Cómo llevar a cabo una sesión de terapia de grupo exitosa

Escrito por Ashleigh Knowles el Aug 04, 2024.

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Terapia de grupo: Una poderosa modalidad de tratamiento

La terapia de grupo es una herramienta excelente dentro del ámbito de la psicología y puede ser tan eficaz como la terapia individual, si no más. La terapia de grupo permite a los clientes conectar y crear redes de apoyo, especialmente entre aquellos que se enfrentan a inmensos retos de salud mental y luchan por superarlos. Normalmente, los miembros se reúnen una vez a la semana en grupos de entre 5 y 15 participantes y debaten un tema específico, con actividades incorporadas para fomentar el compromiso y la conexión. La terapia de grupo es una forma fantástica de desarrollar habilidades y de adaptar comportamientos y perspectivas positivas ante la vida. Produzca ideas valiosas cuando se trate de animar a sus clientes en un entorno natural y social, y sea testigo de su mayor disposición a comprometerse. Mejore y eleve el bienestar psicológico para asegurarse de que sus clientes están un paso más cerca de la recuperación y de un mejor estado de ánimo.

Para ayudarle a empezar, hemos creado esta guía con abundantes consejos y actividades para asegurarnos de que sabe cómo dirigir con éxito una sesión de terapia de grupo.

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Etapas de la terapia de grupo: ¿cómo se desarrolla?

La terapia de grupo se centra en 5 etapas fundamentales. Es importante que se familiarice con cada una de ellas para poder incorporarlas con eficacia.

Formando

La primera etapa se denomina formación y consiste en establecer la familiaridad y la aceptación del grupo. La formación crea los cimientos para garantizar el éxito de la sesión y también proporciona una buena posición de partida para revelar el propósito y el enfoque del grupo. La formación consiste en facilitar un espacio seguro para que los individuos se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos y sentimientos, sin embargo, también reconoce que muchos miembros del grupo pueden sentirse aprensivos y ansiosos. Durante esta etapa, los participantes tienden a ser educados, cautelosos y el grupo suele estar dominado por individuos francos. Los terapeutas utilizarán esta etapa para fomentar la comodidad y la aceptación.

Etapa de tormenta

En la etapa de tormenta, se puede empezar a ver un aumento de la competencia y el conflicto entre los miembros del grupo. Cada individuo aportará sus propias ideas, valores, sentimientos y pensamientos al grupo, y la etapa de tormenta representa su capacidad para superar estos retos. El terapeuta empleará normalmente la resolución de conflictos para promover la aceptación y el respeto entre los participantes y asegurarse de que todos los miembros son escuchados. En la etapa de tormenta, es probable que vea reacciones emocionales y comentarios hechos para obtener reconocimiento y atención, así como intentos de algunos miembros de dominar el grupo.

Normando

Aquí empezamos a ver cómo se desarrolla un sentimiento de unidad entre los miembros del grupo. Durante la etapa de normalización, los participantes tienden a asentarse y a aclimatarse a la dinámica del grupo y a reconocer las diferencias de cada individuo. Los subgrupos y los chasquidos tienden a desaparecer cuando cada individuo escucha a los demás y comparte sus sentimientos e ideas sin confrontación, contención o condescendencia. Puede que descubra que los individuos más callados empiezan a contribuir más a las discusiones de grupo y que los puntos de vista alternativos se aceptan con más frecuencia. La etapa de normalización crea más apertura y, si se llevan a cabo actividades en grupo, es más probable que los miembros consigan resultados elevados.

Actuación

La actuación se basa en la etapa de normalización para elevar el sentimiento de seguridad y pertenencia a niveles elevados. Los miembros pueden sentirse seguros de sus opiniones e ideas, y los miembros empiezan a relacionarse con los puntos de vista, pensamientos, opiniones y sentimientos de los demás. La diversidad es ahora bienvenida y el terapeuta puede seguir fomentando la empatía entre los miembros, lo que favorece una mayor sinergia. Esencialmente, la dinámica de grupo se afianza en términos de cohesión, y en ella pueden encontrarse ricas percepciones.

Aplazamiento

En la etapa final, los miembros del grupo comenzarán a retirarse. Si la sesión ha sido fructífera, muchos miembros pueden sentirse aprensivos al cerrarla y algunos pueden experimentar sentimientos de tristeza y ansiedad. En la etapa de clausura, los miembros tenderán a expresar sus sentimientos finales o volverán sobre temas anteriores para resolver cualquier asunto pendiente, o puede haber una evaluación o reflexión final. Muchas sesiones de terapia de grupo se reunirán con regularidad y, si ese es el caso, el terapeuta revelará esta información. Durante la fase final, los participantes reflexionarán sobre su experiencia, antes de despedirse.

