Test de trastorno de identidad disociativo
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¿Qué son los trastornos disociativos?
Los trastornos disociativos son un grupo de trastornos mentales caracterizados por alteraciones o rupturas en diferentes áreas del funcionamiento psicológico. Esto afecta a la memoria, la identidad, la conciencia y la percepción del yo y del entorno (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013).
Los principales trastornos disociativos incluyen:
Trastorno de identidad disociativo (TID)
Esta enfermedad mental, antes conocida como Trastorno de Personalidad Múltiple, implica la presencia de dos o más estados de personalidad distintos o identidades separadas que de forma recurrente toman el control de los comportamientos del individuo a través de los acontecimientos cotidianos.
Amnesia disociativa
Esta forma de trastorno disociativo se caracteriza por la pérdida de memoria. La amnesia disociativa implica una incapacidad para recordar información personal importante, normalmente asociada a un acontecimiento pasado muy estresante o traumático que es incompatible con el olvido ordinario.
Trastorno de despersonalización/desrealización
Este trastorno de salud mental implica experiencias persistentes o recurrentes de sentirse separado o desconectado de la mente, el yo, el cuerpo o la realidad.
Los síntomas disociativos también pueden aparecer en otras afecciones de salud mental, como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), y como resultado de ciertas afecciones médicas o del consumo de sustancias (American Psychiatric Association, 2013).
Test de trastorno de identidad disociativo
Test de trastorno de identidad disociativo | Ejemplo
¿Qué es el trastorno de identidad disociativo (TID)?
El trastorno de identidad disociativo es una afección compleja en la que una persona desarrolla dos o más identidades o estados de personalidad distintos. Estas identidades suelen denominarse alteraciones y pueden tener sus propias:
- Voz: El tono, el timbre e incluso el acento pueden variar entre los alters.
- Recuerdos: Algunos alters pueden tener acceso a recuerdos que otros no tienen.
- Comportamientos: Los alters pueden mostrar preferencias, manierismos e incluso géneros o edades diferentes.
- Emociones: Los alteres pueden experimentar diversas emociones de forma independiente.
Los individuos con TID experimentan lagunas recurrentes en la memoria y pueden tener dificultades para recordar acontecimientos importantes o información personal de su vida cotidiana. También pueden experimentar una serie de síntomas físicos, como fuertes dolores de cabeza, molestias y dolores, que pueden ser una manifestación del proceso de disociación. Algunos individuos pueden incluso ignorar el dolor, lo que puede ser más perjudicial.
Todo ello puede causar angustia y deterioro en el funcionamiento diario. Como los individuos no suelen ser conscientes de esta alteración de la identidad, los familiares pueden señalar a menudo estas transiciones hacia personalidades distintas.
¿Cómo diagnostica el TID un profesional de la salud mental?
El diagnóstico del trastorno de identidad disociativo puede ser un proceso complejo y difícil debido a la naturaleza del trastorno y a la posibilidad de que otras afecciones se presenten con síntomas similares. Sin embargo, los profesionales de la salud mental siguen unos criterios y procedimientos de diagnóstico específicos para determinar si un individuo cumple los criterios del TID.
El proceso de diagnóstico suele implicar una evaluación exhaustiva por parte de un profesional de la salud mental cualificado, como un psicólogo clínico, un psiquiatra o un trabajador social clínico autorizado. Esta evaluación puede incluir
- Entrevistas clínicas detalladas: El profesional de salud mental realizará entrevistas en profundidad para recabar información sobre los síntomas del individuo, su historia personal, como traumas infantiles, y su funcionamiento actual. Esto puede implicar entrevistar a otro miembro de la familia o a otras personas significativas para obtener perspectivas adicionales.
- Pruebas psicológicas: Pueden utilizarse diversas pruebas y evaluaciones psicológicas para valorar el funcionamiento cognitivo del individuo, sus rasgos de personalidad y la presencia de síntomas disociativos. Podrían incluir la Escala de Experiencias Disociativas (DES-II) u otra herramienta de prueba.
- Observación: Los profesionales de la salud mental pueden observar el comportamiento y las interacciones del individuo a lo largo de varias sesiones para evaluar la presencia de identidades o estados de personalidad distintos.
- Descartar otras afecciones: Es importante descartar otras causas potenciales de los síntomas del individuo, como el abuso de sustancias, afecciones médicas u otros trastornos mentales que puedan presentarse con síntomas similares.
¿Cómo funciona una prueba de trastorno de identidad disociativo (TID)?
He aquí una guía paso a paso para profesionales de la salud sobre cómo utilizar esta prueba de TID en su consultorio:
Paso 1: Recopilar la información del paciente
Recopile el nombre, la fecha de nacimiento y la fecha de evaluación del paciente. Esta información es necesaria al principio de la autoevaluación.
