organismo produce demasiado ácido úrico o no lo excreta correctamente. Este desequilibrio puede deberse a factores genéticos, a elecciones de estilo de vida como la dieta y el consumo de alcohol, o al proceso natural de envejecimiento.

En la gota primaria, los riñones pueden estar sanos pero son incapaces de mantener el exceso de ácido úrico, lo que provoca su acumulación y la formación de cristales en las articulaciones. El tratamiento de la gota primaria se centra en cambios a largo plazo en el estilo de vida y en la medicación para controlar los niveles de ácido úrico y prevenir futuros ataques.

La gota secundaria, en cambio, es el resultado de otras afecciones médicas o tratamientos que aumentan los niveles de ácido úrico. Por ejemplo, ciertos cánceres, trastornos sanguíneos y enfermedades renales pueden provocar gota secundaria. Medicamentos como los diuréticos y las dosis bajas de aspirina también pueden contribuir a su desarrollo.

En estos casos, tratar la enfermedad subyacente o ajustar la medicación puede aliviar a menudo los síntomas de la gota. Comprender la distinción entre gota primaria y secundaria es esencial para que los profesionales de la salud puedan ofrecer un tratamiento específico y eficaz, que aborde tanto los síntomas como la causa fundamental de los elevados niveles de ácido úrico.

Criterios de diagnóstico de gota

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¿Cómo diagnostican la gota los profesionales de la salud?

El diagnóstico de la gota implica una evaluación exhaustiva por parte de los profesionales de la salud para distinguirla de otras afecciones que pueden presentarse con síntomas similares, como la artritis reumatoide o la seudogota. El proceso de diagnóstico puede dividirse en tres partes, cada una con sus propias partes más pequeñas:

1. Evaluación clínica

Una minuciosa evaluación clínica es el primer paso para diagnosticar la gota. Esto incluye la evaluación del historial médico del paciente y la realización de un examen físico. He aquí lo que implica esta evaluación:

  • Historial médico: El profesional de la salud indagará sobre los síntomas del paciente, la duración de los ataques, la frecuencia de los episodios y cualquier antecedente familiar de gota.
  • Exploración física: El médico examinará las articulaciones afectadas en busca de signos de inflamación, hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad.

2. Pruebas de laboratorio

Las pruebas de laboratorio son cruciales para confirmar la presencia de niveles elevados de ácido úrico e identificar cristales de urato en el líquido articular. He aquí las pruebas de laboratorio pertinentes:

  • Análisis de sangre: Puede tomarse una muestra de sangre para medir los niveles de ácido úrico en la sangre. Los niveles elevados de ácido úrico se asocian a la gota, pero también pueden ser elevados en personas sin gota o normales durante un ataque de gota.
  • Análisis del líquido sinovial (análisis del líquido articular): Si el diagnóstico es incierto, un Profesional de la salud puede utilizar una aguja para extraer líquido de la articulación afectada (aspiración articular) y examinarlo al microscopio en busca de cristales de urato. La presencia de cristales de urato confirma el diagnóstico de gota.

3. Pruebas de imagen

Las pruebas de imagen desempeñan un papel de apoyo en el diagnóstico de la gota al visualizar los cambios articulares y detectar los cristales de urato. Estas pruebas pueden realizarse

  • Radiografías: Aunque las radiografías no pueden detectar la gota en las fases iniciales, pueden ayudar a descartar otras causas de inflamación articular y a evaluar cualquier daño articular en la gota crónica.
  • Ecografía: Esta técnica de diagnóstico por imagen puede detectar cristales de urato en las articulaciones, incluso cuando no hay signos visibles de un ataque de gota.
  • Tomografía computarizada de doble energía: Esta TC especializada puede detectar la presencia de cristales de urato en las articulaciones, incluso cuando no hay brotes, pero no se utiliza habitualmente para diagnosticar la gota debido a su elevado coste.

¿Cuáles son los criterios diagnósticos de la gota?

Para diagnosticar con precisión la gota, los profesionales de la salud se basan en criterios de diagnóstico clínico específicos. El Colegio Americano de Reumatología (ACR) y la Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR) han desarrollado conjuntamente los Criterios de Clasificación de la Gota ACR/EULAR, que sirven tanto de criterios de diagnóstico como de clasificación de la gota.