Consejos para dirigir con éxito una sesión de terapia de grupo

Para dirigir con éxito sesiones de terapia de grupo es importante tener en cuenta los siguientes consejos y trucos.

Capacítese

Aunque probablemente tenga cualificaciones en psicología, Counseling o Terapia, sigue siendo importante formarse específicamente en terapia de grupo. Los cursos no tienen por qué ser exhaustivos y pueden proporcionarle información básica esencial sobre cómo desenvolverse en entornos de grupo, cómo facilitar la cohesión y cómo abordar y reparar los conflictos. Podrá comprender mejor qué esperar durante las sesiones, ¡lo que siempre es una ventaja!

Aprenda a romper el hielo

Para sorpresa de nadie, a veces puede resultar bastante incómodo para un grupo de desconocidos reunirse y hablar de temas espinosos que suelen acompañar a las sesiones de terapia de grupo. Empezar con un rompehielos es una forma estupenda de facilitar un espacio seguro en el que los individuos se sientan cómodos contribuyendo. Los rompehielos pueden ser divertidos y una forma estupenda de derribar barreras rápidamente.

Forme el grupo adecuado

Conseguir la dinámica de grupo adecuada es un aspecto realmente importante de la terapia de grupo, ya que puede hacer o deshacer las mejoras conseguidas. No todos los clientes con los mismos problemas de salud mental son necesariamente candidatos adecuados. Algunos individuos pueden ser demasiado hostiles para determinados entornos, o pueden ser propensos a abandonar. Por ello, es importante que lleve a cabo evaluaciones de prueba para asegurarse de que reúne a los individuos adecuados para sus sesiones de terapia de grupo.

Establezca sus expectativas

Antes de comenzar sus sesiones de terapia de grupo, es esencial que todos los miembros del grupo sean conscientes de sus responsabilidades como participantes. Por ejemplo, es vital que exponga claramente su política de asistencia para asegurarse de que cada miembro del grupo contribuye de forma equitativa y reconoce su valor dentro del grupo sentado. Su ausencia puede afectar a todos los asistentes, y sentar estas bases puede reducir el número de abandonos. También es esencial que, como parte de las expectativas, establezca los objetivos de la terapia de grupo, lo que puede implicar preguntar a los participantes qué quieren obtener de cada sesión. Repasar la agenda básica puede ayudar a aliviar el estrés que puedan tener los clientes, así como a responder a cualquier pregunta inminente. Asimismo, se aconseja recordar a los clientes que las sesiones de terapia de grupo son un espacio seguro, a pesar de que a veces surjan conflictos.

Haga de la no violencia una regla inamovible

Aunque a menudo no hace falta decirlo, es importante que establezca la no violencia como una regla dura. Debe prohibirse cualquier comportamiento amenazador o intimidatorio, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de los clientes que asisten a las sesiones de terapia de grupo están lidiando con sus propios traumas y problemas de autoestima. El comportamiento violento puede agravar los problemas de salud mental de muchos clientes y puede contrarrestar cualquier progreso positivo realizado. Se aconseja explicar las consecuencias del comportamiento violento y lo que implica el proceso de enfriamiento.

Respete la intimidad de todos

La terapia de grupo es un poco como el Club de la Lucha, en el sentido de que lo que ocurre en la terapia de grupo se queda en la terapia de grupo. Muchos clientes asisten a las sesiones condicionados a que puedan mantener la privacidad y la confidencialidad en todo momento, y no se les exige que divulguen información específica. El terapeuta debe proteger a los miembros del grupo en todo momento para asegurarse de que cada uno de ellos comparte de buen grado y con su consentimiento la información que no sale de la sala.

Realice actividades de grupo divertidas

La terapia de grupo no tiene por qué ser un espacio deprimente, como a menudo se representa en los medios de comunicación populares, las películas y los programas de televisión. La terapia de grupo puede ser un lugar para que los miembros se diviertan en un entorno social y disfruten del tiempo que pasan con otras personas con las que se pueden relacionar. No sólo esto, sino que tener sesiones de terapia de grupo divertidas también aumenta el compromiso, la comunicación y la probabilidad de que los participantes vuelvan. Muchas actividades diferentes de como juegos, proyectos de colaboración, rompehielos y aperitivos pueden contribuir a crear una atmósfera positiva y acogedora.