Paso 2: Administrar la autoevaluación
Entregue al paciente el formulario de autoevaluación e indíquele que lea detenidamente cada una de las 15 preguntas. El paciente debe seleccionar la respuesta (Nunca, Rara vez, A veces, A menudo, Siempre) que mejor describa su experiencia para cada pregunta.
Paso 3: Revisar las respuestas
Una vez que el paciente haya completado la autoevaluación, revise sus respuestas a las 15 preguntas. Preste especial atención a las preguntas que el paciente haya respondido con "A menudo" o "Siempre", ya que pueden indicar la presencia de síntomas disociativos.
Paso 4: Interpretar los resultados y determinar los siguientes pasos
Si las respuestas del paciente indican posibles síntomas disociativos, es necesaria una evaluación profesional adicional para confirmar un diagnóstico de trastorno de identidad disociativo (TID) u otros trastornos disociativos. Esta herramienta de prueba no debe sustituir a una evaluación completa realizada por un profesional de la salud mental.
Tratamiento del trastorno de identidad disociativo (TID)
El tratamiento del TID puede ser un proceso complejo y a largo plazo, que a menudo requiere un enfoque multidisciplinar y la colaboración entre profesionales de la salud. Varios enfoques terapéuticos basados en pruebas son eficaces para controlar los síntomas del TID y mejorar el funcionamiento general.
- Terapia centrada en el trauma: Este tipo de terapia, como la Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR) o la Terapia Dialéctica Conductual (DBT), pretende abordar el comportamiento de la persona y procesar el trauma pasado subyacente que puede haber contribuido al desarrollo del TID (Brand et al., 2014).
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC puede ayudar a las personas con TID a identificar y modificar los patrones de pensamiento desadaptativos y los comportamientos asociados a sus síntomas disociativos.
- Hipnoterapia: La hipnosis puede facilitar la comunicación entre las distintas identidades o personalidades alternativas y promover la integración para desenvolverse en la vida cotidiana (Kluft, 2012).
- Terapia familiar: Involucrar a los miembros de la familia o a otras personas significativas en el proceso terapéutico puede ayudarles a comprender el TID y proporcionarles apoyo durante el viaje del tratamiento.
- Medicación: Aunque no existen medicamentos específicos para tratar el TID, pueden recetarse ciertos medicamentos para controlar otros síntomas, como la ansiedad y la depresión. Los profesionales de la salud pueden recetar antidepresivos, ansiolíticos o estabilizadores del estado de ánimo (Sociedad Internacional para el Estudio del Trauma y la Disociación, 2011).
- Grupos de apoyo: Participar en grupos de apoyo puede proporcionar un sentimiento de comunidad, validación y comprensión compartida entre las personas con TID.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento adecuado para el TID suele ser un proceso a largo plazo que incluye el procesamiento de los acontecimientos traumáticos. El progreso puede ser gradual. La constancia, la paciencia y un entorno terapéutico de apoyo son esenciales para el éxito del tratamiento.
Referencias
Asociación Americana de Psiquiatría. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5ª ed.). Pearson.
Brand, B. L., Loewenstein, R. J., & Spiegel, D. (2014). Desmontando mitos sobre el tratamiento del trastorno de identidad disociativo: un enfoque con base empírica. Psiquiatría, 77(2), 169-189. https://doi.org/10.1521/psyc.2014.77.2.169
Kluft, R. P. (2012). La hipnosis en el tratamiento del trastorno de identidad disociativo y estados aliados: Una visión general y estudio de casos. South African Journal of Psicología, 42(2), 146-155. https://doi.org/10.1177/008124631204200202
Sociedad Internacional para el Estudio del Trauma y la Disociación. (2011). Guías para el tratamiento del trastorno de identidad disociativo en adultos, tercera revisión. Journal of Trauma & Dissociation, 12(2), 115-187. https://doi.org/10.1080/15299732.2011.537247
Preguntas Frecuentes
Los signos de disociación pueden incluir lapsus de memoria, amnesia o una sensación de desapego del propio cuerpo o de las emociones. Los individuos pueden experimentar una sensación de estar desconectados de sus pensamientos, emociones o sensaciones físicas, o pueden tener dificultades para recordar acontecimientos o detalles importantes.
El trastorno de identidad disociativo (TID) puede afectar significativamente a la vida diaria, dificultando a los individuos mantener relaciones, trabajar o realizar actividades cotidianas. La presencia de alteraciones o personalidades puede provocar confusión, lapsus de memoria y dificultad para gestionar las emociones, lo que puede afectar a la capacidad del individuo para desenvolverse en su vida diaria.
Los terapeutas diagnostican el trastorno de identidad disociativo (TID) mediante una entrevista clínica exhaustiva, la revisión del historial del paciente y la administración de pruebas estandarizadas como el SCID-D. Buscan los síntomas básicos de disociación, amnesia y fragmentación de la identidad.