Estos criterios son los nuevos criterios de clasificación de la gota para estudios clínicos e investigación más que para el diagnóstico de pacientes individuales, pero aun así pueden proporcionar una valiosa orientación a los profesionales de la salud.

Criterios ACR/EULAR de clasificación de la gota

Los criterios ACR/EULAR para la clasificación de la gota se basan en un sistema de puntuación que incluye hallazgos clínicos, de laboratorio y de imagen, similar al enfoque utilizado en los criterios de clasificación de la esclerosis sistémica. Los criterios que figuran a continuación se utilizan cuando un paciente cumple el criterio de entrada de tener al menos un episodio de inflamación, dolor o sensibilidad en una articulación periférica o bursa. Una puntuación de 8 o más se clasifica como gota.

  • Criterio de entrada: Éste es el criterio preliminar; los demás criterios no se aplican si no se cumple éste. Debe haber al menos un episodio de inflamación, dolor o sensibilidad en una articulación periférica o bursa.
  • Criterio suficiente: Compruebe si existen cristales de urato monosódico (MSU) en una articulación o bursa sintomática (es decir, en el líquido sinovial) o tofos. Si uno de ellos está presente, puede clasificarse como gota sin aplicar más criterios.

Criterios adicionales

Se utilizan si no se cumple el Criterio Suficiente. Cada uno tiene una puntuación asociada. Se requiere una puntuación total mayor o igual a 8 para la clasificación como gota.

Clínica

  1. Patrón de afectación de la(s) articulación(es) o bursa(s) durante el(los) episodio(s) sintomático(s):
  • Articulación(es) o bursa(s) distinta(s) del tobillo, el mediopié o el 1er PTM: 0 puntos
  • Tobillo O mediopié (como parte de un episodio monoarticular u oligoarticular sin afectación del MTP1): 1 punto
  • MTP1 (como parte de un episodio monoarticular u oligoarticular): 2 puntos
  1. Características del (de los) episodio(s) sintomático(s):
  • Eritema que recubre la articulación afectada: 1 punto
  • No soporta el tacto o la presión en la articulación afectada: 1 punto
  • Gran dificultad para caminar o incapacidad para utilizar la articulación afectada: 1 punto
  1. Evolución temporal del episodio o episodios:
  • Presencia de ≥2 episodios típicos (tiempo hasta el dolor máximo <24 horas, resolución de los síntomas en ≤14 días, resolución completa entre episodios): 2 puntos
  1. Evidencia clínica de tofos: 4 puntos

Laboratorio

  1. Concentración sérica de ácido úrico
  • <4 mg/dL: -4 puntos
  • 4-<6 mg/dL: 0 puntos
  • 6-<8 mg/dL: 2 puntos
  • 8-<10 mg/dL: 3 puntos
  • ≥10 mg/dL: 4 puntos
  1. Análisis del líquido sinovial:
  • MSU negativo: -2 puntos

Imagen

  1. Evidencia por imagen de depósito de urato en articulación o bursa sintomática (evidencia ecográfica de signo de doble contorno o DECT que demuestre depósito de urato): 4 puntos
  2. Evidencia por imagen de daño articular relacionado con la gota (radiografía convencional que demuestre al menos una erosión): 4 puntos

Cómo utilizar nuestra plantilla de Criterios de diagnóstico de la gota

La plantilla de Criterios de diagnóstico de la gota se basa en los Criterios de clasificación de la gota ACR/EULAR y está diseñada para ayudar a los profesionales de la salud a diagnosticar la gota de forma eficaz. He aquí los pasos a seguir:

Paso 1: Acceda a la plantilla y explíquela

Descargue la plantilla de Criterios de diagnóstico de la gota de nuestra plataforma y explique su finalidad y estructura al paciente. Esto ayuda a establecer las expectativas adecuadas y a comprender la importancia de la información que se recoge.

Paso 2: Rellene la información del paciente y evalúe las características clínicas

Introduzca la información básica del paciente, como el nombre, la fecha de la evaluación, el sexo y la edad. A continuación, revise y marque las casillas correspondientes a las características clínicas que presenta el paciente, incluido el patrón de afectación articular y las características de los episodios sintomáticos.