No fuerce, más bien fomente la participación

La terapia de grupo siempre es opcional y, si los participantes deciden apuntarse, ya han dado un paso importante para enfrentarse a sus problemas de salud mental. No necesita agravar más sus sentimientos y es importante que los participantes se sientan valorados. En consecuencia, nunca debe forzar la participación, especialmente cuando se trate de clientes que puedan tener traumas intensos y no estén dispuestos a compartirlos. Como profesional de la salud mental, debe saber que la participación forzada suele ser un importante factor disuasorio para la recuperación.

Cuente con su base legal y ética

Para asegurarse de que se atiene a las normas legales y éticas, asegúrese de darles prioridad sistemáticamente a lo largo de sus sesiones. Esto puede implicar la inclusión de formularios de consentimiento, políticas de confidencialidad, normas de grupo, formularios de firma, informes obligatorios, requisitos de asistencia y cuotas esenciales.

Establezca límites

Por último, también es importante establecer unos buenos límites entre los miembros del grupo. Por ejemplo, si hay temas o puntos de discusión fuera de los límites, asegúrese de que se conocen para evitar respuestas emocionales negativas. Asegúrese también de que ninguno de los miembros de su grupo se conozca y de que cada participante conozca las normas y expectativas y dé su consentimiento a todas y cada una de ellas. Tener límites establecidos significa que los participantes saben cuándo detener un comportamiento potencialmente dañino y garantiza que todos tengan una experiencia positiva dentro de sus sesiones.

Cómo medir con datos el éxito de una sesión de terapia

Una vez que haya completado sus sesiones de terapia de grupo, puede que se pregunte, ¿cómo medir el éxito? Afortunadamente, existen múltiples ideas para evaluar el éxito de sus sesiones utilizando mediciones de datos.

Encuestas previas y posteriores

Las encuestas previas y posteriores son una forma muy común de medir el éxito de las sesiones de terapia de grupo. Puede ser tan sencillo como implementar un formulario con escalas de Likert, en el que los participantes del grupo valoren cómo se sintieron con respecto a determinados aspectos, como las discusiones, los otros miembros del grupo, el trabajo en equipo durante las actividades y muchos otros factores. Tener las mismas preguntas y escribirlas antes y después de la sesión de terapia, le permite evaluar cualquier cambio entre los miembros individuales del grupo, o en su conjunto. Esto puede darle una mejor idea de dónde hacer los ajustes necesarios para mejorar y puede ayudarle a reconocer lo que hizo bien como terapeuta de grupo.

Datos escolares

Otra opción válida es evaluar los datos escolares. si está trabajando con estudiantes y adolescentes, puede evaluar sus notas o resultados en los exámenes antes y después de reunirse como grupo para valorar si hay alguna mejora. Además, también puede evaluar la asistencia a la escuela y si las sesiones de terapia de grupo han infundido una nueva motivación en los clientes para retomar sus actividades escolares. Esto también puede aplicarse a otros contextos, como la universidad y el trabajo, sin embargo, asegúrese de que obtiene esta información de forma responsable. Sólo debe acceder a los datos si tiene autorización para ello.

Seguimiento del progreso

Por último, también puede utilizar la supervisión del progreso para evaluar el éxito de sus sesiones de terapia de grupo. Esto puede implicar proporcionar a los miembros del grupo encuestas centradas en habilidades específicas, en las que podrá comprobar periódicamente su progreso a lo largo de las sesiones. Alternativamente, los miembros del grupo podrían compartir sus experiencias a través de un formato tipo diario, de modo que usted pueda supervisar de cerca su progreso con razonamientos y juicios exactos como apoyo.

Conclusión

Esperamos que esta guía le haya proporcionado la información necesaria para llevar a cabo con éxito sesiones de terapia de grupo dentro de su consultorio. Esperamos que haya consolidado sus conocimientos en lo que respecta a la terapia de grupo, en cuáles son las cinco etapas fundamentales, así como los pilares centrales del éxito y en cómo medir la eficacia de sus sesiones para futuras mejoras. La Terapia de Grupo es una herramienta muy eficaz para ayudar a los clientes a superar los problemas de salud mental. Si sabe cómo desenvolverse en ellos con soltura, podrá trabajar para obtener mayores resultados de salud y bienestar sin compromiso.

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