10 actividades efectivas de regulación emocional para niños

Escrito por Katherine Ellison el Aug 20, 2024.

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La ciencia de la regulación emocional

Tratar terapéuticamente a pacientes infantiles puede ser complicado, incluso en lo que respecta a la regulación de las emociones, que es algo natural en los adultos. Sin embargo, científicamente, la regulación de las emociones no es algo con lo que nacemos, sino que se aprende. Los padres deben enseñar a sus hijos a regular sus emociones de forma saludable desde una edad temprana para que los niños puedan continuar su desarrollo de forma eficaz.

La capacidad de un niño para regular sus emociones repercute significativamente en sus amigos, su familia y, por supuesto, en sí mismo. Sin este control, los niños pueden desarrollar problemas de control de la ira u otros problemas relacionados con las emociones más adelante. En esta guía, explicaremos más a fondo la regulación de las emociones antes de proporcionar diez actividades útiles y eficaces para ayudar a los niños a regular sus sentimientos.

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Visión general de la regulación emocional para niños

La regulación emocional se refiere al reconocimiento, la comprensión y la gestión de los propios sentimientos. Cuando los niños puedan regular sus emociones, serán mucho más capaces de manejar situaciones difíciles y actuar con resiliencia cuando se enfrenten a retos. Los niños con sólidas habilidades de regulación emocional pueden reducir la frecuencia con la que se sienten abrumados o alterados, mejorando su capacidad para sentirse tranquilos y en control. La regulación emocional puede enseñarse de diferentes maneras y, hay que reconocerlo, puede ser una tarea difícil para los niños, teniendo en cuenta las limitaciones de su vocabulario y los retos que a veces tienen para expresar sus necesidades.

Los padres suelen enseñar la autorregulación a sus hijos ayudándoles a entender los nombres de emociones específicas y animándoles a explicar sus sentimientos. Sin embargo, el tratamiento puede ser una buena solución para los niños que tienen problemas de desarrollo o a los que se les ha diagnosticado un trastorno que afecta a su capacidad para expresar y regular las emociones (incluido el trastorno del espectro autista).

Importancia de las habilidades de regulación emocional para los niños

Las estrategias de autorregulación y otros componentes críticos del desarrollo social, físico y psicológico son habilidades esenciales que deben aprenderse desde una edad temprana. Además de los efectos que hemos mencionado anteriormente, contar con estas habilidades también repercute significativamente en el desarrollo futuro del niño, ya que una regulación emocional eficaz puede dar lugar a una mejor capacidad para resolver problemas y a una mejor comunicación.

Los niños aprenderán a poner límites y, al hacerlo, establecerán relaciones sólidas con las personas de su vida. Y lo que es más importante, la autorregulación emocional permite a los niños gestionar el estrés y la ansiedad de forma saludable, lo que puede reducir la probabilidad de desarrollar trastornos mentales adversos en el futuro.

El desarrollo saludable de un niño es multifacético, pero no debe restar importancia a la regulación emocional. Si su hijo tiene dificultades para reconocer, comprender o gestionar sus emociones, implicarle en actividades específicas puede ser una buena opción. Estas actividades animan a los niños a desarrollar habilidades de afrontamiento saludables, a descubrir las mejores formas de gestionar sus sentimientos y a comunicarlas a las personas que forman parte de su vida. Esta etapa es esencial para el desarrollo de los niños y les enseña a ser conscientes de sí mismos, especialmente durante situaciones difíciles.

10 actividades eficaces de regulación emocional para niños

Entonces, ¿cómo funcionan exactamente las actividades de regulación emocional? Puede elegir entre un montón de tareas diferentes para desarrollar la autorregulación en los niños. Hemos elaborado una lista de diez actividades de autorregulación que consideramos las más eficaces:

1. Deje que los niños tomen la iniciativa

Dejar que los niños tomen la iniciativa a la hora de enseñarles regulación emocional es esencial. Deben ser capaces de expresar sus emociones en lugar de reprimirlas; su papel facilita esta apertura. Anime a los niños a sentir sus sentimientos y a hablar de ellos si saben hacerlo, e intente por todos los medios no invalidar ni minimizar sus respuestas y experiencias emocionales. Poco a poco, esto les ayudará a desarrollar formas sanas de manejarse cuando se enfrenten a distintas emociones.

