Introducción
Hay personas que dicen «sí» a todo el mundo. Ya sea que se queden hasta tarde en el trabajo, ayuden a sus amigos a mudarse o asuman responsabilidades familiares adicionales, son la persona a la que acudir. Sacrifican sus propias necesidades para hacer felices a los demás. Tal vez esa situación le resulte demasiado familiar. Este comportamiento se llama agradar a las personas. Es común y, con frecuencia, se considera un rasgo de personalidad útil o amable, pero puede ser perjudicial para usted.
Entonces, ¿qué es exactamente complacer a la gente? ¿Cómo se manifiesta y qué se puede hacer al respecto? Profundicemos en este comportamiento común pero complejo.
¿Qué es agradar a la gente?
Agradar a las personas es un patrón de comportamiento caracterizado por una necesidad excesiva de obtener la aprobación de los demás, a menudo a expensas de las propias necesidades y bienestar. Las personas que complacen a las personas tienden a hacer todo lo posible por evitar conflictos, buscar la validación y hacer felices a los demás, incluso cuando eso significa descuidar sus propios sentimientos y deseos.
Agradar a las personas también se conoce como «adular» y «aplacar». Este comportamiento tiene sus raíces en un profundo deseo de aprobación y en el miedo al rechazo o la desaprobación. Las personas que complacen a las personas pueden tener dificultades para establecer límites y, a menudo, sentirse culpables cuando priorizan sus propias necesidades sobre las de las demás.
El concepto de agradar a las personas ha sido reconocido en la investigación psicológica y la literatura durante décadas. Ganó una atención significativa a mediados del siglo XX cuando los investigadores comenzaron a explorar varios mecanismos de afrontamiento y sus impactos en la salud mental. El término «complacer a las personas» se usó más ampliamente a fines del siglo XX, cuando los psicólogos ampliaron su comprensión de cómo las personas adaptan sus comportamientos para buscar aprobación y evitar conflictos.
¿La gente complace una respuesta al trauma?
Sí, complacer a las personas puede ser una respuesta al trauma. Este comportamiento es una de las cuatro principales respuestas al trauma identificadas por los psicólogos, junto con la lucha, la huida y la congelación. Las personas que recurren a la adulación con frecuencia lo hacen como mecanismo de supervivencia para evitar conflictos y garantizar su seguridad, especialmente si han vivido entornos abusivos o altamente críticos.
Hay varios tipos de trauma que pueden provocar un comportamiento agradable para las personas. Por ejemplo, las personas que han sufrido abuso emocional, físico o verbal pueden desarrollar tendencias a agradar a las personas como una forma de mitigar un daño mayor. Los niños que crecen en hogares impredecibles o inestables pueden aprender a apaciguar a los demás para mantener una apariencia de paz. Esta estrategia de afrontamiento puede continuar hasta la edad adulta y convertirse en una respuesta arraigada a las amenazas o factores estresantes percibidos.
Las causas del placer de las personas son multifacéticas y pueden provenir tanto de las experiencias de la infancia como de las interacciones de los adultos. La exposición crónica a la crítica, el rechazo o la negligencia puede hacer que las personas sean muy sensibles a las opiniones de los demás y estén desesperadas por obtener aprobación. Además, los factores sociales y culturales que enfatizan la conformidad y el altruismo, particularmente para ciertos grupos como las mujeres, pueden exacerbar estas tendencias.
Signos y síntomas de agradar a las personas
Reconocer los signos y síntomas de complacer a las personas es crucial para identificar este comportamiento en uno mismo o en los demás. Las personas que complacen a las personas suelen mostrar una variedad de comportamientos que pueden indicar su tendencia a priorizar las necesidades de los demás por encima de las suyas propias. Estos son algunos signos y síntomas comunes:
- Dificultad para decir que no y comprometerse en exceso: Las personas que complacen a las personas suelen tener dificultades para rechazar las solicitudes, incluso cuando se sienten abrumadas o desinteresadas. Esta incapacidad para decir que no los lleva a asumir demasiadas responsabilidades, lo que genera estrés y agotamiento.
- Necesidad constante de aprobación y dependencia de los demás para valerse por sí mismo: Buscan la validación y la tranquilidad de los demás, confiando en las opiniones externas para sentirse bien consigo mismos. Su autoestima está muy influenciada por la forma en que los perciben los demás, lo que los hace vulnerables a las críticas y al rechazo.
- Evitar conflictos y pedir disculpas excesivas: Las personas que complacen a las personas tienden a evitar a toda costa los desacuerdos y las confrontaciones, sacrificando a menudo sus propias necesidades y deseos de mantener la paz. También pueden pedir disculpas en exceso por cosas que no son su culpa, lo que indica una necesidad profundamente arraigada de que se les considere agradables y no amenazantes.
- Supresión de los sentimientos y miedo al rechazo: A menudo ocultan sus verdaderas emociones y opiniones para evitar molestar a los demás, lo que lleva a una desconexión entre su estado interno y su comportamiento externo. Además, las personas que complacen a las personas tienen un miedo intenso a que no les gusten o las abandonen, lo que las lleva a hacer todo lo posible para agradar a los demás.