Paso 3: Registre los resultados de las pruebas de laboratorio y de imagen

Introduzca los resultados de las pruebas de laboratorio, en particular la concentración sérica de ácido úrico, y evalúe cualquier hallazgo de pruebas de imagen en busca de evidencias de depósito de ácido úrico y daños articulares relacionados con la gota.

Paso 4: Confirmar el diagnóstico

Basándose en los criterios ACR/EULAR y en la puntuación total, determine si puede clasificarse al paciente como enfermo de gota. Anote cualquier nota adicional que pueda ayudar en el plan de tratamiento del paciente.

Tratamientos de la gota

El tratamiento de la gota tiene como objetivo aliviar el dolor durante los ataques agudos y prevenir futuros ataques y complicaciones, como la aparición de tofos y cálculos renales. He aquí algunos tratamientos profesionales y caseros habituales de la gota, así como algunas formas de controlarla:

Medicamentos para los ataques agudos

Para controlar rápidamente el dolor y la inflamación de un ataque agudo de gota, los profesionales de la salud suelen recetar los siguientes medicamentos:

  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINE): Suelen ser la primera línea de tratamiento para reducir la inflamación y el dolor durante un ataque agudo de gota.
  • Colchicina: Este medicamento es eficaz para reducir el dolor de la gota y suele utilizarse si los AINE están contraindicados.
  • Corticosteroides: Pueden tomarse por vía oral o inyectarse en la articulación afectada para reducir rápidamente la inflamación y el dolor.

Medicamentos para prevenir futuros ataques

Para reducir la frecuencia de los ataques de gota y prevenir las complicaciones, suelen recetarse medicamentos a largo plazo:

  • Terapia para reducir el ácido úrico (TUL): Fármacos como el alopurinol y el febuxostat se utilizan para reducir los niveles de ácido úrico en la sangre, impidiendo la formación de cristales de urato.
  • Probenecid: Este fármaco uricosúrico ayuda a los riñones a excretar más ácido úrico, reduciendo el riesgo de ataques de gota.

Modificaciones del estilo de vida

Realizar cambios en el estilo de vida puede reducir significativamente el riesgo de ataques de gota y mejorar la salud en general:

  • Cambios en la dieta: Evitar los alimentos ricos en purinas, como la carne roja, las vísceras y ciertos tipos de marisco, puede ayudar a reducir el riesgo de ataques de gota.
  • Control del peso: Mantener un peso saludable puede reducir el riesgo de gota y sus complicaciones.

Tratamientos caseros

Además de los tratamientos profesionales, existen sencillos remedios caseros que pueden proporcionar alivio durante un ataque de gota.

  • Compresas frías: Aplicar compresas de hielo en la articulación afectada puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor durante un ataque agudo de gota.
  • Hidratación: Beber mucha agua puede ayudar a eliminar el ácido úrico del organismo, reduciendo el riesgo de formación de cristales.

Además de estos tratamientos, es importante que los pacientes eviten el alcohol y las bebidas azucaradas, que pueden desencadenar ataques de gota. El seguimiento regular con un profesional de la salud es esencial para controlar la eficacia del plan de tratamiento y hacer los ajustes necesarios.

¿Cómo se confirma el diagnóstico de gota?
¿Cómo se confirma el diagnóstico de gota?

Preguntas Frecuentes

¿Cómo se confirma el diagnóstico de gota?

El diagnóstico de gota se confirma mediante una combinación de evaluación clínica, pruebas de laboratorio (como los niveles séricos de ácido úrico) y estudios de imagen (como ecografías o radiografías) para detectar cristales de ácido úrico o daños articulares.

¿Cuál es el indicador diagnóstico más fiable de la gota?

El indicador diagnóstico más fiable de la gota es la presencia de cristales de urato monosódico (MSU) en el líquido sinovial de una articulación sintomática o en un tofo, observados al microscopio.

¿Cuál es la regla de oro para diagnosticar la gota?

La regla de oro para diagnosticar la gota es la identificación de cristales de urato monosódico en el líquido sinovial o en el material tofáceo mediante microscopía de luz polarizada.

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