2. Utilice la postura del camello para aliviar las emociones reprimidas

Los ejercicios físicos, como el yoga, pueden ser herramientas útiles para liberar las emociones reprimidas cuando se sienten estresados. La postura del camello anima a los niños a inclinarse hacia atrás y abrir el pecho hacia el cielo, liberando la energía negativa y reduciendo el estrés.

3. Aprenda a HALT

HALT es un acrónimo (Hambre, Ira, Soledad y Cansancio) que puede ayudar a evitar que se produzcan estallidos emocionales. Lo mejor sería enseñar al niño en cuestión este acrónimo y pedirle que lo repase cada vez que sienta una gran emoción. Puede que descubran que su frustración o enfado se debe más bien a que tienen hambre, están enfadados, solos o cansados, y entonces podrán comunicárselo a los demás.

4. Utilice la respiración guiada

La respiración guiada anima a los niños a visualizar la inhalación y la exhalación de su respiración. Puede ayudar a centrar a los individuos en el presente y a empezar a comprender cómo funciona la autorregulación.

5. Dibujar las emociones

A veces, los niños tienen dificultades para nombrar sus sentimientos debido a la limitación de su vocabulario y de su experiencia en la gestión de experiencias emocionales. Para ayudarles a comunicar sus sentimientos, puede pedirles que dibujen sus emociones o que hagan un collage utilizando distintos materiales. Cuando hayan terminado, pueden explicarle el dibujo y, a partir de aquí, serán mucho más capaces de nombrar y explicar sus sentimientos.

6. Ejercicios de respiración y atención plena

Los ejercicios de respiración profunda son una forma fantástica de calmarse, ya que permiten centrarse en el presente. Enseñar a los niños ejercicios básicos de respiración puede ayudarles a prevenir estallidos emocionales y a desescalar comportamientos potencialmente dañinos. Practicar la respiración consciente ayuda a los niños a adquirir control emocional y a minimizar el riesgo de sentirse abrumados.

7. Yoga y ejercicios físicos

La postura del camello no es el único movimiento de yoga que beneficia la regulación emocional; de hecho, todas las formas de ejercicio físico pueden ser ventajosas. El ejercicio reduce las hormonas del estrés, mejora el estado de ánimo y aumenta los niveles de energía. Estos efectos secundarios positivos ayudarán al bienestar general de los niños, reduciendo la probabilidad de estallidos emocionales negativos.

8. Escaneo corporal consciente

Una exploración corporal consciente requiere que el niño se siente o se tumbe. Empezando por la parte superior de la cabeza, deben tensar los músculos y prestar atención a las sensaciones que experimentan. A partir de ahí, debe recorrer todo el cuerpo hacia abajo hasta llegar a los dedos de los pies. Si experimentan alguna sensación inusual, no pasa nada.

Anímeles a que muevan su cuerpo en el sentido que consideren adecuado y explíqueles sus sensaciones después. También es una buena idea animar al niño a que se concentre en respirar atentamente mientras completa la exploración corporal.

9. Enseñar y practicar el autocuidado

Aparte de las estrategias de afrontamiento, el autocuidado suele asociarse a la edad adulta, pero puede ser igual de beneficioso para los niños. Lo mejor sería animar a los niños a realizar actividades de autocuidado de forma rutinaria. Entre ellas se incluyen hacer ejercicio, bañarse, leer, jugar con una mascota o dibujar/pintar. Participar en actividades que nos gustan puede ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo y reducir nuestros niveles de estrés, regulando así nuestras emociones de forma eficaz.

10. Aprender una nueva afición

Al igual que practicar el autocuidado, aprender una nueva afición puede ser una forma eficaz de mejorar el estado de ánimo y el bienestar general del niño. Animar a los niños a probar algo nuevo, ya sea un deporte, un juego o un instrumento, les ayudará a aumentar su autoestima y sus sentimientos de confianza.

Conclusión

Enseñar a los niños habilidades de autorregulación que les ayuden a comprender de forma saludable sus emociones puede resultar difícil. Debido a su limitado vocabulario, los niños suelen tener dificultades para explicar sus sentimientos. A pesar de ello, hay algunas actividades beneficiosas que puede emplear y que animarán a los niños a autorregularse de forma positiva y significativa.

Es comprensible que los niños tengan necesidades diferentes a la hora de gestionar sus emociones, y es su responsabilidad atender a estas diferencias. Haga preguntas a los niños , anímeles a abrirse sobre sus sentimientos y asegúrese de ser siempre empático, abierto y receptivo a sus necesidades.

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