- Baja autoestima y descuido de las necesidades personales: Las personas que complacen a las personas pueden tener una mala imagen de sí mismas y carecer de confianza, y sentirse indignas de priorizar sus propias necesidades y deseos. Como resultado, con frecuencia anteponen las necesidades de los demás a las suyas, descuidando su salud, bienestar y objetivos personales.
La identificación de estos signos y síntomas puede ayudar a las personas a reconocer los patrones de comportamiento que complacen a las personas en su comportamiento o en quienes las rodean. Reconocer estas tendencias es el primer paso para desarrollar relaciones más sanas y equilibradas.
Impacto y consecuencias de complacer a las personas
Agradar a las personas puede tener importantes consecuencias a corto y largo plazo en el bienestar mental, emocional y físico de una persona. Comprender estos impactos puede resaltar la importancia de abordar y gestionar este comportamiento.
- Agotamiento mental y emocional: Priorizar constantemente las necesidades de los demás por encima de las propias puede provocar una fatiga mental y emocional significativa. Las personas que complacen a las personas suelen sentirse agotadas y abrumadas por el esfuerzo continuo por cumplir las expectativas de los demás, lo que les deja poco tiempo o energía para el cuidado personal y los intereses personales. Es posible que se preocupen excesivamente por la forma en que los demás los perciben y teman el rechazo o la desaprobación, lo que contribuye a los trastornos crónicos de estrés y ansiedad.
- Resentimiento y frustración: Con el tiempo, las personas que complacen a las personas pueden empezar a sentir resentimiento hacia las personas a las que acogen constantemente. Esto puede provocar sentimientos de frustración y amargura, ya que con frecuencia se dejan de lado sus propias necesidades y deseos, lo que provoca tensiones en las relaciones y angustia emocional.
- Baja autoestima y pérdida de identidad: La baja autoestima inicia un círculo vicioso para las personas que complacen a las personas: adulan porque tienen baja autoestima, obtienen una autoestima más baja porque adulan. Confiar en la validación externa para la autoestima puede erosionar la autoestima y el sentido de identidad de una persona. Las personas que complacen a las personas pueden tener dificultades para reconocer su propio valor y valía, ya que se sienten dependientes de la aprobación de los demás para sentirse bien consigo mismas.
- Problemas de salud física: Descuidar las necesidades personales y el cuidado personal puede provocar varios problemas de salud física. Las personas que quieren complacer a las personas pueden experimentar trastornos del sueño, dolores de cabeza y problemas gastrointestinales debido al estrés y la ansiedad asociados con su comportamiento. Con el tiempo, esto puede provocar problemas de salud más graves, como hipertensión y un debilitamiento de la función inmunológica.
- Relaciones poco saludables: Agradar a las personas puede crear relaciones desequilibradas en las que una persona siempre da más de lo que recibe. Esto puede llevar a la codependencia, a la habilitación y a la falta de una conexión genuina. Además, las personas que complacen a las personas pueden atraer a personas manipuladoras o tóxicas que explotan su necesidad de complacer.
Cómo detener los comportamientos que agradan a las personas
Superar el comportamiento que agrada a las personas implica tener conciencia de sí mismo, establecer límites saludables y priorizar el cuidado personal. Estos son algunos consejos prácticos y opciones médicas:
- Reconocer y reconocer el comportamiento: El primer paso es reconocer y admitir que tienes una tendencia a complacer a la gente. Reflexiona sobre las interacciones pasadas para observar los patrones de comportamiento que indican tendencias a agradar a las personas.
- Establezca límites saludables: Aprenda a establecer y hacer cumplir los límites para proteger su bienestar. Defina sus límites y comuníquelos de manera asertiva. Practica decir «no» sin sentirte culpable. Recuerda que establecer límites es respeto por uno mismo, no egoísmo.
- Priorice el cuidado personal: Realice actividades que fomenten su salud física, emocional y mental, como el ejercicio, los pasatiempos y la meditación. Priorizar el cuidado personal ayuda a reponer tu energía y refuerza la importancia de tus necesidades.
- Busca ayuda profesional: La terapia, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), puede ayudar a abordar el comportamiento que agrada a las personas, identificar las causas subyacentes y desarrollar mecanismos de afrontamiento más saludables. Los profesionales de la salud mental pueden guiarte para establecer límites y mejorar la asertividad.
- Desafía las creencias negativas: Desafíe las creencias negativas en sí mismo practicando autoafirmaciones positivas y centrándose en sus fortalezas y logros. Recuerda que tu valor no depende de la aprobación de los demás.
- Exposición gradual a la asertividad: Practique la asertividad en situaciones de bajo riesgo y avance gradualmente hacia interacciones más desafiantes. Esto genera confianza y reduce la ansiedad asociada con la afirmación de tus necesidades.
Para aquellos que ven a un ser querido comportarse de manera que agrade a las personas, ofrézcales apoyo y ánimo. Señale con delicadeza los casos en los que comprometen sus necesidades y ayúdelos a reconocer la importancia del cuidado personal y de establecer límites. Aliéntelos a buscar la ayuda de un profesional de la salud mental si es necesario.